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No quería levantarme, la noche anterior había sido un martirio entre llantos. Me levanté a tomar una ducha sin ningún ánimo y después salí para vestirme.

 Me levanté a tomar una ducha sin ningún ánimo y después salí para vestirme

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Tomé las llaves de mi auto y me fui directo a la Universidad. Cuando llegué como era de esperarse varios me miraban como si fuera del otro mundo, me miraban como un bicho raro, otros me miraban con lástima y otros sólo miraban por ver a la hija de una diseñadora muy famosa y ella sólo siendo una miseria de persona.

Los ignoré y rodé los ojos, hoy venía de muy mal humor por lo de anoche. Llegué a mi salón con algo de retraso, a decir verdad, me gustaba llegar algo tarde a esa clase para así molestar al anciano.


Profesor: Que sea la última vez que llega tarde señora Jeon.

Por mi parte sólo recibió una cara bastante seria y lo ignoré por completo yendo hacia mi lugar.

Dk: Como te encanta molestar al pelón —rio en voz baja—.

Solté una pequeña risa y volteé en dirección opuesta porque sentía la mirada de alguien, cuando volteé me encontré con el Señor perfecto "Kim Mingyu". Sentí enojo, mis manos se hicieron puños y mis pies comenzaron a moverse muy rápido.

Iba a levantarme pero Dk me paró en seco haciéndome una seña de que no valía la pena, miré nuevamente a Mingyu y este rio con una sonrisa victoriosa, idiota.

Pasaron las horas y por fin hora de receso, me fui a mi lugar de siempre, caminé hasta la biblioteca donde Dk seguramente ya se encontraba cuando una chica un grado más que yo se me acercó.



Hari: Pareces un muerto, Jeon.

Esta chica era irritante y creo que no había entendido de buena manera que me dejara en paz.

- Dime algo que no sepa, Kang ¿qué quieres?

Hari me miró de abajo hacia arriba e hizo una mueca de desagrado.

Hari: Sabes, para ser hija de alguien tan reconocida y linda persona, eres despreciable, odiosa, maleducada...

- Arrogante, insensible e incluso egoísta —solté una risa—.

- Me importa una mierda lo que digas o pienses, así que hazte a un lado y te vuelvo a repetir por última vez, DEJA DE MOLESTAR —dije bastante seria—.

Hari: Si no, ¿qué? —respondió retándome—.

Sonreí de lado y tomé su muñeca izquierda haciéndola retorcer de dolor.

- Entonces, cortaré tu preciado cabello, después te tomaré a la fuerza y meteré tu feo rostro al inodoro para finalmente tomarte unas cuantas fotos y pegarlas en toda la escuela y seas la burla durante un largo periodo

Hari abrió abruptamente los ojos y antes de darse la vuelta e irse hizo una pequeña reverencia y se fue a pasos largos.

- Idiota.

Llegué a la biblioteca y caminé unos cuantos pasillos para así encontrarme con Dk, la cosa es que no sé encontraban solo. Miré con atención y se encontraba una chica casi de mi edad; Tenía el pelo largo y ondulado, era delgada y piel casi muy blanca, su color de cabello era negro y por último vestía muy cool.

No me quise acercar, ya que no quería saludar pero cuando me iba a dar la vuelta Dk me llamó.

Dk: ¡Hey! aquí –dijo alegremente—.

Me volteé con una falsa sonrisa y me acerqué a ellos.

Dk: Hey Jeon, te presento a hwang Amelia, Amelia, ella es Jeon tn.

Aquella linda chica me sonrió y estrechó su mano.

Amelia: Mucho gusto, Jeon —dijo con una gran sonrisa provocándome náuseas—.

La dejé con la mano estirada, así que decidió apartarla.

- Un gusto —dije seria—.

Dk: Mmm, ella es así de seria, no te preocupes —dijo hacia Amelia—.

Amelia: ¡Oh! no te preocupes. Creo que me iré a buscar a mi hermano para que me muestre la Universidad.

Ella se despidió de ambos y me senté restándole importancia a Seokmin.
Sentí que me miraba así que volteé hacia él.

- ¿Qué quieres?

Dk: ¿Qué pasó ahora? —dijo enarcando una ceja—.

- Eso no te incumbe, Lee —respondí desganada—.

Dk: Sabes que sí. Además, soy tu mejor amigo y sé que estás molesta.

Solté una risa y giré mi cabeza hacia adelante.


- ¿Quién dijo que lo eras?

Dk rio y se puso a leer un libro, el resto del receso nos la pasamos callados. No sé porqué ese niño seguía conmigo como un perrito que le es fiel a su amo.

Sonó el timbre y nos fuimos al aula, antes de entrar Mingyu nos sonrió mostrando sus blancos dientes y habló.

Mingyu: Pasa princesa —dijo con una amplia sonrisa—.

Sabía perfectamente que lo que él quería es molestarme y a la primera que reaccionara correr como nena a hacia sus papis pero no, no iba a caer tan fácil. Sé que había dicho que lo haría sufrir pero sería desobedecer lo que Wonwoo había dicho.

Le saqué el dedo y pasé empujándolo un poco.

- Cuidado, princesa —dije falsamente—.

Todos comenzaron a reír y escuché un quejido por parte de él.

Las horas pasaron y fueron las más aburridas, al salir me quedé más tiempo, ya que tenía práctica.

Otra cosa muy importante de mí, es que practico tiro deportivo y soy de las mejores, he ido a competir contra otras escuelas a nivel nacional y siempre salgo con el primer lugar, soy excelente en eso.

Desde que era pequeña me llamó mucho la atención ver practicar a las personas o cuando lo veía por la tv, mi interés fue mucho que cuando entré a la preparatoria empecé a entrenar y en algunos meses me volví la mejor.

Llegué lo más rápido que pude y me puse el uniforme, el instructor nos dijo algunas cosas para después ponerme los lentes y la protección auditiva. Esto consistía en poner toda la atención y enfocarte en el punto, el tiempo corría y tenía que hacerlo perfectamente. Cuando estoy ahí, todos mis pensamientos se van dejando mi mente concentrada en el punto perfecto, a mi alrededor no existe nada, sólo soy yo y mi fiel arma, esos segundos en los que tomo completa concentración se sienten bien, incluso siento algo de paz en mi interior.

Apunté hacia el mejor punto, mi cuerpo se relajó por completo, giré un poco mi cabeza para encontrar el ángulo perfecto. Después tiré y sentí una emoción bastante agradable; pued finalmente logré mi objetivo llevándome la máxima puntuación, el instructor se acercó y me felicitó como siempre, entrenamos durante un hora y media.

Al salir eran casi las 6:00, mis hermanos me dejaron algunos mensajes diciendo que hoy no tenían entrenamiento, así que ellos ya estarían en casa.

Caminé hacia el estacionamiento con mi equipo y abrí la cajuela para así meter todo, la cerré y volteé mi cabeza viendo a Mingyu. Aquel chico se veía bastante relajado, tiene las mismas facciones que su padre sólo recordar a su padre me dan náuseas y mucho coraje. Dejé de mirarlo y me metí al auto. Esto podría salirse de control en cualquier momento.

LOVE IS THE TRUTH / Kim Mingyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora