Sweet lies [Hyunmin]

Capítulo 11 🍭

El castaño entro al auto del rubio temblando por el frío. Hyunjin encendió la calefacción para neutralizar la temperatura. En el auto tuvo la oportunidad de observar mejor al castaño.

Seungmin era adorable; vestía un pequeño gorro de lana, un abrigo dos veces más grande que él mismo, pantalones blancos y cómodos junto a una enorme bufanda marrón. Sus mejillas y nariz levemente contorneadas por un rojo cerezo producto de la temperatura lo hacían ver diez veces más tierno; en resumen: se veía precioso para su cita.

Conversaron en el transcurso, haciendo una parada en la cafetería cercana porque Seungmin necesitaba café.

Café más Seungmin, era igual a Seungmin feliz. Lo que equivale a un Hyunjin satisfecho.

Conducieron al rededor de una hora. El viaje no era  pesado por la compañía de Seungmin contando experiencias o cantando canciones de Day6 y Baekhyun cuando aparecían en el playlist.

—Hemos llegado. —

Hyunjin se estacionó y bajo junto al castaño quién miraba confundido.

—Me estás jodiendo. —Seungmin no pudo ocultar su expresión de sorpresa.

—No; entremos. — Seungmin detuvo a Hyunjin antes de que diera un paso más.

—¿Cómo carajo encontraste un festival de terror, si estamos en diciembre?. — no iba a mentir, había sido muy difícil encontrar uno en plena época navideña, visitó cientos de sitios web durante más de dos horas hasta que por fin encontró el lugar perfecto para una cita. Hyunjin sabía lo mucho que Seungmin amaba el terror clásico y los parques de diversiones, así que concluyó, sería perfecto unir ambas cosas para tener un buen resultado; aunque eso implicará terminar llorando de miedo al final del recorrido, si no es que antes.

—Ven, iniciemos por aquí — Seungmin exclamó con emoción, no obstante Hyunjin se detuvo cuando el castaño lo sujeto del brazo.

—No creo que pueda soportar eso. — trago saliva pesadamente mirando el inmenso juego mecánico repleto de payasos monstruosos.

—Hyunjin, tú escogiste el lugar. —

—Si, pero no imagine que fuera así. —

—Es un festival de terror, no un jardín con mariposas, aun podemos regresar si quieres. — lo miró con desilusión.

Seungmin jamás había asistido a un festival de terror a pesar de ser gran fanático de ello, sus amigos nunca accedieron en acompañarlo. Nunca quiso asistir sólo porque siempre creyó que se disfrutaba más con compañía.

Hyunjin pudo notar la mirada decaída del castaño, con mucha esfuerzo tomó la mano de Seungmin, dando un largo respiro, lo que le esperaría esta noche.
—Está bien, vamos —
Seungmin soltó una pequeña risa por ganar la discusión; como si de un cachorro se tratase corría  entre la gente sujetando firmemente la mano de Hyunjin.

                                              [... ]

Después de la primera atracción, no sabía con exactitud si el rubio temblaba por el frío o miedo.
Descartó la segunda poniendo su gorro en la cabeza de Hyunjin.

—Te ves adorable— las mejillas de Hyunjin se inundaron de un carmesí al ser presionadas delicadamente por Seungmin. No le dio tiempo de objetar porque fue llevado involuntariamente a otro juego.

Hyunjin jamás había gritado tanto en su vida, no pudo contenerse a gritar cuando dos hombres de apariencia zombie se sentaron en cada lado encerrando a Hyunjin y Seungmin en el medio, mientras el bagon subía.

No sabe con exactitud si gritó porque ambos zombies le miraban de una manera espeluznante, o por la adrenalina cuando en la punta final de la montaña rusa el carrito bajo.
Sostuvo con fuerza la mano de Seungmin por impulso a la par en que ambos gritaban. Al menos no era el único que lo hacía.

—Fue divertido. — Seungmin exclamó.

—Claro, divertido. — Hyunjin trato de regular su agitada respiración después del juego.
Pará después proseguir a las demás atracciones. Sería una larga noche.

—Hagamos una pausa, y después podemos continuar. — miro la hora marcando las nueve.

—Vayamos a comer. — pararon en uno de los pequeños restaurantes dentro el evento.
Ordenaron pollo y se rieron recordando algunas de sus atracciones favoritas. Hyunjin imaginó un espectáculo horrible, sin embargo disfrutó la adrenalina en cada juego lleno de monstruos.

En la última atracción de la noche, entraron a una casa de terror. En comparación a los juegos, la casa parecía aburrida, no la iba a juzgar antes de entrar.
—Tienen que entrar esposados— el encargado señaló el cartel con las reglas de la casa.

—¿Qué acabas de decir?— Hyunjin detuvo a Seungmin.

—Si no te sientes cómodo esposado a mí, siempre podemos ver otras opciones. —

—No, esta bien. Yo quiero entrar. —

Una vez esposados recibieron una linterna y un mapa del lugar que contaba con varias zonas.
—Disfruten el viaje. — exclamó el encargado.

—Vaya que lo disfrutaremos. —

Hyunjin gritaba cada que sentía un mínimo movimiento provocando carcajadas del castaño. Una linterna no era suficiente para el par. Hyunjin asignado como el encargado de la linterna perdió el objeto a la mitad del recorrido cuando una mujer simulando un espíritu los hizo correr y gritar maldiciones.
Al menos iban esposados, de otra manera se hubieran separado y perdido. Hyunjin grito cuando un payaso se acercó, ocasionando que tropezara y por consecuencia que Seungmin cayera encima del más alto.
Ambos cerraron los ojos por el impacto del golpe y los abrieron encontrándose entre la oscuridad cuando sus labios se rozaron levemente entre sí.
No le dieron importancia hasta terminar el recorrido. Cuando quitaron las esposas y sus manos se liberaron Seungmin encaró a Hyunjin.

—Me besaste. —

—Yo no te bese. —

—Tus labios tocaron los míos, definitivamente eso fue un beso. —

—Eso no es un beso. — Hyunjin respondió con obviedad.

—Señor sabelotodo, ¿qué es un beso? —

—Un beso es así.—

El rubio lo jalo de golpe cortando la respiración del castaño en el instante que lo beso.

🖇️🍭

Claro que iba a poner el cliché de la casa de terror porque soy fanática del mismo. Gracias por leer <3
Cualquier error no duden en hacérmelo saber.