Tiempo de chicas/Última vez

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¿Está mal si pienso que esta última semana ha sido por mucho la mejor de todas? Es solo que me he divertido mucho más que antes, todo gracias a mis mejores amigas.

Siempre nos estábamos riendo de algo en los recesos de la escuela, creo que eso era lo único que hacíamos jajaja.

Apenas comenzaban esos 40 minutos de descanso, Anaís y Adriana me rodeaban y me llevaban a caminar por ahí, hablando de cualquier cosa. Ciertamente no me molestaba, pero no me dejaban conversar con Camilo.

A veces solo alcanzaba a saludarlo antes de ser secuestrada por mis amigas. Incluso llegué a pensar que lo hacían a propósito todos los días.

Pero está bien, solo quieren pasar tiempo conmigo hasta que todo acabe. Por lo menos podía conversar con él en el corto camino a casa. Es muy lindo conmigo. Aún recuerdo la conversación de ese día, cuando le comenté de la coreografía.

Camilo: ¿Y sabes bailar? - Preguntó intrigado

Erika: Jajaja, ¿y crees que sí?

Camilo: Bueno, no lo sé, nunca lo has mencionado.

Erika: Cierto, pero no sé, estoy aprendiendo, es algo difícil, pero me estoy esforzando, sí - Dio una vuelta

Camilo: Eso es bueno, apuesto a que te verás muy bonita bailando.

Erika: Jajaja yaaa cállateee, eso no puedes saberlo - Dijo sonrojada

Camilo: Bueno, dije que lo apostaría - Sonrió

Erika: Me caes mal - Dijo riendo

Lo cierto es, que no sé como decirle sobre mi "mudanza". Lo más probable es que no lo haga y lo ignore, pero me va a matar la culpa. Solo quiero dejar de pensar en todo esto.

A lo que iba. Como era semana de exámenes, tenía más tiempo libre después de la escuela antes de ir a la casa de Anaís, así que mamá aprovechó para llevarme de compras algunas veces. ¿Por qué? No lo sé, solo se ve bastante feliz cuando vamos las dos, así que es mejor no hacer preguntas.

Lo que sí le agradezco es que me haya comprado algunos conjuntos deportivos para ensayar la coreografía.

Lo que sí le agradezco es que me haya comprado algunos conjuntos deportivos para ensayar la coreografía

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No puedo negar que pasaba más tiempo en casa de Anaís que en mi propia casa. A mamá parece no molestarle, pero a papá... solo trato de no incomodarlo, tengo demasiado en mente como para tener más.

En la mañana lo saludaba con un beso en la mejilla, esperando hacerlo sonreír. No puedo confirmar si esas sonrisas eran auténticas o no.

Mamá solo me felicitaba por al menos intentarlo. Ella me está apoyando con todo, y no puedo pedirle más.

La coreografía iba cada vez mejor, más fluida y coordinada, así que las sesiones de práctica eran cada vez más cortas, lo que nos dio tiempo de... hacer cualquier cosa.

Nos pusimos a ver películas, jugar juegos de mesas, estudiar para los exámenes y... hablar de chicos.

Anaís: Y, Erika, ¿cómo vas con Camilo?

Erika: ¿Hmm? - Alzó la mirada - ¿Cómo vamos con que cosa?

Anaís: Ya sabes, ¿son novios? ¿o solo se agarran de la mano y se besan en el parque? - Sonrió - He visto como se hacen ojitos y se van solos después de clases.

Adriana: Eso es cierto - Rió

Erika: Yo... ehh... ¡hmm! - Se tapó la cara con una almohada - No sé de que hablan.

Adriana: Solo di si te gusta o no - Le quitó la almohada

Anaís: Se puede decir que sí por lo ruborizada que está.

Erika: ¡Yo no he dicho nada! - Exclamó - Solo caminamos... y ya. Mi casa queda en su camino y por eso me acompaña.

Adriana: Muy romántico todo.

Erika: Me caen mal las dos - Frunció el ceño

Sí me molesta que me digan esas cosas, pero a la final es divertido jajaja.

El último día de clases no hubo nada diferente a lo que me esperaba: gente llorando y despidiéndose, tomándose fotos y... más gente llorando.

Como yo soy relativamente nueva, casi nadie se acercó a despedirse de mí y eso, salvo algunos compañeros con los que había hecho tareas grupales... y Camilo.

Camilo: ¡Hola, Erika!

Él me abrazó, e instintivamente hice lo mismo. Por un momento pensé en nunca soltarlo, pero mis pensamientos me devolvieron a la realidad.

Erika: ¿Cómo estás?

Camilo: Bueno, creo que bien. ¿Y tú?

Erika: Bien, bien.

Camilo: ¿Seguirás estudiando aquí en bachillerato?

Esa pregunta me rompió.

Erika: ... - Giró la cabeza

Camilo: ¿Te irás?

Erika: ...

Camilo: ¿En serio te irás y no me lo habías dicho?

Erika: ...

Camilo agarró mi mano, pero no pude más. Me solté y solo se me ocurrió ir y encerrarme en un baño. Le había ocultado una gran verdad a la persona que había estado para mí cuando la necesité.

Ahí me sentí la peor persona del mundo. Dios, doy asco.

Solo comencé a llorar hasta que me quedé casi literalmente sin lágrimas. Después de eso, me era imposible mirar a alguien a la cara, así que solo retoqué mi maquillaje y, como ya no quedaba mucha gente, simplemente me fui a casa.

El viento de la tarde ayudó a calmar mis pensamientos.

Una vez en casa, solo le pude decir a mamá que estaba cansada por lo que había pasado últimamente. Tampoco había necesidad de ir con Anaís, pues la coreografía ya estaba lista.

Mañana me espera un gran día.

¿Erick o Erika?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora