Casi perdida

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Erika: Bien, mamá, l-lo voy a intentar, pero no esperes mucho de mí - Forzando una sonrisa

Mamá: ¿Lo ves? No es tan difícil, estás progresando y lo harás bien, confío en ti.

Erika: Eso no significa que sea fácil, sabes. No me he acostumbrado a todo esto aún... sigue siendo raro para mí - Sintiéndose incómoda

Mamá: Ya lo harás, mi niña. Solo recuerda lo que te dije, ¿sí? Te quiero - Abrazándola - Anda, ten cuidado, no te vayas a caer esta vez.

Erika: Lo tendré - Riendo

Mamá: Te ves tan linda cuando ríes.

Erika: Ya, tampoco exageres - Dijo sin mirar

Un nuevo día para Erika ha comenzado, y las cosas para ella no serán fáciles desde ahora. Erick le ha prometido a su madre, y más importante, a sí mismo, pensar, expresarse y actuar como si siempre hubiera sido una chica, sin importar cuál sea la situación.

¿La razón? Una profunda reflexión de su situación, y los "beneficios" que tomar esta decisión conlleva. O por lo menos eso dice su madre, y Erick está convencido de ello. Si él empieza a pensar en sí mismo como Erika, los demás también lo harán, y eso es exactamente lo que quiere.

Ya nada puede cambiar lo que pasó, pero Erika sí puede cambiar lo que va a pasar. Ella se dio cuenta de que, si obedece a su mamá, sin importar que, tendría muchos menos problemas de lo que necesita, así que decidió hacerlo, por lo menos de mala gana hasta que acabe su castigo.

La "poca ayuda" que recibió por parte de Melanie, su mejor amiga, contribuyó a que tomara esta decisión. También optó por dejar de escribirle desde ahora, a pesar desde que no lo ha hecho desde ella arregló su cita con Daniel.

Volviendo a la actualidad, la atmósfera del camino a su colegio se siente menos pesada que antes, quizá por la decisión que ha tomado, quizá porque amaneció un poco más cálido que otros días, o quizá es solo su imaginación. De cualquier manera, se siente muy segura de sí misma, y nada le va a cortar las alas esta vez.

El miedo que siente es considerablemente inferior al de su primer día como Erika. Sus manos aún tiemblan, su mente sigue nublada al recordar el último incidente que tuvo, pero todo ello puede controlarlo. Durante todo el día de ayer trató de no pensar en lo ocurrido, pero de la nada llegaban a su mente pequeños fragmentos que la ponían a pensar.

Por otro lado, las acciones que tenia su compañero de clase, Daniel, de repente le comenzaban a parecer un acto muy amable, o quizás solo se sentía confundida porque pocas veces alguien había demostrado ser amable sin tener ningún propósito oculto.

Recordar aquella bochornosa situación solo la hacía llorar, por ello decidió pasar en su cama, lamentándose, sin más. Pero dejaría de pensar en todo esto, puesto que había decidido que este día se lo pasaría de maravilla.

Una vez dentro del salón de clases, se dio cuenta de que, al contrario de lo que pensaba, nadie la observaba, y ni siquiera notaron su presencia.

Había sufrido tanto solo por una idea de su imaginación. Se había enfrascado tanto en sí misma, que olvidó que los demás también tienen problemas. Dio un pequeño suspiro de alivio, y se sentó en su lugar, dispuesta a sobrevivir lo que resta del mes.

...

Daniel: Hey, Erika, ¿Qué tal todo? - Dijo aquel chico de rostro inconfundible

Hmm... no puede ser, sabía que en algún momento me lo iba a topar, ¿pero por qué tan temprano? ¿Por qué hoy? ¿Por qué ahora? Demonios.

¿Erick o Erika?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora