You cɑme to stɑy || Aidɑn Gɑllɑgher

Capítulo 33

Narra Aidan

Habían pasado un par de semanas y todo iba de maravilla. El médico mandó hacer unos exámenes completos a Sophie y gracias a Dios todo salió bien. Sophie estaba completamente sana. Valeria se instaló en su nueva habitación en la casa. _______ había contratado a una enfermera para que lo atendiera y supervisara su progreso. Fue bueno tenerla aquí con nosotros y a Sophie realmente le gustó. Ahora que todo estaba tranquilo, era hora de concentrarse en Sophie.

Sonó la alarma y _______ gimió. Abrí los ojos y sonreí mientras acariciaba su mejilla.

- ¿Para qué es el gemido?-Pregunté mientras me acercaba y apagaba la alarma.

- El sonido de esa alarma molesta. Todavía estoy cansada.

Besó mi cabeza.

- Deberías estar llena de energía después de lo que hicimos anoche.

- Esa es exactamente la razón por la que estoy cansada.

- No olvides que el psicólogo vendrá hoy alrededor del mediodía para ver a Sophie. ¿Podrás estar aquí?

- Si. Estaré aquí.

Sonreí mientras besaba sus labios y entré al baño. Nos duchamos, nos vestimos y cuando entré en la habitación de Sophie, ella no estaba allí. Bajé a la cocina y me serví una taza de café.

- Buenos días, Clara. ¿Dónde está Sophie?

- Buenos días, Aidan. Fue a la habitación de Valeria.

- Ugh. Espero que no lo haya despertado.

Tomé mi café y caminé hasta la habitación de Valeria. Me paré en la puerta y encontré a Sophie sentada a su lado. Ella le estaba leyendo.

- Buenos días. No despertaste a Valeria, ¿verdad, Soph?

- No. Ya estaba despierta cuando entré aquí.

- ¿Por qué no te preparas para el desayuno y yo le traeré a Valeria también?

- Bueno.

Ella sonrió mientras se bajaba de la cama y salía de la habitación.

- Es una gran niña, Aidan. No puedo creer lo inteligente que es. Me estaba leyendo un libro sobre Van Gough. Eso no es normal para una niña de cinco años.

Me reí.

- Creo que Sophie es una pequeña genia. Hoy viene un psicólogo a la casa para evaluarla.

- Maldición. Ojalá fuera tan inteligente.

- Si te está molestando, puedo hablar con ella.-Dije mientras la ayudaba a sentarse en su silla de ruedas.

- Nah. Ella no me molesta en absoluto. Me gusta la compañía. A veces siento que estoy hablando con un adulto.

Ella rió entre dientes.

- Ese es el problema. Puede relacionarse mejor con los adultos que con otros niños.

- Si es tan inteligente, tal vez necesite estar con otros niños que estén a su nivel. Puede que encuentre que los niños normales son aburridos.

Le di una mirada perpleja.

- No había pensado en eso. Ese es un buen punto.

(...)

- Hola, soy la Dra. Pettifeur.

-Entre, doctora Pettifeur. Soy Aidan Gallagher

- Puedes llamarme Elizabeth. Odio la formalidad.

Ella no era nada de lo que esperaba. Iba vestida con jeans, una camisa blanca y un par de mocasines. Llevaba el pelo rubio recogido en una coleta alta y llevaba gafas de montura negra. Parecía tener unos treinta y cinco años. Seguí mirándola y ella lo entendió porque preguntó si algo andaba mal.