Capítulo 34

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Narra _______

Suspiré mientras acompañábamos a Elizabeth hacia la puerta. Me volví y miré a Aidan mientras negaba con la cabeza.

- ¿Qué pasa?

-Mi cabeza da vueltas por toda esa información.-El se rió mientras envolvía sus brazos alrededor de mí.

- Ella estará bien. ¿Quién sabe? Tal vez para cuando tenga dieciséis años sea médica.

- ¿Esto no te molesta?

- ¿Por qué lo haría? Sophie es una niña normal que tiene un cerebro excepcional. Siempre que hagamos las cosas correctas con ella, lo hará muy bien.

- Sabía que había una razón por la que te amaba.-Mire mi reloj.

- Necesito volver a la oficina por un tiempo. ¿Por qué no le dices a Clara que se tome el resto del día libre y esta noche llevamos a Sophie y a Valeria a cenar? Creo que les encantará salir de esta casa.

- Suena bien. Les encantará.

Le di a Aidan un último beso y me dirigí a la oficina. Mientras estaba sentada en mi escritorio tratando de concentrarme en hacer algo de trabajo, Marco entró.

- Aquí están los contratos para el edificio de apartamentos en West 75th Street.

Aún podía decir que algo andaba mal con él.

- Siéntate, le ordené.

- Bueno. ¿Qué pasa?-Se reclinó en su silla.

- ¿Qué está pasando contigo?

- ¿Qué quieres decir?

- No puedes engañarme, hermanito. Sé que algo te está molestando.-Suspiró mientras entrelazaba sus dedos detrás de su cabeza.

- No lo sé, para ser honesto. Supongo que me siento un poco solo.-Entrecerré mis ojos.

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Tengo que deletrearlo, _______? Quiero conocer al chico adecuado.

- Sales con hombres todo el tiempo. Prácticamente caen a tus pies.

- Cierto. Pero ninguno de ellos es el chico adecuado y sé muy bien que sabes a qué me refiero.

Me rasqué la parte de atrás de la cabeza mientras me recostaba en mi silla.

- Sé lo que quieres decir y eventualmente lo conocerás.

- Los miro a ti y a Aidan y admitiré que estoy celoso. Es un hombre increíble y perfecto para ti. Quiero lo que tienes. Estas relaciones en las que entro no tienen sentido. Todavía tengo que encontrar a ese hombre especial que haga que mi corazón salte de un latido cuando me mira.

Respiré hondo. Podía sentir el dolor de mi hermano y no me gustaba.

- Lo sé, y créeme, lo encontrarás cuando menos te lo esperes. Soy una excelente ejemplo de eso.

- Si. Es extraño cómo funcionan las cosas a veces.

- Escucha, eres un gran tipo y un exitoso hombre de negocios. El está en alguna parte. Solo ten paciencia y un día, el aparecerá en tu vida. Hasta entonces sigue saliendo y conociendo chicos.

- Gracias hermanita.

- Esta noche llevaré a Aidan, Valeria y Sophie a cenar. ¿Por qué no te unes a nosotros?

- Nah. Tengo planes con Adam esta noche. Hay un bar llamando nuestros nombres.

Puse los ojos en blanco.

- Bueno. Si cambias de opinión, me lo haces saber.

- Está bien.-Dijo y salió de la oficina.

Me sentí mal por él. No era como yo. No puso un muro y no tuvo problemas como yo lo hice una vez. Merecía ser feliz y verlo de esa manera me puso triste

Narra Aidan

_______ nos invitó a cenar y luego fuimos a Central Park. Era una hermosa noche de verano y el parque estaba lleno de gente y música. _______ Valeria en su silla de ruedas y yo sostuve la mano de Sophie mientras disfrutábamos del paisaje y percibíamos la música diferente que sonaba por todos lados. Cuando llegamos a casa, ayudé a Valeria a acostarse y _______ se hizo cargo de Sophie.

- Gracias por todo, hermano.-Dijo Valeria mientras lo ayudaba a meterse en la cama.

- De nada. Lamento mucho que estés pasando por esto.

- Estoy bien. No habría llegado tan lejos sin ti.

Me incliné y besé su frente.

- Eres mucho más fuerte de lo que crees.

- Gracias a ti.

- Buenas noches, Valeria. Te veré en la mañana.

- Buenas noches, hermanito. Te quiero.

- Yo también te quiero.-Le lancé un beso antes de salir de su habitación.

Subí las escaleras y le di a Sophie un beso de buenas noches. Cuando entré a nuestro dormitorio, _______ se estaba desvistiendo.

- Llamé a The Anderson School hoy en el Upper West Side y hablé con ellos sobre inscribir a Sophie en el otoño.

- ¿Que dijeron?-Pregunté mientras me quitaba la ropa y me iba al baño a lavarme la cara.

- Dijeron que todas las solicitudes debían entregarse el otoño pasado para el próximo otoño.

- Mierda. ¿En serio?

- No te preocupes, no fue nada que una pequeña donación a la escuela no pudiera arreglar.

Caminó detrás de mí y agarró su cepillo de dientes.

- ¿Una pequeña donación? ¿Quieres decir que compraste la entrada de tu hija a la escuela?

- Depende de cómo lo veas. Sophie irá allí la semana que viene para las pruebas. Mientras pase, estará dentro.

- Entonces, ¿cuánta donación diste -Pregunté mientras me secaba la cara con una toalla.

- Un millón de dólares.

- ¡¿Un millón de dólares?!-Exclamé.

Se enjuagó la boca y le entregué la toalla.

- ¿Qué? No hay un precio demasiado alto cuando se trata del bienestar de mi hija o mi novio.

- ¿Es eso así?-Pasé mi dedo por el centro de su pecho.

- Es muy así.

Sus labios tocaron seductoramente los míos y sus manos vagaron arriba y abajo por mis costados.

- ¿Te he dicho lo hermosa que eres?

- Si. Pero no dudes en volver a decirlo

Jadeé cuando su lengua se deslizó por la parte delantera de mi garganta.

- Eres tan hermosa.

Envolví mis brazos alrededor de su cuello mientras nuestros labios se besaban apasionadamente y ella sostenía mi rostro entre sus manos.

- Nunca te dejaré ir.-Susurró mientras me miraba a los ojos.

- Nunca me iré.

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Feliz año nuevo!
Tarde lo se jdkajdks

You cɑme to stɑy || Aidɑn GɑllɑgherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora