Descubierta: Parte 1

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Papá: ¿Todo bien? Te veo algo... preocupada.

Erika: ¡N-No! Quiero decir... e-estoy bien, es solo que... ya sabes, el uniforme, los zapatos y todo eso, sigue siendo raro para mí - Comentó sin mirar

Papá: Debe de serlo. Llevas más de una semana así, ¿cómo te has sentido?

Erika: N-No lo sé, es raro, creo que me acostumbré, pero sé que está mal, yo no debería... yo no... supongo que me lo busqué, ¿no? - Dijo cabizbaja

Papá: No te sientas mal, no es culpa tuya, o no del todo. Tu mamá siempre decía que quería una hija, y de alguna manera u otra, te ve como una ahora.

Erika: ¿Pero por qué a mí? ¿Por qué ahora?

Papá: ¿Quieres una respuesta sincera?

Erika: Sip, claro.

Papá: No tengo la menor idea. Me dijo que esto iba a mejorar tu comportamiento... y le creí. De hecho, no le creí, pero me convenció. Y pues... sí, has cambiado, para bien o para mal, pero has cambiado.

Erika: Uhm... no tuve otra opción, todos me venían como una chica y... todo se volvió normal.

Papá: Sí, sí, lo entiendo. Solo trata de que esto no te afecte.

Erika: Lo haré, sí, l-lo prometo.

Papá: Esa es mi chica. O bueno, eso dice tu mamá jajaja, perdón.

Erika: ...

Los lunes nunca son un buen día.

Para empezar, el uniforme sigue siendo un asco. Digo, ¡para mí lo es! Los tacones hacen que soportar las clases sea aún más difícil de lo que ya lo son. Y aunque gracias a mis primas ya los domino mejor, siguen doliendo lo mismo.

Las medias son... bueno, no me quejo, pero... ¡bah! Como sea, yo nunca dije eso.

También es un día malo porque estar parada casi una hora escuchando todo lo que dicen tampoco es muy placentero. ¿A quién le importa? Apuesto a que nadie presta atención.

En clases ese profesor me sigue molestando, me hace muchas preguntas y... ¡lo hace a propósito! Sabe que me molesta y quiere que explote, ¡pero no lo haré! No este mes, no nunca.

Lo demás está bien, digo, solo las clases son muy aburridas, el uniforme incómodo y todo lo demás, pero puedo con eso.

También puedo con ese pequeño dolor de cabeza, y aunque lo ignoro, sigue ahí.

...

Luego de ir al baño a retocar mi maquillaje, encontré una nota en mi asiento que decía "ENTIENDE TU LUGAR". Eso me asustó, y lo primero que se me vino a la mente fueron esas chicas que siempre hablan de mí. Anaís dice que solo no les haga caso, que solo me tienen envidia porque soy bonita. Eso me recordó a lo que dijo mi mamá, y como a ella, tampoco le creí.

¡Pero no les he hecho nada! No quiero pelear, pero tampoco quiero que se quede así. Le dije al profesor de la materia pero simplemente me ignoró, así que supongo que estoy sola en esto.

Anaís y Adri están ocupadas con algunas tareas, y prefiero no molestarlas. Camilo no vino, así que no me molestará tampoco. Digo, no es que me importe, pero esas son las únicas personas con las que hablo.

¿?: Es un largo día, ¿no?

Erika: ¿Hmm? Perdón, no estaba escuchando.

¿?: Nunca tuvimos la oportunidad de hablar, salvo ese día que tropezaste y te agarré.

Erika: Ohh, eres tu. Hola, yyy perdón por lo de esa vez - Dijo apenada

¿?: Está bien. Y por cierto, soy David, voy al salón de al lado. Ah, y tú eres fácil de reconocer.

Erika: Am, "la chica nueva", ¿no? Ya me han dicho eso - Riendo

David: No, hablo de... lo otro.

Erika: Y con "lo otro" te refieres a...

David: Que eres un chico.

Mierda.

¿Erick o Erika?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora