¿Erick o Erika?

Disfrazado de secretos y temores

Quizás el primer día de escuela es el más difícil para muchos. Para mí, es hacerlo vestido de esta forma.

Erick: Tal vez si deje esta maldita falda en paz... - Mirando hacia abajo

¿¡Porqué siento que se va a levantar!?!

Cada paso que doy hacia el salón de clases se vuelve una odisea de nerviosismo y miedo. Todos los estudiantes que me cruzan me miran fijamente, y siento que sus miradas penetran en mi alma.

En un mal paso, los lentes se me cayeron al piso. Ni si quiera sé por que uso estos.

A lo lejos logro escuchar a dos chicos discutiendo sobre mi apariencia.

¡Noooooo! 

Me doy la vuelta sigilosamente, entonces ellos "simularon" no prestarme atención, aun que yo no presté atención a sus rostros.

Erick: ¿¡Por qué esta maldita falda es tan pequeña!? - Se coloca los lentes

Ideas vienen a mi mente... ¿¡Esto es obra de mi madre!? Digo, ¿Ella planeó que yo usara esta falda, tan pequeña?
No, quizá estoy alucinando, quizá la falda sí es así y a mí no me gusta que sea tan corta, eso es todo.

Me detengo a pensar por un momento si es buena idea ir a mi salón de clases. La respuesta viene a mí rápidamente: Para empezar, yo no debería estar aquí ni así.

Echo un vistazo dentro de mi curso, y nada es diferente al desorden que hay habitualmente. Pero no me puedo humillar así frente a mis compañeros. Descubrirán quien soy muy rápido y entonces se burlarán de mí por el resto de mi vida.

¡No puedo hacer esto! 

Lo primero que cruza por mi mente es escapar, pero quien sabe lo que mamá me haría si lo vuelvo a hacer.

Erick: ¡Esto es malo, esto es muy malo!

No voy a entrar, lo haré hasta que venga el profesor. El miedo y la vergüenza me embriagan mientras espero el momento de entrar a mi nuevo salón de clases. Veo a lo lejos a un profesor que va pasando y mi corazón se acelera, temiendo que me pida entrar.

Erick: Por favor, por favor, que no me vea... No quiero que me haga pasar más vergüenza - Palpitó con miedo

Me escondo un poco, tratando de evitar el contacto visual con el profesor mientras espero que pase de largo. Lo logro, pero no mucho tiempo después el profesor llega de la materia y se acerca a la puerta de mi salón de clases. Mis manos sudan y mi corazón parece querer escapar de mi pecho.

Profesor: ¡Hola! ¿Eres la chica nueva en el salón? Adelante, entra - Dijo amablemente

Mis piernas tiemblan mientras camino hacia el salón. Cada paso se siente pesado y lleno de ansiedad. Finalmente, entro al salón y todos los ojos se posan en mí.

Profesor: ¿Podrías presentarte a la clase?

Mis mejillas se sienten muy calientes y lo único que puedo hacer es mirar al suelo mientras pienso en un nombre que me quede bien. ¡O lo que sea!

Erika: Sí, soy nueva... Me llamo Erika... Anaís - Dijo muy bajo

Me esfuerzo por hacer una voz femenina, pero puedo sentir mi corazón latiendo en mis oídos mientras me presento. Mis manos no pueden mantenerse quietas.

Profesor: ¿Alguien quiere hacerle una pregunta?

Ignoro lo que dice y me dirijo al asiento que me señala, que casualmente es mi antiguo asiento. Siento un nudo en la garganta y la vergüenza que me invade cuando me siento en ese lugar.