Erick es un chico un tanto... problemático.
Para variar, esta vez ha sido castigado de una manera diferente.
¿Cómo?
Será obligado a vestirse de chica, descubriendo eventualmente una nueva perspectiva del mundo que le rodea, dudando de si mismo, dud...
El reflejo del sol en mi ventana mantuvo a mi mente tranquila durante toda la mañana.
Casi toda la mañana.
Mamá: ¡Erika! - Aplaudió
Erika: ¡Aaah!
Mamá: ¿Estás bien? Has estado muy extraña desde ayer que volviste de la escuela.
Erika: No es nada, perdón. Solo estaba pensando en... - Se detuvo a pensar - En que después de hoy, muchas cosas volverán a ser lo que eran - Dijo cabizbaja
Mamá: Hmmm... entiendo como te sientes, Erika - Se sentó a su lado - Sé que tienes miedo de volver a ser como eras antes. También temes perder a tus grandes amigas y todo el progreso que has logrado hasta ahora. Eres una persona diferente.
Erika: ... - Asintió con la cabeza
Mamá: Pero Erika, no tiene porque ser así.
Erika: ¿Qué quieres decir?
Mamá: Nadie te obliga a dejar de ser tú, Erika. Si quieres ser feliz como la chica que has demostrado que puedes ser, entonces yo te apoyaré y guiaré en todo lo que me sea posible. Y si no, pues es tu decisión.
Erika: ¿Qué?
Las palabras de mamá... me desconciertan, pero al mismo tiempo plantan una semilla de duda en mí. ¿Y sí quedarme como Erika es la mejor decisión de mi vida?
¿Pero y si no? Es demasiado en qué pensar.
Mamá: No tienes que responderme ahora, cariño, solo piénsalo con calma - Acarició el cabello de Erika - Termina tu desayuno, tenemos un largo día por delante.
Apuesto a que sí.
...
La vista del camino fue muy bonita.
Sin embargo, no pude concentrarme en otra cosa que no sea la propuesta que mamá me hizo. Ciertamente es una idea interesante, ¿pero y si cometo un error?
Mamá: ¿Y? ¿Cuál te gusta?
Erika: Ehh... no sé, cualquiera estará bien.
Mamá: No, Erika, no debes escoger por que sí. Se supone que es un día especial para tus amigas y para ti, así que debes lucir bonita.
Erika: Está bien, mamá - Sonrió con algo de pena - Mira, este me gusta, ¿qué te parece?
Mamá: Interesante, ve a probártelo.
¿Qué tal si hago una mala decisión y me arrepiento por el resto de mi vida? No quiero tomar una opción apresurada, pero cada vez me queda menos tiempo para pensarlo y hay más presión en ello.
¡AAAAHH!
Mamá: ¿Acabaste?
Erika: Ya casi, pero no te vayas a reír.
Mamá: No lo voy a hacer, solo sal de ahí.
Erika: Está bien... ¿y qué tal?
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