𝟏𝟏. 𝐋𝐚 𝐜𝐞𝐧𝐚.

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❝Nunca te dejaré ir, nunca me dejes caer. No te rindas, yo no me rendiré. Déjame amarte.❞
Let me love you - Justin Bieber.
•••


Ojeo las páginas del libro distraídamente, realmente ni siquiera sabía de qué trataba. Lo colocó en el estante junto a los demás, se cruzó de brazos frunciendo sus labios, resoplando. Volvió a tomar otro libro totalmente diferente, a su lado llegando uno de los trabajadores de la librería.

—¿Te dijeron algo mas?

—No, solo que Nam hyung mencionó en el grupo que tenemos en Kakao que se sentía decepcionado de los dos.

Luego del reflexivo descubrimiento por parte de TaeHyung, dónde debieron escuchar sus ofendidas palabras por no confiarle un secreto tan valioso. JungKook recibió unas pocas palabras por parte de Jin y Namjoon, del mayor, que algo se veía venir, de Nam, lo que el pelinegro le había dicho segundos atrás a la castaña.

—Son unos infantiles. —refunfuñó.

—Nena, no te preocupes. —la tomó de los hombros para que lo mire— Hablé con Yoongi hyung, él va interceder para hablar con tu hermano. Además, Jin hyung me dijo que la cena aún sigue en pie.

Sonrió al verla enfurruñada como una niña pequeña.

—¡JungKook!

Volteó sobre su hombro viendo a su supervisor llamarle.

—Debo irme.

—Hoy saldré tarde de la universidad. —peinó unos mechones que caían sobre la frente de su novio, verlo con el cabello largo atado en un chonguito le gustaba.

—Esta bien, te pasaré a buscar para llevarte a casa.

Se dieron un beso como despedida tomando distintos caminos.

Se hicieron las nueve cuando JungKook pasó a buscar a Ayla con el auto

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Se hicieron las nueve cuando JungKook pasó a buscar a Ayla con el auto. Últimamente, podía usarlo porque Yoongi se la pasaba más tiempo en la empresa trabajando que en el departamento, así que allí eran solamente él y su prima, quien volvía tarde y cansada de sus clases en la academia.

Se saludaron con un beso rápido en los labios, él extendiéndole un vaso de café americano caliente que había comprado con anterioridad saliendo del trabajo. Ya no nevaba, pero el frío aún demoraba en irse para darle paso a la primavera.

—¿Cómo te ha ido?

—Bien, tengo mucho que leer y estudiar.

Bebió un sorbo sintiendo el sabor amargo apenas a causa de la cantidad de azúcar. Su chico sabía que a ella le gustaba mucho lo dulce, y aunque le parecía demencial la cantidad de azúcar que colocaba a las bebidas como el café o té la complacía de todas maneras.

—Gracias por esto, mi Gukki-yah.

Alzó el vaso de plástico, ambos se inclinaron para darse un beso. Estaban detenidos en un semáforo en rojo.

𝑩𝒆 𝑴𝒚 𝑭𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 ᴶᴶᴷ  - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora