Capitulo VI [✓]

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Quackity

Sonrió levemente, estaba jugando con un par de campanas de navidad mientras que en el reproductor de música escuchaba una serie de canciones navideñas, hace años no se sentía tan emocionado de celebrar la navidad.

No cuando seguía casado, aún así solía decorar un viejo pino con su niño, preparaba galletas y algo de leche con chocolate y en la noche ponía un par de regalos para el menor.

"Déjate de estupideces Alex"

Jadeo levemente cuando escucho el estruendo en la puerta, volteo hacia esta aún sin mirar nada, esperaba a Tubbo o a Wilbur que le juro ir por el para poder celebrar navidad en su hogar. Quien pensaría que no estaba tan lejos de la realidad.

La puerta se abrió con cuidado, la voz de su hijo le hizo sonreír.

— ¿Papá?... ¿Estás bien, por qué lloras? ¿¡Te duele algo!?

El menor corrió hacia el mientras lo revisaba, negó levemente mientras tocaba sus mejillas, no se había dado cuenta que se lo menciono el más chico.

— Estoy bien, tranquilo, solo recordaba cosas.

Solto una pequeña risa el pequeño castaño suspiro con alivio.

— Que bien... por qué te tengo un regalo papá.

— Aún no es navidad Tubbo.

El menor negó levemente, se separó de el y fue a abrir la puerta, escucho varias personas entrar, hizo un gesto de confusión, no era Tommy y mucho menos Wilbur, ellos dos suelen tener pies ligeros.

— Quackity...

Y todo se derrumbó en el pelinegro, aquella voz era de su hermano, George, sonrió elevando sus brazos para poderle abrazar.

— No me dejes de lado hijo...

Murmuró su padre, se sentía de nuevo en casa, si estaba soñando quería no despertar, aunque usualmente en sus sueños si logra ver.

...

No sabía cómo terminó ahí, pero estaba realmente feliz, Wilbur cómo prometió fue por el y ahora estaban en la casa del castaño, su hermano estaba charlando con Wilbur, su padre Sam con Philza y los tres jóvenes platicaban plácidamente cerca de la chimenea.

Todo era realmente cálido, la cena fue un pavo y algunos postres dulces que habían preparado los más chicos, Wilbur había llevado vino y sin esperar tomo una copa, seguramente al rato estaría más que borracho, más todo valía la pena.

— ¡Big Q! ¿Te vas a quedar para abrir los regalos mañana?

La voz de Tommy lo desconcentro, sonrió levemente encogiendo sus hombros, no sabía si quiera si tenía que volver antes de que cerrarán el hospital.

— No lo sé Tommy, no pregunte.

El rubio suspiro rendido, Tubbo soltó una pequeña risa mientras se acomodaba tras el rubio.

Noche sin café. [Quackbur]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora