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Volvió a tantear la cama buscando a solo él sabe quién, y notó un brazo desnudo.

Rápidamente se levantó asustado y miró hacia su derecha. Encontró a Raúl durmiendo plácidamente.
Sonrió tranquilo y volvió a acostarse. Observó con tranquilidad al castaño; ambos estaban desnudos, anoche tuvieron sexo.

El móvil del de piercings comenzó a vibrar. Rubén se inclinó hacia adelante y vio el nombre de Borja reflejado en la pantalla. Tragó saliva duro, comenzó a sudar.

Se levantó de la cama, dio la vuelta a esta y cogió el móvil del castaño. No fue necesario desbloquearlo, pues sólo con encenderlo fue suficiente para ver las llamadas perdidas, que en total fueron unas 19.

Volvió a tragar duro y sacudió al pequeño para que despertase.

— ¡Raúl!, ¡Raúl!

— Quee —dijo el castaño medio dormido aún.

— ¡Borja, te ha llamado  19 veces!

— ¡¿Qué?!

Rápidamente se levantó y cogió su móvil casi de inmediato. Asustado miró la pantalla durante un momento, después se fue al salón, dejando solo a Rubén y le devolvió la llamada al mayor.

— B-buenos días Borja...

— ¡¿Buenos días?!, ¡¿has visto cuántas veces te he llamado?!

— Sí, sí, y lo siento... aún estaba durmiendo.

— ¿Estás con Rubén?

¡Claro que no!, yo siempre cumplo mis promesas.

Más te vale... —susurró—. En fin, ¿qué tal con tu madre ayer?

Muy bien, muy bien. Vimos algunas películas, jugamos unos juegos, hablamos...

— ¿Hablar sobre qué?

— Sobre cómo me va en los estudios, no te preocupes.

Está bien. ¿Podemos quedar hoy?

— Claro, sí, por supuesto. Nos vemos, chao.

— Adiós

Ambos colgaron y Raúl suspiró tras haberse asegurado de que el castaño ya no lo escuchaba.

— ¿Tendrás que irte? —preguntó el albino, con un tono triste de voz y abrazándolo por detrás.

— Desgraciadamente —respondió el castaño.

El más alto gruñó— ¿No te podrías haber inventado una excusa para pasar esta tarde conmigo?

— Lo dejaría sospechando demasiado. Además, ya estuvimos juntos ayer.

— Pero discutimos —dijo haciendo un puchero.

— Y luego follamos. Tranquilo, Rubén, volveré a la noche.

— ¿Y si no vuelves como la última vez?

— No será así, te lo prometo —musitó dándole un poquito—. Cuando vuelva te daré las buenas noches y volveré a mi piso, nunca sé cuando él podrá entrar.

— Joder, ¿cuándo se acabará esto?, estoy cansado de esperar.

— Pronto, mi niño. Paciencia.

El menor asintió y dejó que el de piercings se fuera lanzando besos desde la puerta que lentamente iba cerrando.

Rubén ya estaba harto de esperar tanto para poder vivir en paz su romance con Raúl, debería pensar rápido en algo.







































































































Cortito pero igual creo que está bueno jsjs

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Besitos en el siempre sucio<3

I Love You, Auron | ʳᵘᵇⁱᵘˢᵖˡᵃʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora