Decir que admiraba a Amelia era poco. Había decidió denunciar a Stuart y en un giro que no esperábamos preguntó por la posibilidad de que su mamá quedase embarazada y qué podría hacer ella para proteger a ese bebé. Nunca dejaba de sorprendernos.
—Bien, ¿Qué es lo que sabes?—mi hermano se tiró sobre mi cama haciéndome saltar.
—Tanto como tú. Ya te conté todo. Dime tú mejor teoría.
—Creo que Mike se enamoró de mi mamá y que por eso tuvieron problemas él y mi papá.
—Es lo que también creo, pero tuvieron que ser bastante fuertes. Se cayeron a golpes.
—Le partió la muñeca, es lo que creo después de lo que dijo Mike.
—Y Hayden estaba en el medio tratando de separarlos. Ha hecho varias referencias a eso.
—¿Por qué no nos habrán contado? Nos han dicho peores anécdotas—preguntó Rámses acostándose boca arriba en la cama.
—No lo sé, es lo que me deja la sensación de que hay algo que no sabemos.
—Siempre me ha dado curiosidad por qué Mike es mi padrino y no el tuyo. Es el amigo más antiguo y tú el primogénito.
—Lo sé, también me ha dado curiosidad. ¿Te diste cuenta que no hay ni una sola foto de Mike durante mi nacimiento?. Apareció fue tiempo después, para el tuyo ya estaba.
—He visto fotos de mi mamá embarazada de mí posando con él, pero no cuando estaba embarazada de ti.
—Entonces... Mike se enamora de mi mamá, papá se molesta y se caen a golpes. Se distancian y se reencuentran para el segundo embarazo.
—Puede ser—concedo—, pero ¿por qué mantenerlo en secreto?.
—Porque tuvo que ser una pelea muy fea—intervino Amelia entrando a mi habitación. Se sentó a mi lado y puso las piernas sobre el estómago de Rámses que seguía atravesado en la cama.
Amelia me pidió la computadora y se rodó para el medio de la cama. Rámses se tumbó a su lado mientras ella buscaba una película.
—Estaba estudiando...—le informé.
—Estabas. Mañana es el último examen y lo que no te aprendiste, ya no lo harás. Tenemos que relajarnos del resto se nos olvidará todo en el examen.
Los tres nos dedicamos a ver la película, recosté mi cabeza del hombro de Amelia, mientras ella hacía lo mismo con el de Rámses.
Un carraspeo nos interrumpió la atención que le dedicábamos a la película.
—Con ustedes nunca me dejo de sorprender—se burló mi papá entrando en la habitación. Repartió besos en la frente a cada uno y se sentó a los pies—. Amelia, quería pedirte una ayuda con unos documentos que necesito organizar. Puedo esperar a que terminen de ver la película.
—Puedo ir ahora, iré al baño primero—ella se levantó de la cama y salió del cuarto.
—Papá, ¿hablaste con Mike?—preguntó mi hermano.
—Sí, lo tiene vigilado. Reservó un vuelo para hoy por algo del trabajo por lo que me contó. En estos momentos ese desgraciado debe estar en el aeropuerto esperando a embarcarse.
—Bien ¿y cuando llegue allá?—fue mi turno de preguntar.
—Lo estará esperando otro equipo que le seguirá los pasos.
Desde que Mike introdujo la denuncia tomamos medidas adicionales de protección, porque no habían pasado ni doce horas desde que la denuncia fue puesta y Stuart se presentó en la oficina de mi papá para exigirle hablar con Amelia. Se llegó a alterar tanto que fue retirado a la fuerza por el personal de la embajada. Él no sabía dónde vivíamos e hicimos todo lo posible para mantenerlo así.
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No Juzgues La Portada. Ahora contada por ellos 2
Novela JuvenilAmelia contó su historia, pero es hora de que conozcamos el punto de vista del resto de los personajes. ¿Qué sintió Rámses? ¿Qué pensó Fernando? ¿Qué pasaba dentro del corazón de Gabriel?. ¿Como llevan los papás la paternidad?. Conoceremos la visión...