Mamá: ¡Anda a cambiarte, niña!
Erika: Voy, ¡voy! - Acelerando el paso
Rayos, rayos, ¡rayos! No estaría tan tarde si no nos hubiéramos quedado jugando videojuegos y conversando hasta muy tarde... aunque debo admitir que fue una noche bastante divertida.
Olvida eso, Erick, solo debo de apresurarme, coger mis cuadernos y los... ¡espera! Estoy seguro que a mamá no le gustará que no me haya bañado... Mejor me apuro si no quiero que me dejen afuera. Tampoco es como si estuviera emocionado de usar ese shampoo que deja oloroso mi cabello a... ¡no sé! rosas, creo.
...
A ver, el uniforme, mis cuadernos, mi... sip, creo que que está todo, espero que sí.
Erika: Me voy mamá, ¡adiós! - Dijo antes de salir apurada
Mamá: ¡Ten cuidado!
Hoy me siento algo relajado, quizá por que la noche anterior la pasé de maravilla con Anaís y Adriana. No sé, me siguen preocupando algunas cosas pero... ¡aquí estoy! Otro día más como Erika y... todo va bien, creo.
En su trayecto al colegio, Erick piensa en el tiempo que ha pasado desde que empezó a usar faldas y demás artilugios femeninos. Si bien se siente incómodo, ha aprendido muchas cosas del mundo de las mujeres, e inconscientemente ha mejorado su comportamiento.
"Fue difícil al inicio, pero creo que ya le estoy agarrando en golpe...", pensaba para sí mismo, recordando aquellas ocasiones en las cuales, por vergüenza, no podía pronunciar palabra alguna mientras usaba aquella ropa que nunca se hubiera imaginado vestir.
"Muchas cosas han cambiado, creo que sí", decía, y evidentemente es verdad. Aquel chico problemático que siempre le provocaba un dolor de cabeza a su madre se había transformado poco a poco en una tímida chica que siempre buscaba no llamar la atención.
En su momento de tranquilidad, y de repente, una ráfaga de viento proveniente de la nada ondeó cada parte de su ser, levantando su falda en el intento. Aquello no lo hizo sentir bien, y de hecho, su primera reacción fue tirarse al suelo, de rodillas, sin importar el daño que se hiciese.
Ambas manos se dirigieron, casi con consciencia propia, a su falda, tratando de tapar aquella bochornosa escena. No podía soportar la vergüenza que sentía, y sus mejillas totalmente ruborizadas eran una prueba de ello.
Sintiéndose como la persona más desafortunada del mundo, continuó su trayecto al colegio, ahora desanimado y, ciertamente, algo enojado consigo mismo.
...
Erika: Buenas tardes, ¿p-puedo pasar? - Preguntó tímida
El profesor afirma e inicio mi caminata a mi asiento. El momento se siente eterno con todo el mundo mirándome y... murmullando cosas. Oh, no, quizá ya descubrieron... ¡No, no! ¡Debo de dejar de pensar en eso!
Solo trataré de no prestar atención. Ahora lo único importante es... acabar este mes sin morir en el intento.
Profesor: Tiene atraso en mi hora, señorita.
Asiento con la cabeza mientras saco de mi maleta el libro de su materia, ignorado todo lo demás, no quiero problemas. El que me haya dicho "señorita" me hizo sentir incómodo, lo voy a denunciar.
Su clase es aburrida como siempre. Digo, parece como si detestara su trabajo, pero supongo que de algo tiene que vivir.
Aunque si me siento nervioso y, en parte, fastidiado conmigo mismo, estoy más tranquilo que otros días. Si no miro a nadie, parece que nadie me mira... ¡bien! Es más sencillo de lo que parece, solo debo mantener un bajo perfil. Creo que puedo hacerlo.
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¿Erick o Erika?
Teen FictionErick es un chico un tanto... problemático. Para variar, esta vez ha sido castigado de una manera diferente. ¿Cómo? Será obligado a vestirse de chica, descubriendo eventualmente una nueva perspectiva del mundo que le rodea, dudando de si mismo, dud...