𝟏. 𝐀𝐦𝐞𝐫𝐢𝐜𝐚𝐧𝐨 𝐲 𝐭𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐟𝐫𝐚𝐦𝐛𝐮𝐞𝐬𝐚.

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❝Sin ti, el frío y amargo sabor al final del café, cobra sentido ahora, chica ❞
━ Coffee - BTS.

•••

El silencio en el corto recorrido hacia a cafetería abundó más que las palabras a causa de la timidez o el conocerse recién. JungKook estaba un tanto avergonzado por haber molestado a Ayla, pero se sentía mejor al saber que podría recompensarle, aunque sea, con un postre del gusto de ella.

De repente, observándola de reojo en cada detalle minúsculo, todo inconscientemente. La cuestión es que solía ser una persona un tanto introvertida, alguien difícil de sorprender cuando de personas nuevas se tratase. Sobre todo con las mujeres.

No sé clasificaba como un don Juan, pero tampoco pasaba desapercibido por los demás. Su aura de inocencia amable llamaba la atención de cualquiera, al igual que su imponente imagen de chico rudo, tal vez por su altura —siendo que en Corea apenas alcanzaba el estándar— o su entrenado cuerpo gracias a las clases de boxeo como forma de canalizar su estrés.

La cuestión era que Ayla se le hizo sumamente interesante desde el momento en que lo ayudó con Bam en el parque. Cualquier otra, hubiera escapado ante la bestia canina, chillado culpándolo de alguna herida o buscando desesperadamente su atención junto a su número de teléfono.

No entendía que veían en él de atractivo cuando se consideraba alguien normal y algo tonto.

Es como se sintió al lado de ella quien vestía casual, pero elegante, cuando, en cambio, él parecía un vagabundo zarrapastroso. Regañándose mentalmente por llevar su cabello largo y despeinado en vez de tenerlo corto y arreglado o llevar ropas varios talles más grande como si fuera un indigente.

En su defensa, se suponía que solo saldría a pasear a su perro por un rato, para luego volver, a la comodidad de su sillón donde había dejado una partida de League of Legends a medio jugar. Sin saber que se encontraría con una linda chica a quien invitó a tomar algo.

Se detuvieron frente a una cafetería de nombre Mouse Rabbit, se veía bastante bien. En realidad, a JungKook le gustaba mucho el ambiente sobrio del lugar decorado con pequeños árboles contrastando con las paredes blancas.

—Ahm —miró a Bam sentado sobre sus patas traseras por un momento y luego a Ayla— no nos dejarán entrar con él, así que…

—Entra, yo me quedo, pide por los dos.

—¿Segura?

—Si.

El traspaso de la correa del canino hizo una pequeña chispa de electricidad en ambos, que disimuladamente fingieron no sentir ante los ojos del otro. No obstante, ahí estaba, cosquilleándoles en los dedos.

JungKook entró sintiendo en el interior el aroma a café y dulce, a canela y menta. Se dirigió hacia la fila de pedidos, por suerte, con pocas personas en ella. En la espera, volteó un par de veces hacia atrás, revisando que su mejor amigo no hiciera desastres con su nueva amiga.

Sorpresa es la que se llevó al ver a Bam relajado y tranquilo a los pies de la chica quien se encontraba sumida en su celular sentada en una de las mesas de afuera. Era extraño, ya que el animal no solía ser sociable con los humanos, era un tanto selectivo y verlo junto a la chica totalmente relajado lejos de su dueño.

A JungKook le hizo sonreír.

—¡Siguiente!

Presto atención al llamado de la chica en la caja. Ya la conocía, solía pedir su americano antes de entrar a la universidad o cuando se encontraba con Yoongi para cotorrear porque ante todo les podía el chisme.

𝑩𝒆 𝑴𝒚 𝑭𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 ᴶᴶᴷ  - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora