𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹𝟶

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-𝐋𝐚 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧-
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    𝔈𝔯𝔞 𝔲𝔫 𝔡í𝔞 𝔡𝔢 𝔳𝔢𝔯𝔞𝔫𝔬, hermosísimo en todos los aspectos

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𝔈𝔯𝔞 𝔲𝔫 𝔡í𝔞 𝔡𝔢 𝔳𝔢𝔯𝔞𝔫𝔬, hermosísimo en todos los aspectos. El sol brillaba en su cenit, haciendo que el día estuviera más caluroso de lo usual.

Neville Longbottom trabajaba en su jardín. Desde el interés que había demostrado en todo lo relacionado a la herbología, su abuela, Augusta Longbottom, le había encomendado la tarea de cuidar de todas sus flores.

Neville se detuvo un momento mientras respiraba dificultosamente, inhalando y exhalando de manera audible mientras con una mano se limpiaba el sudor de la frente, inconscientemente llenándose el rostro de tierra.

Sonrió al ver la lechuza de su abuela entrando por la ventana de su casa, eso significaba que lo más probable es que _____ le había escrito. Apenas habían pasado unas cuantas semanas desde la salida de Hogwarts, pero ya la extrañaba encarecidamente.

Corrió hacia la casa, la esperanza de haber recibido una carta de ella se manifestaba en su corazón acelerado. Se quitó los zapatos antes de entrar, dejándolos en el pórtico, no queriendo un regaño por parte de su abuela por ensuciar el suelo con tierra.

Se apresuró a la mesa en la cocina, donde usualmente el búho dejaba el correo. Emocionado, estiró el brazo, a punto de revisar la correspondencia.

-No señor- intervino Augusta, apartando las cartas de las manos de Neville con rapidez -No con las manos llenas de tierra. Ve a lavártelas.

Con un suspiro impaciente pero rendido, Neville se dirigió al baño, arrastrando los pies descalzos mientras iba con pereza. Al mojar sus dedos y los enjuagarlos con jabón, recordó lo curiosa que era su abuela, e incluso se atrevería a llamarla un tanto entrometida. Ante tal verdad, se apresuró a quitarse el jabón y secarse las manos mientras trataba de no parecer nervioso cuando se dirigió de nuevo a la cocina.

Allí comprobó que sus temores estaban ocurriendo. Su abuela tenía una carta en las manos y aunque no estaba abierta, leía el sobre con el ceño fruncido. Era una carta de _____.

El estómago de Neville comenzó a dar vueltas mientras él temblaba, sudor comenzó a manifestarse en una fina capa en su frente. Sus ojos bien abiertos observaban la acción de su abuela.

-Neville- habló Augusta, aún con las cejas juntas en confusión. Sólo levantó la mirada un instante para indicarle con el dedo índice a su nieto que se acercara.

-¿S-si, abuela?- Neville se acercó con lentitud.

-¿Quién es _____?- cuestionó con seriedad. A Neville casi le da un infarto. Juraba que su abuela se había enterado de que era mejor amigo de una Lestrange.

-U-una amiga- el chico rió nervioso.

-Una amiga- repitió Augusta, su tono hizo que Neville quisiera morirse allí mismo -¿Y esta niña se llama solo _____ o tiene un apellido? La única firma que trae dice "_____" así sin más.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora