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UN MES DESPUÉS:

Ha pasado un maldito desde que fuimos al viaje escolar. Las cosas con Mingyu se calmaron un poco y agradecía mucho por eso. No obstante, cada que nos veíamos nuestras miradas conectaban, a veces reflejaba odio y otras veces algo que no sé explicar pero no le tomé importancia como quiera me va y me viene el gorilla aquel.

Terminé  de arreglarme y tomé las llaves de mi auto para ir al centro comercial, hoy tenía ganas de ir a comprar ropa y distraerme un poco.

Llegué y estacioné el auto, iba caminando cuando me encontré con los hermanos hwang.

Amelia: Hola, ¿cómo estás?

- Hola, super, ¿y ustedes?

Ambos dijeron que estaban bien. No voy a mentirles, su hermano es alguien muy guapo y también alguien muy popular.

Hyunjin: No sabía que eran amigas.

Amelia: Tenemos poquito siéndolo, tonto.

Abrió sus ojos e hizo una cara muy chistosa haciendl todo un drama así que Amelia le dio un golpe y este se puso en paz.

Nos despedimos y seguí mi camino. Estuve en varias tiendas y cada que entraba a una salía con una bolsa en la mano. Llegué por un café y me senté en un lugar tranquilo. Estaba tan tranquila hasta que escuché una voz y volteé en dirección hacia aquel.

Era Mingyu y Jeonghan, iban llegando y se sentaron enfrente de mí, Jeonghan me daba la espalda y Mingyu quedó enfrente, me miró unos segundos y después desvió la mirada. Este chico se veía bastante atractivo y por como traía su cabello lo hacía lucir mucho mejor.

Llegó el chico con mi café y me sonrió para después retirarse. Me sentí algo rara, ya que Mingyu no dejaba de mirarme sólo quería terminar mi café e irme, posteriormente lo terminé lo más rápido que puede y me paré ignorando su mirada, ¡Agh! ¿qué le pasa?

Me paré y me dirigí a la salida, antes de salir alguien me tomó del brazo y me metió al baño de hombres, todo fue tan rápido que ni siquiera había volteado a ver a esa persona, incluso, estábamos en un baño. El espacio estaba reducido y nos encontrábamos casi pegados. Volteé a verlo y era el odioso, ¿qué le pasa?

- ¿Qué necesitas? —dije algo molesta—

.

Mingyu no decía nada, dejó caer ambas manos a la puerta y se acercó más haciendo que abriera los ojos y me pusiera algo nerviosa.

Mingyu: ¿Sabes? Estos días me he preguntado qué fue lo que pasó para que quedaras inconsciente una semana completa. Esto me está traumando y tú eres la causa de mi trauma, ¡mierda! —frunció el ceño— ¿Por qué te es tan difícil decirlo?

- ¡Agh! Eres un maldito odioso —dije con mi voz apagada—.

Notó el cambió en mi voz y se acercó aún más a mí, sentía su respiración en mí y sus manos bajaron lentamente hasta mi cintura.


- ¿Qué tratas de hacer, Kim? —levanté una ceja—.

No decía nada y eso me molestó mucho, ¿a qué estábamos jugando? ¿no se supone que nos odiamos?

- Esa día me golpearon, a lo que recuerdo el muy idiota me golpeó con algo que no sé qué era en la cabeza, el golpe fue bastante fuerte —dije tratando de que no salieran lágrimas de mis ojos—.

- Que cuando desperté ya me encontraba en el hospital, ¿por qué me golpearon? —solté una risa irónica— Resulta que a quienes amamos no eran los más honestos del mundo, tenían cosas sucias entre las manos. Hay secretos de por medio Mingyu pero jamás te contarán eso, ¿crees que tus padres tendrán el valor de decírtelo? Pues no, mi maldita versión de la historia no valdrá nada porque en cuanto vayas a contar lo que dije ellos lo negarán —solté un sollozo—.

Lágrimas salían de mi rostro, todo cambió al recordar lo que había pasado, no le dije todo lo que pasó pero sí lo más relevante.


- ¿Y sabes qué pasará? Habrá consecuencias y muy grandes, tus padres amenazaron a mi madre y por culpa de aquella estúpida mentira de tu padre el mundo cree que es el mejor de todos pero no, tu padre es una mierda de persona.

Mingyu se quedó helado y sus ojos se cristalizaron, trataba de buscar mi mirada, retiró una mano y la subió hasta mi rostro quitando delicadamente algunas lágrimas.

- Ese dí....

No terminé de decir aquello, ¿por qué? Pues Mingyu me besó, aquella sensación fue extraña pero a la vez me gustó, ninguno sabía con exactitud cómo hacerlo y nuestros labios se movían torpemente, volvió a poner su mano en mi cintura. El beso fue delicado y sentía muchos nervios.

Nuestro labios bailaban al compás de una lenta melodía dejándonos llevar por aquella suave sensación. Nos separamos por falta de aire y abrí lentamente mis ojos encontrándome con su mirada ya puesta en mí, ambos estábamos muy rojos y cuando le miré directo a los ojos estos tenían un brillo y su mirada era tierna.

Parpadeé y bajé mi mirada, me sentía avergonzada pero no porque él me hubiese besado, sino que, ¿no que nos odiabamos?

Nadie decía nada pero Mingyu me levantó el rostro y me dio una tierna sonrisa para después darme un delicado y cálido abrazo.
El suave tacto de sus manos al pasar por mi espalda y la otra en mi cintura me hizo sentir una oleada de electricidad, era bastante raro pero me gustaba y eso estaba mal pero muy mal.

Entre aquel abrazo decidí a hablar.


- Mingyu, ¿no que nos odiamos?

Escuché una ligera risa y dio un casto beso en mi cabeza.

Mingyu: Sí, bueno, a estas alturas no lo sé, sólo sé que me gustó.

Nos reímos y después tomó mi mano para salir del baño.

- Mingyu, tengo que irme —hablé nerviosa—.

Mingyu: Mmm, bien. Te veo después Jeon.

Dicho eso me guiñó un ojo y se sonrojó, se dio la vuelta y se despidió yendo hacia con Jeonghan.

En mi mente estaba que moría, ¿qué va a pasar? ¿qué diablos hice? Esto no me gustó, me encantó.

Llegué a mi auto y me recargué en el volante.



- ¡Mierda! ¿qué voy a hacer? —dije en un susurro—.

LOVE IS THE TRUTH / Kim Mingyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora