CAP 22

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Estábamos en el auto después de esa pelea que tuvimos con Dylan, para ser sincera me duele la cabeza por el coraje.

Me enoja que piensen que puedo ser una chica fácil.

Me enoja el, ojalá se rompa la mano con la que se masturba.

—¿Estás bien nena?—Pregunto Mark mientras me volteaba a ver.

—Si Dada—Suspire—Solo que me molestó lo que dijo.

—No hagas caso nena, si a mí no me afectó mucho menos te tiene que afectar a ti—Dijo tomándome del mentón—¿Tienes hambre?

—Por el coraje que acabo de hacer no—Cerre mis ojos—¿Tú papi?—Abri mis ojos para luego voltear a verlo.

—La verdad no, es raro ya que son las…—Miro su reloj— 7:23pm

—¿Que?—Abri los ojos como platos—¿Tan rápido paso el tiempo?—Me gire de vuelta.

—Al parecer si—Alzó su ceja y suspiro.

—Oye papi.

—Dime princesa—Sonrió.

—¿Cuando podemos ir a una fiesta tú y yo juntos?—Dije viéndolo con una sonrisa.

—No lo sé princesa, déjame ver cuándo organizar una, ya que tengo varios pendientes.

—Claro…—Gire mi cabeza un tanto triste—

—Nena, sabes bien que haré todo lo posible para que vayamos a una fiesta ambos—Sonrió.

—Gracias Dada—Sonreí—You can kiss me?

—Ven aquí—Me tomó por la nuca y junto nuestros labios en un dulce y lento beso.

—Nena—La llame viendo el refri.

—Dígame señor—Dijo poniendo su mano derecha en su cabeza.

—Para usted soy su Daddy señorita—Dije quitando su mano de su cabeza.

—Que paso Dada—Dijo acomodando su cabello.

—¿Quieres ayudarme a cocinar?

—¡Si¡, ¿Que tengo que hacer?—Pregunto emocionada.

—Ve al refri por dos jitomates, media cebolla, dos chiles serranos—Dije intentando recordar la receta de mi mamá.

—¿Solo eso?

—Si nena, solo eso—Dije tomando una tabla para rebanar.

—Ya esta papi, ¿Ahora que hago?—Dijo poniendo los ingredientes en la mesa que está en la cocina.

—Hay que picarlos, pero de eso me encargo yo, no quiero que te lastimes tus lindas manos.

—Ay Dada—Dijo haciendo puchero.

—Nada de peros—Dije alzando mi mano derecha y apuntando con mi dedo índice su boca—Te tengo que cuidar.

—Ya tengo diecisiete años—Suspiro—Se cuidarme solita—Sonrió levemente.

—Si claro, ¿ó quieres que te recuerde la vez que te perdiste en la tienda de telas?—Dije recargando mi brazo sobre la mesa.

—Eso siempre me pasa, desde que tengo memoria—Dijo alzando los hombros y sonriendo—Recuerdo que en una ocasión me perdí con mi mejor amigo ahí.

Daddy's handsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora