Capítulo 26: Mejor Amiga

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Alejandra's P.O.V

¡Que Valen estuviese de su lado no me parecía nada!

¡Es mi mejor amiga!

— ¿Tú también de su lado? — gruñí — ¡Valentina, esto no es aceptable! — reclamé.

— Lo sé, lo sé — rió — Pero me llamó para que te convenza de hablar con él — explicó.

— La respuesta es no — me crucé de brazos — ¿Ahora también eres su mejor amiga? — reclamé.

— Alejandra, eres muy necia — reclamó entre dientes — ¡Ya supe también lo del ramo! — me señaló.

— Yo no hice nada — reí.

— Él me lo contó — rió.

— Pues alguna mentira te dijo — me encogí de hombros.

— Ese no es el punto — retomó — Déjalo hablar — pidió.

— No me puedes pedir eso — negué.

— Lo estoy haciendo en este momento — se encogió de hombros — Me lleva llamando todo el día porque no sabe que hacer — metió sus manos en los bolsillos de su pantalón — Eres una cabeza dura y ese chico es un algodón de azúcar que se muere por ti — dijo haciendo que mi corazón diera un brinco — Cuántos idiotas hay afuera, y tú tienes derretido ante ti al chico que está dispuesto a traer a sus padres hasta aquí para que los conozcas, porque quiere hacer las cosas bien contigo — dijo un poco más alto — Y lo estás alejando por una estupidez — suspiró.

— Regresa a lo de sus padres, por favor — la detuve.

— No te tuve que haber dicho eso — suspiró — Solo no lo pierdas por una estupidez, él vale la pena y tú lo sabes — de encogió de hombros.

— ¿Sí entiendes el concepto de dejar plantada a alguien? — pregunté entrecerrado los ojos.

— Lo sé — rió — Y sabes que no lo apoyaría si no pensara que es una excusa válida para dejar plantada a mi mejor amiga — se encogió de hombros.

— Detesto todo esto — dije apretando mi sien — Voy a llamar a Mateo — dije sacando mi celular del bolsillo.

— ¿Para qué? — me preguntó frunciendo el ceño.

— No quiero estar aquí — dije comenzando a marcar su número.

— Alejandra — dijo tomando mi celular deteniendo por completo mi acción — Él no es más tu pareja — dijo bastante seria — Ahora estás con Pedri — dijo casi en modo de regaño — Y vas a estar bien con él o vas a dejarlo, pero haz las cosas de manera correcta — dijo finalmente soltando mi celular.

— Lo siento — suspiré — Solo nunca había sentido el pecho tan apretado — bajé la cabeza — Nunca había sentido el nudo en el estómago tan fuerte — me rendí.

— Supongo que es un efecto colateral de dejarse sentir — rió levemente.

Mis ojos se cristalizaron, no sabía que decir, solo sabía que quería un abrazo y quería llorar hasta quedarme dormida.

¿Por qué duele?

¿Por qué duele tanto?

— No quiero sentirme débil — dije sorbiendo por la nariz.

— Ven aquí — dijo tendiendo sus brazos para abrazarme.

Yo sin pensarlo me tire a ella. Valen me había visto llorar 1 vez en los casi 8 meses que llevamos de conocernos.

La única vez que me vió llorar se asustó, no sabía que pasaba y yo no estaba en condiciones de contarlo, él único que sabía era Mateo.

Fue la única vez que dejé que me vieran así.

Contra Las Reglas; Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora