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Negué varias veces y este soltó una pequeña risa haciendo que mi expresión cambiara.


- ¿Qué? —dije con una sonrisa—.

Mingyu: Bien, tú ganas pero...

- ¿Pero?

Mingyu: También dormirás aquí.

Lo dijo tan simple haciendo que me pusiera bastante nerviosa.

Mingyu: Cada quien con su espacio, no te preocupes por eso. Además —su mirada se posó en el piso— no quiero sentirme solo.

Y ahí fue cuando sentí aquella oleada de tristeza, me acerqué hasta él y lo tomé de sus suaves manos para acercarlo a mí; Su nariz estaba pegada a la mía y sentía a la perfección su respiración, esta cada vez era más fuerte y ambos cerramos los ojos, no hice ningún otro movimiento ya que era algo tímida como para hacerlo.
Mingyu soltó una risita para después juntar nuestros labios moviéndose lentamente.

Cuando nos separamos puso su frente con la mía y vi que sonrió haciendo que imitara aquel gesto.

Mingyu: Es hora de dormir, princesa —dijo con una linda sonrisa—.

¿Cómo me llamó? ¡Ah! Voy a morir. A decir verdad, a como me encuentro en estos momentos diría que soy la princesa fiona.

Asentí con un leve rubor en ambas mejillas y fui hacia mi armario para sacar algo para él, sonará raro pero a veces suelo usar pijamas de hombres y extragrandes ya que que son demasiado cómodas. Saqué una que estaba nueva y se la di, Mingyu me miró raro y le expliqué el porqué la tenía.

Tomó la pijama y se fue al baño para así cambiarse, agradezco al cielo que sí pensó y se fue a cambiar allá ya que de no ser así creo que ya habría formado una laguna de toda la baba que saliese de mi boca. Sé que sonó asqueroso pero es la verdad.

En fin, salió y cada quien se acomodó de esquina a esquina para que ninguno se sintiera incómodo.

...

A la mañana siguiente me desperté al sentir un brazo rodear mi cintura haciendo que me sobresaltara un poco, me giré quedando frente a frente con Mingyu y este dormía plácidamente, se veía relajado, se veía bastante lindo y no sé porqué lo estoy mirando, me giré de la pena que sentí y escuché una risita de parte de él.



Mingyu: Buenos días tn.

Su voz era muy ronca y a la vez tierna. Sentí que mis mejillas ardían por el hecho de que me vio viéndolo y yo pensando que estaba dormida.


- Buenos días Kim.

Mingyu: ¿Por qué me dices así? —dijo volteándome— para ti soy guapo, sexy, mi amor, cariño o Mingyu —se llevó una mano a la barbilla y entrecerro sus ojos— Aunque no suena muy bien lo última.

Solté una risa y me dio una sonrisa de lado haciéndolo ver aún más guapo de lo que ya es.

- Ajá, mejor levántate y vamos al baño —me miró unos segundos y habló—.

Mingyu: Claro, guapa —guiñó un ojo—.

Al notar su cara pude notar que mis palabras podrían malinterpretarse, negué rápidamente y rio.

- ¡Agh! No me refería a eso, menso. Te daré un cepillo y no sé si quieras lavar tu feo rostro.

Mingyu: Mmm, bien pero de feo no tengo nada y lo sabes perfectamente.

- Ajá —rodé los ojos— No empieces a caerme mal Mingyu.

Nos levantamos y cada quien hizo su rutina diaria, al terminar le dije que iría por algo de desayunar y que por favor no saliera de aquí.

Mingyu: Lo sé, no quiero ser golpeado por el orangután de tu hermano
—dijo refiriéndose a Wonwoo— y menos meterte en problemas.

Me reí ante la referencia a mi hermano y golpeé su hombro.

- Bien, ya vuelvo.

Al bajar ya se encontraban los dos  y les di los buenos días, le dije a la señora de la cocina que quería más waffles de lo normal y en un termo más grande me diera una malteada. Tanto ella como mis hermanos me miraron raro haciendo que me escogiera de hombros.

Jungkook: ¿Qué? ¿estás embarazada?

- ¿QUÉ? —Dijimos al mismo tiempo Wonwoo y yo—.

Jungkook: Bueno, es que todo eso es demasiado y a no ser que...

- Cállate, nada de eso Kukencio, es sólo que —tuve que pensar bien lo que iba a decir, esto sí que era sospechoso— ando en ya sabes, cosas de chicas.

Ambos abrieron los ojos y se disculparon, asentí y me esperé a que estuviera el desayuno mientras me sentaba fingiendo un poco de dolor. A los minutos ya estaba listo y ambos también habían terminaron.


Wonwoo: Pequeña te haremos compañía para que no te sientas sola.

Tomó la bandeja y le di un manotazo.

- Perdón hermanito, aprecio tu gesto pero es que, es que no quiero que me vean así, además, comeré tanto que me dará vergüenza que me vean
—dije haciendo un puchero—.

Wonwoo me dio un abrazo y después depositó un beso en mi frente.

Wonwoo: Bien, pero si necesitas algo no dudes en enviarnos mensajes, ¿sí?

Asentí y le di un beso en su mejilla izquierda y luego Jungkook se acercó e hice lo mismo.


- Los amo mucho —dije frunciendo mi nariz de forma tierna—.


Salí con una gran sonrisa y me dirigí a mi habitación, antes de entrar volteé a ver si no había alguien y entré. Dejé la bandeja en la mesa de centro y entré al baño. Él se encontraba sentadito en un banquito que tenía y me dio ternura, parecía un niño pequeño esperando a su mamá.

- Listo, puedes salir.

Se levantó y me dio una sonrisa, salimos y nos pusimos a desayunar.


- Creo que más tarde tendrás que irte —me llevé una mano a la barbilla— a no ser que quieras brincar desde el balcón, aunque pensándolo bien, la caída sería de unos cuántos metros y si todo sale bien por lo mínimo te quebras una pierna o un brazo y si sale mal pues sería una muerte segura o dejarte en coma y despertar sin memoria.


Lo dije tan simple que Mingyu me miró extraño y con incredulidad en su rostro.

Mingyu: Bien, creo que es mejor quedarme —dijo con una leve sonrisa—.

- Okey.

Después de eso se sentó en la cama y su rostro cambió de estar feliz a una toda deprimida. Apenas iba a decir algo cuando habló.

Mingyu: Cuando le dije que lo sabía todo él sólo me miró y creí que me golpearía, lo peor fue que no tuvo el valor de aceptarlo. Mi madre escuchó todo y jamás dijo nada.


Entre sollozos me contó lo que pasó ayer por la noche, me sentí.mal por él y también por el hecho de que a ambos nos afectaba y mucho. Le di un abrazo que fue correspondido al instante.

LOVE IS THE TRUTH / Kim Mingyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora