Daddy's hands

CAP 43

-¿No crees que estar por aquí es algo peligroso Cristian?-Cuestioné mirando a mi alrededor

-Relajate Scarlett-Rió-Tú no te preocupes, yo te cuido

-Mhm, bueno-Dije no muy convencida-Estás de acuerdo de que tengo mi seguridad en tus manos, ¿Cierto?

-Sí Scar, ahora relájate no va a pasar nada, tú tranquila.

-Mhm-Confirme.

Íbamos hacia no sé dónde, solo sé que era muy oscuro, solo y para terminarla de joder hacia frío, demasiado frío.

-Cris, no quiero sonar como toda una nena pero de verdad siento que no deberíamos estar aquí-Realmente tengo un mal presentimiento.

-Oh vamos niña, rela-Una voz de hombre interrumpió a Cristian.

-No deberían estar aquí jovencitos-Su voz era indescriptible, daba escalofríos.

-¿Usted quién es?-Traté de sonar firme

-Oh muñeca, tú tranquila... No te haré nada malo, no aún-Levanto su mirada, en ella pude ver un rostro pálido, ojos realmente lindos pero aquellos transmitían miedo, temor, preocupación.

-Hey, relájate amigo-Habló Cristian de la nada-Solo paseabamos, ¿Quién eres?

-Eso no te incumbe jovencito, pero si realmente quieres saberlo, estás dentro de mi propiedad-Rió

-¡Ja! ¿Tu propiedad? ¿¡Estos árboles, arbustos, ramas y hojas, son parte de tu propiedad!?

-Hey, cálmate Cristian, no te alteres-Realmente me estaba cagando de miedo

-Gracias dulzura-Aquel tipo me regaló una sonrisa-Tu amiguito se está ganando un castigo.

-¿Qué?-De la nada sentí como unos tipos me tomaban de los pies y de los brazos, mientras que otros dos hacían lo mismo con Cristian-¡Sueltenme!

-Tranquila dulzura, no te haré nada-Dijo aquella voz-Sentí un trapo en mi nariz, que poco a poco iba cegando mi cordura.

★

-¿Dónde estás?-Marque al celular de Scarlett pero no había repuesta.

En cuanto llegue esa niña, la voy a castigar como jamás lo he hecho, esta vez se está pasando.

Me senté en el sillón frustrado y aventé mi teléfono al piso, provocando que de éste brotaran pequeñas partes de vidrio, frente a mí estaba un vaso con Whisky, tome aquel líquido embriagante sintiendo un poco de alivio.

Estaba tan relajado, que no escuché que tocaban la puerta, sonaba desesperado, eran golpes continúos pero rápidos y fuertes a la vez.

-Agh, ¡Ya voy maldita sea!-Grité parandome del sillón.

En cuanto abrí vi a Cristian, el mejor amigo de mi chica, pero momento, él estaba lleno de golpes, su ropa estaba sucia, tenía sangre en sus manos, rodillas y parte de sus brazos y cara.

-¿Que te paso?-Hablé impresionado.

-¡No hay momento de explicar, Scarlett nos necesita!-En cuánto dijo ese nombre la sangre se me helo...

Mi novia...

No dije nada, y puse un semblante serio, le hice una señal con la cabeza para que me siguiera, y así gue, tome uno de mis coches menos llamativos.