Capítulo XV [✓]

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...

La noche era tranquila, demasiado tranquila para ser verdad, caía una ligera brisa lluviosa, era extraño por qué se supone que no caería lluvia  ese día, además podría asegurarse que era de madrugada. No pasaban de las 3:00am, seguro era más temprano que eso, pero no más que las doce.

El silencio era pesado, como un murmullo terrorífico o intranquilo donde no se escuchaba nada.

Tal vez era más confuso de lo que debería.

Nick, el azabache doctor caminaba a paso lento, tranquilo e intranquilo hacía una habitación en especial.

La 325, habitación central del área, donde se encontraba el paciente más querido del hospital.

Aquel pequeño sol alegraba la vida de mucho trabajadores, así como el mismo Nick había caído en los encantos del pequeño chico de luz.

Por eso mismo un sentimiento de inseguridad había adueñado su cuerpo y prefirió ir a visitar antes de retirarse a su hogar al azabache más bajo.

Su sorpresa fue ver al castaño de ojos oscuros saliendo tranquilamente de la habitación sin siquiera cerrar la puerta, en sus manos sostenía un reloj, sus lentes se encontraban en su camisa perfectamente doblados.

— 1:30

El pequeño comentario lo desconcertó, más cuando estuvo apunto de preguntar los ojos suaves del ajeno lo miraron. Parecía tan perdido, esperando cualquier cosa, como un milagro inexistente.

— Hora de muerte — Murmuró, tan triste pero tan fuerte para escucharlo, su mirada desolada se rompió cuando volteo con ligereza al bello chico que ya hacía postrado en aquella cama — El falleció a la 1:30 de la madrugada

Un silencio tan desgarrador adueñó a los dos presentes, dónde el silencioso llanto del castaño era lo único que retumbaba en sus oídos.

El médico camino unos pasos, tambaleantes y pasados hasta quedar frente a la camilla, Alex Quackity, ya hacía muerto sobre las blancas sábanas de la cama.

Sus manos estaban delicadamente colocadas en su pecho mientras un anillo brillaba en uno de sus finos dedos.

Si preguntara alguien si aquel chico estaba muerto no se darían cuenta.

Estaba tranquilo, su rostro no mostraba algún dolor existente, al contrario se podía notar en sus labios una pequeña sonrisa, y tal vez por el reflejo de la luna podía notar un pequeño brillo en las mejillas ajenas.

¿Sintió dolor?

La pregunta comenzó a rondar por la mente del azabache mientras dirigía temblorosa su mano para revisar al joven chico.

"Joven"

Tal vez era demasiado joven tenía mucho tiempo por delante, tanto que hacer, tanto que vivir.

"Vivir" dirigió su mirada al castaño que aún estaba en la habitación, su rostro estaba lleno de lágrimas, destrozado mientras sostenía con delicadeza el anillo que tenía en sus manos.

Que tan horrible se debe sentir el castaño cuando el mismo estuvo ahí, dónde su amado, viéndolo morir lentamente.

— Joven Soot...

Se quedó sin palabras, este le miro, una sus ojos eran la cerradura de las palabras que no pudo decir y su corazón ahora era una una puerta cerrada con candado.

Noche sin café. [Quackbur]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora