Treinta y cuatro

3.8K 318 15
                                    

—¡Jungkook! —le dije al verlo allí a mi lado sentado en un gran sillón de piel marrón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Jungkook! —le dije al verlo allí a mi lado sentado en un gran sillón de piel marrón.

—Dime —su voz áspera y con un carácter seco me desconcertó, se veía distinto desde que lo conocí. Tal vez un poco igual que cuando me abordó aquella noche que nos conocimos. Sus ojos estaban muy oscuros por estar en su forma humana, si hubiera estado convertido en un vampiro los tendría totalmente rojos.

Estaba bebiendo algo y con una actitud tan seria que no me gustaba.

—¿Dónde estoy? —me incorporé y me di cuenta que estaba acostada en una enorme cama.

Los libros que rodeaban la estancia me dejaron claro el lugar en el que estaba.

—Es mi habitación, la de mi oscuro mundo, te traje cuando te saqué de aquel asqueroso ataúd —tensó su mandíbula y apretó los dientes. —Ya no volverá a hacerte daño, lo hice desaparecer, a ese hijo de puta ya no lo volverás a ver nunca más —bebió un trago largo del vaso que sostenía en sus manos.

Lo dijo con amargor, no le había gustado hacerlo, se le notaba demasiado.

Me senté en la cama y mis piernas quedaron colgando, parecía una niña sentada en algo muy alto.

—Ese vampiro me dijo algo que...

La risa amarga de Jungkook apareció y me hizo callar de golpe. Tenía sangre en su cuello y en su barbilla. Sus colmillos también se veían del mismo modo. No tenía miedo de la escena que representaba porque era la persona que amaba, pero un desconcierto y una desilusión empezaron a revolotear por mi cuerpo.

—Crees que soy un monstruo, ¿Verdad? —dijo de pronto—. Tanto que has luchado por no creerlo y ahora tu mente te dice que estabas equivocada —me repasó por completo—. Me acabo de alimentar y mi presa sufrió mucho, no pude controlarme —respiró muy profundo.

Por primera vez no escondía lo que era, no intentaba hacerme sentir bien, ni hacía que no tuviera miedo de lo que representaba.

—¿Es verdad? —le pregunté con miedo—. Lo que me contó...

—Sí...te dijo la verdad —lo soltó rápido sin dejar que le explicara de qué se trataba. Lo sabía, entendió al instante.

Nos miramos por un momento, no sabía lo que hacer ni lo que sentir. Mi pecho se hundió.

—¿Porqué? No entiendo nada, no sé qué creer ahora, me has decepcionado —me sentí tan mal, era mi madre y mi padre.

Me privó de toda mi vida y de mi infancia, hizo que tuviera que sufrir en aquel maldito orfanato.

—Soy un vampiro Alison, en eso nunca te he engañado, sabes que no quise estar contigo como un hombre lo hace con una mujer, fuiste tú la que me obligaste —creí por un momento ver un atisbo de arrepentimiento ante sus hirientes palabras, pero duró un segundo, después volvió a su gélida apariencia.

—¿Me vas a abandonar? ¿Es eso verdad? —era eso, quería que lo odiara.

—Voy a devolverte lo que es tuyo y no tenía que haberte arrebatado —dijo como si yo supiera de qué se trataba.

—¡No quiero que me dejes! —le grité.

—¿Vas a comportarte de forma tan patética? —se rió de mí—. Yo nunca fui tuyo, creo que te equivocaste, eres una tonta soñadora y yo un asesino, una mezcla peligrosa de la que no quiero hacerme responsable.

Me levanté tan deprisa que en cuanto mis pies dieron con el suelo pude notar en qué estado estaba mi cuerpo. Me dolía tanto que me eché hacia adelante y emití un quejido.

—¡Haz el favor de sentarte otra vez! —fue una dura advertencia, se levantó y dejó el vaso que tenía en la mano en una mesita redonda que tenía a su lado—. No estás bien, ¿No lo ves? —quiso acercarse.

Lo miré dolida por la pasividad que demostraba de repente con sus palabras para luego hacer con su actitud otra cosa diferente, paró de moverse y al final no se acercó.

—¿Y que te importa a ti que me duela? ¡¿Eh?! ¡Dime! —le grité—. Creí que ibas a estar arrastrado a mis pies pidiendo perdón y sin embargo me miras con superioridad —mis palabras sonaban dolidas e hirientes porque quería que se sintiera como yo me estaba sintiendo.

—Yo no tengo sentimientos y lo sabes, en eso nunca te he engañado, los seres como yo solo tenemos instinto depredador con nuestras víctimas, solo es eso Alison...

—Eres un...

—Monstruo lo sé, eras tú la que no lo sabías y te  has hecho una película tonta en tu cabeza...

Sentí tanta decepción, tantas ganas de irme de allí y no verlo más. Pero tenía que aguantarme hasta que me transportara a mi mundo.

Me llevaban y me traían a su antojo de un lado a otro como una simple marioneta que movían sus hilos sin tener en cuenta mis sentimientos.

—Llévame a mi casa —le dije en tono neutral, cómo si me importase una mierda ya todo.

—Es mejor que me odies aunque no lo creas —lo miré y sus ojos se habían tranquilizado.

—Ahora no sé ni lo que siento por tí, pero tienes razón, el odio me hará ser menos ingenua —quise llorar pero pude controlarme—. Me expuse demasiado a tí, me conocías y desde un principio hiciste como si nada, ¿Fue parte de tu plan? ¿Desde cuando me conoces? Quiero mis recuerdos, al menos me debes eso Jungkook.

Se tensó y dió dos pasos atrás.

—Nunca te los voy a devolver, lo siento —se negó en rotundo.

—¿Me vas a privar de recordar a mis padres —me estaba poniendo enferma por su tranquilidad.

—Sí lo siento, soy un mal animal.

—Te odio, y mucho.

—Vamos por buen camino, eso es lo que quiero...

Alguien nos interrumpió, era la Samantha. Cerré los ojos por lo que iba a tener que presenciar, por el dolor que estaba soportando y por saber que ésta vez no me iba a consolar.

—Jeon —le dijo y entró por completo.

—¿Qué quieres? —al menos su tono fue seco.

—Todos estamos ya reunidos —su voz aterciopelada no tenía nada que ver con la mirada altiva que me dedicó.

—Ahora iré —no la miró, tenía los ojos en mí.

Me senté en la cama de nuevo derrotada. —Quiero que me lleves a mi apartamento.

—En cuanto termine con ésto lo haré no te preocupes...

Allí me quedé sola de nuevo, mirando absorta y sin fuerzas por el enorme ventanal...

Allí me quedé sola de nuevo, mirando absorta y sin fuerzas por el enorme ventanal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Vampire JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora