Capitulo XIII [✓]

1.3K 167 35
                                    

Quackity

Los días eran realmente pesados, como una pesa en su cuerpo que era imposible de levantar, estaba frustrado de sí mismo, su cuerpo no respondía por el, las noches de insomnio eran más largas, su cuerpo estaba fatigado, el simple echo de estar recostado lastimaba su cuerpo, le costaba tanto el respirar que había terminado por usar ayuda artificial

Algunas veces sentía su corazón latir tan rápido que podría salir de su pecho, golpeaba como un fuerte tambor que podría escucharlos en la desolada noche.

Se preguntaba seriamente si ahí moriría.

Postrado en una cama, con el cuerpo adolorido, no sabía como se veía, seguramente no muy bien.

Las ojeras adornaban sus ciegos ojos, como la sombra de unas perlas tan cansadas. Su piel casi morena ahora no era más que un trozo blanco y pálido.

Ya se había vuelto aquel que esperaba a la muerte.

Más aún con ello se aseguraba por los pasillos que nunca se había sentido tan cálido y calmado el ambiente. Como si no hubiera ningún tipo de miedo existente a lo que pasaría.

Quackity no tenía miedo a la muerte.

Al contrario, amaba a la muerte como una madre, esperándola con entusiasmo a que llegara para ser llevado en sus brazos.

Más también pensaba con remordimiento que pasaría después, le gustaría dejar algo, cualquier cosa para ser recordado.

Más no podía escribir, era incapaz de tomar una pluma y con la letras más legible trasmitir lo que sentía.

Pero el azabache era ingenioso.

¿Que podría detener al hijo de la muerte?

...

La puerta sonó, unos golpes delicados no tuvo que contestar para cuando el ajeno ya estaba dentro. Sus pasos se podrían escuchar en la habitación donde el único ruido desde la tarde era el sonido de la lluvia y las máquinas que ahora lo mantenían postrado en la cama.

— Buenas noches ¿Como sigues?

La ligera voz, tan tranquila como el cantor de una pequeña ave, Wilbur era un pájaro el cual había encontrado una razón para seguir, Quackity lo cuido hasta que pudiera volar y ya era momento de soltarlo, podría ser libre y extender sus alas una vez que el ya no estuviera.

— Peor que ayer, mejor que mañana.

Una ligera risa resonó por su cabeza, quería guardar el recuerdo de su voz, como una pequeña caja musical que pudiera reproducir cada que quisiera.

— Te traje un regalo

Un sonido de sorpresa salió de sus labios, podía sentir el peso a su lado, donde el castaño ya había colocado su cuerpo, una pequeña caja de cartón, decorada con un moño, se preguntaba de que colores sería.

— Reconozco esta caja, Will.

Tocaba delicadamente, parte por parte la envoltura, navidad, la mañana de navidad cuando Tommy los despertó para abrir los regalos, antes del pequeño incidente Wilbur había entregado un regalo a Quackity y nunca tuvo la oportunidad de abrirlo.

Noche sin café. [Quackbur]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora