LOVE IS THE TRUTH / Kim Mingyu.

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MINGYU POV:

Al despertar busqué a Tn pero no se encontraba aquí, mi padre comentó que ella dijo que no quería volver a verme y que no la buscara más y que si lo hacía no dudaría en llamar a la policía por acoso, eso fue bastante raro, ya que sabía que ella no diría algo así. Sin embargo, al llegar a casa busqué mi celular y dijo que se había extraviado y que lo mejor sería irme de Seúl un tiempo, de primera me negué pero tuve que aceptar por mi padre; durante casi un mes estuve en Italia y compré un celular que para mí mala suerte no recordé el número de Tn, ya que soy pésimo recordándolos y no sabía cómo comunicarme con los chicos.

El día que ella estuvo en casa horas antes estuve buscando unas cosas en la habitación de mis padres y una caja llamó mi atención así que la abrí, me encontré con mi antiguo celular e hizo que me confundiera, aquel día mi padre dijo que se había extraviado, ¿qué estaba haciendo esto aquí?

Bajé muy molesto y antes de llegar al despacho escuché voces alteradas cosa que supe de quien provenía y entré viendo tal escena incrédulo.

...

Mingyu: Cuando saliste molesta decidí ir contigo pero mi padre me detuvo y ahí se desató otra pelea por lo que me había hecho creer —bajó su mirada—.

Mingyu: No me alejé de ti sólo porque sí, jamás haría tal estupidez y mi amor no es una farsa.

Limpié con delicadeza las lágrimas que salían de sus ojos, me sentí mal por pensar mal de él, ahora mismo me siento una completa idiota por herirlo.

- Yo, yo lo siento, perdóname por hablarte de tal modo y creer que eras un idiota —mi voz se quebró—.

Mingyu negó y limpió algunas lágrimas, tocó suavemente mi mejilla y me hundió en su fuerte pero cálido abrazo. Creo que fui bastante tonta al haberle dicho aquellas palabras, si desde un principio me hubiese dicho la verdad no hubiera reaccionado como lo hice.

Wonwoo: Sí, sí, dejen su lado patéticamente romántico y muévanse que tenemos que ir a ver a mamá —se cruzó de brazos—.

Mingyu: No seas celoso, ¿también quieres cariño my love? —soltó una carcajada—.

Wonwoo: idiota —puso sus ojos en blanco—.

Salimos en dirección al hospital, hoy por fin darían de alta a mi madre, fue un mes para su recuperación, ya que después de que despertó aún seguía algo delicada.

Mientras subíamos Min se pegó a mí, sentí su respiración en mi oreja cosa que hizo que diera un brinco.

Mingyu: Está noche saldremos, ponte algo bonito —el tono de voz que usó me erizó la piel, pues habló con un tono un tanto sexy y ronco que a cualquiera mataría—.

Jungkook: Aléjate, Kim —lo observó con el ceño fruncido—.

Mingyu: Bien —llevó ambas manos en forma de derrota—.

Llegamos a la habitación de mamá y ya se encontraba arreglada y con una sonrisa de oreja que se le fue borrando poco a poco al ver a Min atrás de Wonwoo.

Jungkook: Que bueno que despiertas, mami, hay muchas —alargó la uĺtima palabra— cosas por contarte.

Madre: Ya lo veo —nos miró a los cuatro—.

Wonwoo: Mmm, ¿y cómo te sientes? ¿lista para volver a casa? —sonrió—.

Madre: Así es pequeño, aunque será un proceso algo difícil —miró su brazo con yeso y luego su estómago—.

- Verás que pronto todo estará bien.

Mingyu saludó algo tímido y mi madre le regresó aquel saludo con el ceño fruncido. Wonwoo y Jk la ayudaron a subir a la silla de ruedas mientras que Min tomaba sus cosas para ir hacia el auto y yo hablaba con el doctor acerca de sus cuidados y todo eso.

- Bien, no porque ya estés fuera del hospital quiere decir que ya podrás ir a tus pasarelas y cosas así, tendrás reposo y aunque digas "ya estoy bien, ya me puedo mover" no lo harás, ¿okey? —la miré fijamente—.

Madre: Que niña tan maleducada, así no te educamos.

Wonwoo: Tn tiene razón —sonrió—.

Madre: Como sea, ni ganas de trabajar tengo —frunció el ceño—.

Unos cuantos minutos más tarde por fin llegamos a casa, Min junto a Woo ayudaron a mi madre a bajar, ya que a Jk le había entrado una llamada y yo estaba recogiendo sus cosas.

De mala gana dejó que Min le ayudara a bajar, una vez la dejaron en su cama corrió a Wonwoo y nos ordenó que nos quedáramos ambos ahí.

Madre: ¿Ustedes qué se traen?
—interrogó—.

Con algo de nerviosismo me apunté y luego a Min, cosa que era bastante obvia.

Madre: Tn, creo que son los únicos aquí, ¿no?

- Ah, sí, sí —reí con nerviosismo—.

- Mmm, bueno, yo, digo nosotros ...

Madre: Ya, ya, salgan ahora —fingió molestia—.

Mingyu: Que tenga pronta recuperación, linda tarde —habló apenado—.

Salimos de su habitación, ¡Dios! Que vergüenza.

Mingyu: Mmm, creo que será mejor que me vaya —rascó su nuca—.

- Sí, disculpa lo que pasó.

Mingyu: No es nada, te veo en la noche.

Se despidió y en cuanto salió fui directo a la habitación de mamá.

- ¿Qué pretendes Jeon Somin? —me crucé de brazos—.

Somin: ¿Yo? —se apuntó como si no supiese nada—.

- Vamos, mamá, me dirás que no lo hiciste sin razón alguna.

Somin: ¿Me dirás que no pasó, ni pasa nada entre ustedes dos? Mientras yo moría tú te veías con ese malévolo, sexy y guapo chico, ¡Jeon Tn! Su familia nos odia y nosotros a ellos.

- ¿Qué? —fruncí el ceño—.

Somin: Cariño, sé lo que pasa entre ustedes, su química se ve a kilómetros pero debes de entender lo que sucede.

- Que se vaya a la mi...

Somin: ¡Tn! En cuanto pueda moverme bien lavaré tu bocota con jabón.

Conversamos un poco acerca de lo que está sucediendo y al parecer no le agradó del todo pero sabe que él no tiene la culpa.

Somin: Bueno, debo admitir que es muy guapo y si algún día tienen hijos saldrían muy bellos, lo apruebo.

- ¡Dios! Pero, ¿qué dices?

La situación le parecía bastante graciosa a mi madre que no dudó en burlarse en mi cara que esta ya se encontraba roja de la vergüenza.

Somin: Si el destino los unió por alguna mala o buena jugada no me queda de otra más que aceptarlo, aún siendo que su familia es el enemigo.

Somin: Pero si piensan hacer cosas que aplique tener un nieto, es mejor que se cuiden porque aún eres muy pequeña.

- ¡¡Agh, ya!! Ni siquiera es mi novio, no digas tal cosa.

Somin: Pero no se necesita ser novios para crear una vida —volví a arder de la vergüenza—.

Comenzó a reír como si un payaso yo fuera, realmente no le encontraba lo gracioso.