Mi historia se llama...
"La casa de los niños"
Existe una leyenda sobre una casa abandonada conocidacomo la "Casa de los Niños". Dicen que el hombre que habitóaquella casa torturó y asesinó a varios niños en su interior. Peroun día, los espíritus de los niños que asesinó se volvieroncontra él y lo mataron.
Sin embargo, tuvieron que pagar por la venganza, yacabaron quedándose prisioneros de aquel sitio por la eternidad.Dicen que también es posible escuchar las risas durante la noche.
En la escuela varios niños hablaban de la casadiciendo lo horrible que era, sobre los gritos que se escuchabandurante la noche y los niños que se asomaban por la ventana. Uno delos niños, Ian, no creía en nada de lo que se decía, después detodo, los fantasma no existen. Para él, los muchachos estabanexagerando y aquella no era más que una casa vieja. También lesdijo que la historia debía haber sido inventada por alguien solopara asustar a las personas.
Los niños comenzaron a mirarlo con desprecio,repitiéndole lo mismo, que habían escuchado risas y veían cosas.Para concluir de una buena vez el tema, Ian dijo que pasaría unanoche entera en la casa y lo filmaría todo con su cámara.
Al llegar a casa, le dijo a su madre que pasaría lanoche en la casa de un amigo. La madre le dio permiso e Ian sedirigió a su habitación, empacó su mochila, colocó su cámaraadentro y después se dirigió a la temida "Casa de los Niños".
Cuando estaba cerca del lugar pudo sentir unescalofrió recorriéndole el cuerpo y un miedo muy profundo. Miróhacia la casa y el miedo se hizo aún mayor. Pero Ian simplementesacudió la cabeza para apartar ese sentimiento y entró a la casa.
El interior era muy oscuro, por lo que encendió lacámara y puso el modo nocturno para analizar el espacio a detalle.Estaba muy vacía y no había más que un refrigerador en la cocina yuna televisión sobre una silla. El baño solo tenía un inodoro ynada más, no había tina ni regadera ni una pila. En su lugar estabaun agujero que daba a la cocina.
Cuando terminó de subir las escaleras para echar unvistazo al segundo piso, notó que en ese lugar había menos mueblesque abajo, solo podía verse una cama adentro de una habitación. Lasotras habitaciones tenían las puertas cerradas por lo que no podíaverse nada.
Después de recorrer toda la casa, Ian se sintióbastante cansado y fue a la habitación, sacó un edredón de lamochila, lo tendió sobre la cama y se durmió. Despertó en el mediode la noche con los sonidos de unos pasos que venían desde elpasillo, intentó calmarse pensando que no eran más que ratas,después de todo la casa era muy vieja.
Tomó su cámara y fue rápido hasta el pasillo paraver qué pasaba, pero en el camino los pasos se hicieron más rápidosy cambiaron de dirección, como si estuvieran huyendo. Cuando llegóa la puerta de la habitación dirigió la vista al sitio de dóndevenían los pasos pero no había nada allí.
Miró en la dirección opuesta y pudo ver a un niñode espaldas, era más joven que él. Ian pretendía preguntarle quehacía allí, pero antes de que pudiera expresar algo el niño habló.
"Estoy buscando a alguien que juegueconmigo". Después, se voltea y dice:
"¿Quieres jugar conmigo?".
Fue entonces que Ian pudo ver sus ojos completamentenegros y una sonrisa estampada en su boca.
El niño que solo había ido a pasar la noche en lacasa corrió lo más rápido que pudo, en el escape regresó a ver,pero el pequeño había desaparecido, sin embargo su risa continuabahaciendo eco en todos los rincones de aquella construcción. Ianterminó cayendo por las escaleras, perdiendo las esperanzas con cadaescalón que recorría. Finalmente lo único que quedó fue miedo ydesesperación. En el suelo, quedó tirado mientras escuchaba aquellarisa y lloraba de miedo.
La visión de la puerta abierta le dio las fuerzaspara levantarse y correr. Mientras huía, niños de la misma edadaparecían y le murmuraban palabras que no conocía. No le eraposible comprender. Cuando estaba por alcanzar la puerta, después dever la calle y su casa, comenzó a pensar en su familia y en susamigos, prometiéndose a sí mismo que no se volvería a acercarseaquella casa nuevamente. Entonces, todo desaparece y un dolor inmensointerrumpe sus pensamientos. La puerta había sido cerrada en sucara.
Una vez más se quedó allí, llorando y siendoaterrorizado por aquellas risas. Unas manos surgieron de la oscuridady lo sujetaron, pero no hizo nada, pues sabía que ellos harían queaquel dolor se detuviera.
Al día siguiente su familia inicio su búsqueda,pero no encontraron nada más que su cámara (que estaba rota) y sumochila. Qué pena, si realmente quisieran encontrarlo esperarían lallegada de la noche, después de todo, la noche es de los niños y élestaría allí por siempre.
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la inspiración de mis poemas
Romantizma Venezuela le gusta Siria desde hace un tiempo pero por miedo al rechazo nunca le dice nada y en cambio decide comprarse un cuaderno y comienza a escribirle poemas que algún día le dirá a la inspiración de sus poemas. Venezuela pasivo Siria activo