LOVE IS THE TRUTH / Kim Mingyu.

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Mingyu: ¡Basta! —elevó su voz—.

- Eres un idiota, ¿sabes qué? Esto no podrá funcionar si sigues con ese comportamiento tan estúpido.

Mingyu: ¡Dios! ¿por qué eres así? Eres tan terca.

- ¿Qué quieres decir? —dije secamente—.

Llevó ambas manos a su cabeza y se recargó en la pared frustrado.

Mingyu: No quiero terminar, tampoco te he dejado de amar y mucho menos estoy viéndome con alguien —tocó el puente de su nariz—.

- ¿Entonces por qué me evitas? —lo empujé ligeramente—.

Ambos estábamos molestos y frustrados a la vez, no podía comprender el hecho de que su comportamiento fuera distinto y después dijera que no era porque no me amara o se viera con alguien más pero tampoco quería decirme lo que pasaba y eso era muy sofocante.

Mingyu: Porque —su voz se entrecortó— porque sí he estado muy ocupado con la empresa, sé que no es una excusa a cómo me he estado comportando, pero he estado haciendo algo más y no quería que te involucraras.

- ¿Y qué es? Ah, dímelo Mingyu 
—golpeé su pecho—.

Tomó mis manos y pegó su frente con la mía.

Mingyu: Sobre lo que pasó hace años.

- ¿Qué? —hablé confundida—.

Mingyu: Bueno, no me quería quedar con la duda del porqué aquellas personas estaban tras nosotros, así que me puse a investigar y ahora sé todo —soltó un suspiro—.

Mingyu: Todo empezó cuando nuestros abuelos eran jóvenes y comenzaron con una pequeña mafia que años después se hizo la más grande y poderosa de todo Corea, cuando nuestros padres nacieron ambos trataron de dejar aquella mafia y hacer las cosas bien, se suponía que jamás volverían a acercarse a ninguna de sus familias pero aquella promesa se rompió y mataron a mi abuelo.

Se separó un poco y tomó algo de aire para volver a hablar.

Mingyu: Tu abuelo vengó la muerte del mío y se volvió a hacer un trato donde no afectaría a las futuras generaciones y así fue, pasaron unos años pero un ambicioso quería más y tu padre tenía algo con más valor que ni siquiera él sabía, así que ese día que se juntaron en aquella mansión trataron de sacarle aquella cosa valiosa pero él no estaba al tanto de eso. Así que ya sabes qué fue lo que pasó después, esos idiotas le quitaron la vida a tu padre y trataron de volver para llegar a ese papel que era más valioso que la mafia que tenían.

Mingyu: Y bueno, después de todo esto con ayuda de mi padre y de Wonwoo...

- ¿De Wonwoo? —fruncí el ceño—.

Mingyu: Sí, de Wonwoo. Con ayuda de ambos logramos encontrar aquello de gran valor y con las evidencias dieron con la persona que estuvo en el segundo mando y los arrestaron 
—sonrió— así que ya todo terminó.

- ¿Y qué era lo que buscaban?

Mingyu: Aparte de que ahí venían datos de esa persona y de cómo podíamos acabar con todo esto, también había una ubicación y resultó que ahí había mucho más dinero que toda Corea podría tener y ellos querían eso y que no se diera a conocer el paradero de aquel imbécil.

Tardé un poco en procesar todo lo que había dicho, o sea que todo este tiempo buscaban un simple papel que terminó acabando con la vida de varios.

- Yo, mmm, no sé qué decir —me tapé la cara de lo avergonzada que me encontraba— perdóname, no quise hacer esas suposiciones.

Mingyu: Está bien, tenías tus razones princesa, fui un completo idiota, así que no tienes porque disculparte. Yo te pido una disculpa a ti por haberte ocultado todo y no darte ninguna explicación.

Aclaramos unas cosas más y nos disculpamos por pensar y hacer aquello sin decirnos nada.

Desviándonos un poco, aquel dinero fue repartido entre ambas familias y una parte por decisión nuestra, fue donado a fundaciones para niños, animales, gente con algún tipo de cáncer y personas que no tenían una vivienda.

Después de aquella pequeña "discusión" salimos a dar un paseo y a celebrar que hoy cumpliamos un año y medio juntos.

[.]

- No, este no me gusta para nada
—hice una mueca de desagrado—.

Morgan: Pero, ¡agh! Vamos Tn, es el doceavo vestido que te pruebas y no te gusta, ¿saben qué? Me doy por vencida, ya no puedo más con esta presión.

Amelia: No seas exagerada Mor, mejor dile a la señorita que nos muestre más.

- Que niña tan agresiva —miré a Morgan salir—.

Amelia: Sabes que se desespera fácilmente pero tiene razón, es el doceavo vestido que rechazas.

- No es tan fácil escoger uno
—respondí sin ánimos—.

Señorita: Bien, señorita Jeon, le mostraremos algunos vestidos similares a como lo quiere pero también podemos mandar a hacerle uno como usted lo desee —sonrió—.

Morgan: Muéstrele los vestidos y después vemos si se manda a hacer uno o no.

Reímos ante la reacción de Morgan que ya se encontraba frustrada y con mucha hambre.

Una hora exactamente pasó cuando caí rendida, tanto las chicas como yo, nos encontrábamos estresadas, jamás creí que escoger un vestido de novia sería tan difícil. En eso, las puertas se abrieron de golpe haciendo que nos asustaramos.

Somin: Vaya, ¿tan difícil es esto, Tn? —rio mi madre—.

- Bueno, es que...

Somin: La señorita Kang me llamó diciendo que aún no te habías decidido y que ninguno era de tu agrado —se cruzó de brazos— ¿Tan malos son mis diseños Jeon Tn?

Amelia: No, no, no es así señora Jeon, sus vestidos no son el problema, son bellísimos de hecho, el problema es la novia —se tiró de forma exagerada al sillón—.

Puse en blanco mis ojos y me tiré al suelo.

Entonces, observé a mi madre unos segundos y sonreí al verla, a decir verdad todos sus vestidos eran bonitos pero no alcanzaban mis expectativas.

- Mami —me acerqué a ella con cara de perro triste— ¿podrías hacérmelo como yo lo quiero?

Somin: Sólo cuando quieres algo pones esa cara de perro aplastado, además, no por algo te traje aquí
—golpeó mi cabeza—.

- ¡Gracias! No sabes cuánto te amo
—reí—.

Somin: Entonces, manos a la obra niñas.

Estuvimos tomando medidas y le dije a detalle cómo era lo que quería, algo elegante pero no glamuroso, ya que eso no iba conmigo, esta vez no podría usar un vestido negro siendo que una vez en mi vida tenía que usar algo de diferente color, además es mi boda no mi maldito funeral.