Cuarenta y nueve

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JUNGKOOK

Recuerdos que me vienen para hacerme entender que había cometido muchos errores.

No era la mejor etapa de todas, no se asemejaba a ninguna de las que había vivido y tampoco podía hacer lo que mi mente y mi existencia me dictaban.

Alison se cruzó para volverme de nuevo al infierno del que quise escapar. Una mujer en apariencia y una niña en actitud. Nada de lo que conocía hasta ahora se asemejaba a su carácter, su sonrisa y su amabilidad conmigo.

¿Que hacer con todo eso? ¿Cómo actuar ante algo que me venía grande? ¿Quién no amaría a un ser tan especial como ella?

Me defendía a mí, me hacía creer que no era un monstruo. Lo hacía sin importarle nada más.

Casi consigo creerlo hasta yo mismo, creí en el tiempo que la conocí y estuve con ella, que era esa clase de hombre respetable. Alguien serio que veían pasar por la calle vestido con traje caro, tenía negocio propio y paseaba solitario por las calles de la ciudad.

Pero eso era solo un espejismo.

SOY BELIEL...¡MALDITA SEA!

Jungkook estaba desapareciendo. Mi nombre humano se estaba disipando poco a poco después de haber resurgido por unos cien años. En ese periodo la conocí siendo solo una niña.

Tan pequeñita era, que me miraba desde abajo queriendo ver mi rostro cuando llevaba mi gorro de pescador. Metía su carita y alzaba sus ojos castaños hacia arriba.

Me estremecía al recordarlo, y eso que aquí estábamos en invierno. Ella estaría en otoño allí donde estaba ahora.

Y a día de hoy, por todo lo que tuve que hacer por ella, volví de nuevo a mi infierno anterior. Por salvarla me hicieron regresar a lo que no quería volver a rememorar, sabía que todo iba a resurgir de nuevo... Y así ha sido.

Soy Beliel, un ser despreciable que cayó después de convertirse en vampiro en un consumo de sustancias ilegales de humanos, vivió martirizando al enemigo porque mi mentor vio en mí al más desalmado de todos. A su segundo, a un asesino despiadado y a su asqueroso sucesor.

Días enteros matando y torturando hasta que me di cuenta que era un asco de existencia. Hasta que caí al lodo por completo.

Pero alguien creyó en mí.

Un vampiro que tenía el poder de la seducción y el aspecto de un alma tranquila sin tener una dentro de su cuerpo.

KIM SEOKJIN

Es el que me ayudó y me hizo ver que los sentimientos humanos aún estaban en mi interior, que no se habían extinguido

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Es el que me ayudó y me hizo ver que los sentimientos humanos aún estaban en mi interior, que no se habían extinguido. Que podía sacarlos desde lo más hondo hasta la superficie.

Después vino Peter, un chico que me necesitó cuando estuvo a punto de morir en aquel bosque. Intranquilo, grande de cuerpo para su edad humana y un total desastre para recordar las normas que le dictaba yo.

Vampire JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora