Treinta y tres

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VAMPIRO BELIEL

—!Algo anda mal! —dije parando de correr.

Nuestra velocidad aumentó por un buen rato, estábamos frente al castillo de Spencer MacGregor.

Mi interior entró en un proceso raro. Notaba algo que me hizo parar de golpe.

—¡¿Qué ocurre?! —me preguntó Jin al volverse y parar en seco, vino corriendo hacia a mí.

—Es Alison —cerré los ojos para saber de qué trataba aquello, sus gritos desgarradores resonaban en mi cabeza, su angustia me hacía daño.

Tal sensación nunca la había sentido antes, era como si estuviese conmigo a mi lado pidiendo mi ayuda desesperadamente.

Mi amigo tocó mi brazo para que lo mirara, pero yo seguí con ellos cerrados. Necesitaba saber lo lejos que estaba de mí.

—No puedes sentirla, eso es imposible porque estará en el mundo de los vivos —sabía a lo que se refería SeokJin.

Un mundo y otro no estaban conectados, y ella estaba en el suyo mientras que yo estaba aquí en el mío.

¿O es que no era así? ¿O es que en realidad estaba cerca de mí?

Abrí los ojos de golpe, Peter y Jin estaban mirándome atentamente.

—¡Está aquí! —les dije girando mi cuerpo en mi mismo eje, miré todo mi alrededor desconcertado.

—Necesitamos alimentarnos —dijo de pronto Peter con lástima—. Es que no puedo más Jungkook.

Me moví de forma despiadada y lo cogí del cuello. Abrió los ojos y me miró con miedo.

—Estoy harto de tus lloriqueos —Jin me cogió de los brazos con fuerza.

—¡Basta Jungkook! ¡Suéltalo!

—¡Tienes que ser un hombre de una vez Peter joder! ¿No ves que a veces aún pareces un niño?

Respiré agitado y lo solté. Cayó al suelo y se alejó de mí arrastrando su cuerpo. Tal vez me pasé con él, pero tenía que saber defenderse por sí solo y eso me tenía de los nervios desde hace mucho, exploté en el peor momento.

Apreté mi cabeza y quise parar la agonía que Alison tenía ahora y llegaba a mí para hacerme sentir muy ansioso por encontrarla. Estaba sufriendo donde fuera que estuviera, tenía mucho miedo.

Salí corriendo sin decir nada, pasaban los árboles a mi paso a gran velocidad. Tenía que entrar en el castillo, ella estaba allí presa del tipo que le haría daño, me di cuenta por la dirección de mis pensamientos que al fin me dieron la pista de dónde se se encontraba.

Llegué y le di un fuerte golpe a la puerta, todo estaba en silencio de pronto. Ya no podía oír nada. ¿Me habría equivocado?

—Beliel —mi nombre vampírico fue pronunciado con un tono estúpido.

Spencer me miraba con una sonrisa y demasiado tranquilo no muy lejos de donde yo estaba. ¿No entendía que ahora era yo un depredador despiadado que le habían tocado lo suyo?

—¿Dónde está? Y como le hayas hecho daño no querrás existir —dije con todo mi interior convirtiéndose en el demonio más despiadado.

—Metida en mi ataúd —lo dijo despacio mientras me observaba, su sonrisa tenía que desaparecer de su cara, yo lo haría sin sentir culpa alguna. Más bien dicho iba a disfrutar haciéndolo.

—Es mía y lo sabes, no puedes tenerla contigo, todo está ya sentenciado a mi favor —no es que quisiera que me entendiera, solo es que le estaba diciendo el porqué había decidido destruirlo.

—Ya lo sé, lo has dejado claro con la actitud que tanto odias de los demás, está en un estado de conversión y sabes que eso es malo para ella  —vino hacia mí—. Al final decidiste hacerla tu perra particular, no podía creerlo hasta que vi tus mordiscos en su cuerpo, no tuviste bastante con el de la impregnación ¿Verdad Beliel? Tu autocontrol te abandonó al final —se reía de mí con grandes carcajadas.

—Tú no sabes nada —le respondí sacando mis colmillos.

—¿Qué harás cuando sea un neonato? ¿Qué harás cuando quiera matarte? ¿Podrás golpearla para pararla? No podrás pararla sin maltratarla y no te veo yo a tí con esa actitud de posesión hacia ella —dijo con una sonrisa maliciosa.

—No se hará vampiro, no te preocupes...no si puedo evitarlo —le dije acercándome aún más. Nuestro reto conjunto acabaría en una pelea encarnizada.

—¿Morirás por ella? —se quedó serio y después emitió una carcajada—. ¿Vas a entregarle la parte de alma que te llevaste? No puedo creerlo, eres un iluso y un idiota.

—No tengo tiempo de decirte lo que haré o no haré. Solo he venido a matarte...

Cogí su cuello con mi mano y apreté fuerte. Le di un mordisco en el cuello.

Rugió y me dio una patada en el pecho que me hizo caer impactando en el suelo.

—¡Bastardo! —me gritó poniendo su mano en la parte que le faltaba de su carne podrida.

Yo reí y me abalancé de nuevo para agarrarlo por su torso. Lo tiré contra la pared de roca y gruñó por el dolor. Después cayó al suelo dolorido.

Me subí en él y metí mis dedos en su boca, cogí su mandíbula y se la abrí todo lo que pude, atrapé su lengua y se la arranqué. Retorció su cuerpo cuando lo agarraba yo con el mío.

—Ya estoy arto de que me llames de esa forma, eres un jodido gusano, y como tal te voy a pisotear y desmembrar.... dejarás de existir hijo de satanás —le dejé el cuello retorcido.

Quedó sin fuerzas y me miraba.

—Te metiste con algo que no dejo que toque nadie, lo mío es sagrado y eso lo sabías —metí mi dedo en uno de sus ojos y presioné hasta que salió de su lugar—. Ella es mía, has sido un iluso pensando que podías vencerme —le saqué el otro y me acerqué a lo que aún conservaba, su oído—. Soy Beliel, El Segundo en éste mundo infernal en el que vivimos, el sucesor del creador, el que mandará en todas las criaturas de la noche y ella es mi elegida, se te olvidó y por eso vas a desaparecer como el perro sarnoso que eres.

Me levanté y salté sobre él hundiendo su pecho.

—¡Jungkook!

Miré hacia atrás, eran Peter y SeokJin.

—¡Termina el trabajo Jin! —me alejé y lo miré—. Hazlo desaparecer.

Me fui de allí sin saber dónde buscar, solo sabía que se encontraba dentro de un ataúd.

Me metí por todas las habitaciones, entraba y salía por las estancias tan deprisa que creí que podría colapsar. Llevaba mucho tiempo sin alimentarme, mi cuerpo estaba cansado y yo ansioso por probar la sangre.

Y al abrir otra, allí a un lado cerca de la pared de piedra, estaba el ataud de madera.....

Y al abrir otra, allí a un lado cerca de la pared de piedra, estaba el ataud de madera

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Vampire JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora