Capítulo 6: Atardecer

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Alejandra's P.O.V

— Te mato si vuelves a hacer que corra a tan solo 2 minutos de haber despertado — dije fulminando a Pedri con la mirada y él simplemente rio.

— Uy, que miedo — se burló.

Cuando llegamos al comedor, ambos entramos, nos servimos la comida y nos fuimos a sentar a nuestros lugares.

Rafael Navarro, el segundo entrenador del equipo, más conocido como Rafa, se acercó a mi.

— Ale, lo siento, pero tengo que darte una multa por llegar tarde — dijo haciendo que yo dejara de comer.

— No estamos entrenando aún para que me exijan venir a una hora — reclamé.

— Las reglas no las pongo yo — contestó él poniéndose un poco más serio.

— Pues ya que... — dije agarrando aquel papel.

— Procura venir temprano para que no se repita — me dio una sonrisa amable.

— No creo — dije mientras rodaba los ojos y él se alejaba de ahí.

Me enoja que la gente quiera tener control de mi vida.

¿Por qué ellos deciden a la hora que debo comer?

— Cálmate, te acostumbrarás — dijo Laia dándome ánimos.

— Me temo que no soy la clase de persona a la que le gusta seguir las reglas — comenté dejando de comer.

— Dejemos eso de lado — dijo Jana — Nos podrías explicar porque llegaste tarde con Pedri — hizo énfasis cuando dijo "con Pedri".

— Hola, Ale — dijo Alexia llegando por detrás mía, interrumpiendo nuestra conversación.

— Hola — contesté sonriendo, era bastante agradable conversar con ella.

— Vi que entraste tarde con Pedri, solo quería recordarte que no están permitidas las relaciones con ellos — dijo de una manera muy amable.

— Lo tengo clarísimo, no te preocupes, no pasa nada entre él y yo — dije de manera muy segura.

— ¡Está bien, confío en ti! — me dio una sonrisa y regresó a su lugar.

— Explicaciones — dijo Laia.

— Ahora — exigió Jana.

Yo les conté todo lo que había sucedido sin saltarme un solo detalle, realmente no había sido gran cosa.

— Fue lindo que compartieran manta — dijo Jana con ojos de ilusión.

— Pues ninguno quería morir de frío — reí — Pero cambiando de tema — hice un ademán — ¿Me acompañan a comprar otro chip hoy? Ya saben de mi problemita — mencioné y ambas rieron.

— No puedo, mi familia vendrá a Barcelona y saldremos a comer — se excusó Jana.

— Yo había quedado con mis amigas para tomar un café, lo siento — me hizo un puchero Laia.

— Está bien, no se preocupen — dije de manera muy sincera.

Terminamos de comer muy tranquilamente y yo me dirigí a mi habitación. Tomé una ducha ya que no me había bañado antes de ir a desayunar, me cambié para poder ir a comprar mi chip y así poder salir a conocer un poco Barcelona. Me maquillé y sequé un poco mi cabello, cuando estuve lista tomé mis cosas y me dirigí a mi coche.

Intenté encenderlo, pero como anteriormente mencioné...

¡ESTA PORQUERÍA NO ENCIENDE EL 45% DE LAS VECES!

Contra Las Reglas; Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora