Capítulo 16: ¿No te das cuenta?

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Alejandra's P.O.V

— Hola — contestó un poco serio levantando su vista hacia mí.

— ¿Podemos hablar de lo que acaba de pasar? — pregunté refiriéndome al golpe que le acababa de dar a Mateo.

— No — contestó seco.

¿Yo que finjo aquí?

Bufé, me di la vuelta y comencé a caminar hacía las escaleras.

— ¿No te das cuenta o finges no saberlo? — dijo bastante serio tomando mi muñeca para que no me fuera.

Pude ver sus ojos bastante rojos, se notaba que había tomado.

Tenía una idea de que me estaba hablando, pero no contesté.

¡Trágame tierra!

— ¿En verdad no te das cuenta? — soltó bastante serio.

— ¿Cuenta de qué? — pregunté frunciendo el ceño.

— De que me gustas, que me tienes totalmente loco — sentí como mi corazón se detenía — Que no puedo dejar de buscar estar cerca de ti, que necesito estar pendiente de ti siempre, que me volví adicto a tus besos — dijo mientras con su pulgar acariciaba suavemente mi labio inferior haciendo que un escalofrío corriera mi cuerpo — Que me muero por besarte cada vez que estoy cerca de ti porque me tienes loco — dijo sin apartar la vista de mis labios y su mano de mi mejilla.

— Te estás confundiendo... — susurré — Yo no te gusto, no te puedo gustar — negué con la cabeza.

— ¿Por qué no? — reclamó tomando mi cara entre ambas manos.

Sentí como mi corazón se aceleraba, sabía exactamente lo que sentía por él, pero de ninguna forma quería aceptarlo.

¡A penas lo conozco!

No puedo confiar en él...

— Yo soy un desastre de los pies a la cabeza  — dije.

— No lo eres — dijo y yo asentí con la cabeza — Pues entonces quiero que me dejes amar este desastre — sonrió — Porque me encanta el caos que causas en mí — sonrió dejando leves caricias en mi mejilla.

¡Dios!

¡No caigas, Alejandra!

¡No puedes confiar en él!

— En verdad no, tú ni siquiera me conoces — suspiré.

— A lo mejor de alguna otra vida nos conocemos — bromeó haciendo que yo hiciera una mueca de disgusto.

Rió levemente y con delicadeza tomó mi barbilla y me obligó a verlo a los ojos.

— Sé que en los malos días usas más maquillaje que en los buenos, pero siempre maquillas tus pestañas, que usar sudaderas te hace sentir segura. Sé que siempre sirves dos porciones de queso en tu plato y que en tu termo llevas jugos en polvo — reí levemente.

¿Cómo sabía él eso?

— Sé que no confías fácilmente y que cuidas mucho a los que te rodean, pero no dejas que cuiden de ti. Sé que no ves el celular cuando la gente te habla porque tú lenguaje del amor es el tiempo de calidad. Sé que tienes un camino de lunares en el lado izquierdo de tu abdomen, que te encanta usar calcetas con diseños extraños y que odias usar zapatos dentro de casa — finalmente pude verlo a los ojos — Sé que tomas el café con la mitad de leche y dos cucharadas de azúcar, que odias servir tu ensalada en el mismo plato que sirves la demás comida y que te asusta sentir cosas por mí y por eso intentaste alejarme — finalizó haciendo que yo cerrará levemente los ojos — Sé que me faltan muchas cosas por conocer, pero muero por conocer cada aspecto que me falta de ti — acarició mi mejilla.

Contra Las Reglas; Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora