Cuando Jisung entregó el último trabajo del penúltimo ciclo, sintió la presión en sus hombros desaparecer por arte de magia. Era increíble lo estresado que podías estar sin darte cuenta.
—Esto se merece una celebración —Chaeyoung inició la conversación cuando el grupo de amigos salió del salón— Yo propongo el departamento de Changbin.
—Por primera vez estoy de acuerdo con Chae. —Dahyun se unió a la propuesta—. Que Bin se saque casa e invite a los chicos.
—¿Pueden dejar de hablar de mi como si no estuviera?
Jisung caminaba a la par de sus amigos en dirección a la entrada de la universidad pues por fin todos habían concluido con las pesadas semanas de final de ciclo y tendrían sus vacaciones de medio año.
—No creo que pueda hoy chicos, tengo planes.
Esos planes tenían escrito Minho en letras mayúsculas, por lo que sonrió internamente para que sus compañeros no lo noten.
—Jisung, por favor, en vacaciones ya no nos veremos. —La más bajita rogó.
—Chae, trabajaremos en la misma clínica, no seas dramática. —Rodó los ojos—. Les prometo que mañana hacemos lo que ustedes quieran.
Sus amigos no tuvieron otra opción más que aceptar. Si Jisung decía algo, ninguno iba a lograr hacerlo cambiar de opinión así que solo continuaron con su camino mientras conversaban de sus asuntos.
Jisung estaba a punto de voltear para despedirse de sus amigos, pero la llamativa presencia de cierta persona parada frente al edificio le causó sorpresa.
Vestida con un conjunto rosa con blanco, observaba con una mirada peculiar el enorme lugar, al mismo tiempo que ignoraba con naturalidad a las personas cuyas vistas caían sobre ella. Frente a él ahora se encontraba Kim Minju. ¿Por qué? Fue lo primero que se preguntó Jisung.
Se apresuró en despedirse del resto de sus amigos y se acercó a la hermosa mujer que ya había notado su presencia y le sonreía a la distancia con amabilidad. Una forma de hacerle saber que iba en son de paz.
—Buenas tardes, Jisung. ¿Tienes tiempo libre?
Esa pregunta confundió al menor. ¿Qué asuntos tenían pendientes Minju y Jisung?
...
Llegaron a una bonita cafetería cercana a la universidad que mantenía una decoración retro, jugando con los colores amarillo, negro y blanco. Jisung había ido a ese lugar en muy pocas ocasiones, pero asumió que era un caso totalmente distinto para Minju que cuando llegó, saludo con una enorme confianza a una señora mayor que parecía la dueña del lugar y la acompaño a pedir dos cafés para ambos.
Jisung observaba a Minju actuar tan tranquila en ese entorno, con una sonrisa tan segura y una mirada que transmitía comodidad en el resto que hasta cierto punto lo intimidaba, la persona que era Minju lo intimidaba un poco. Él creía que lo había citado porque se había enterado de lo sucedido con Youngseo y Minho, lo que desconocía era si iba a reclamarle o advertirle algo.
—¿Te puedo contar algo, Jisung? —Le preguntó con confianza cuando estuvo sentada frente a él, a lo que solo obtuvo un pequeño asentimiento—. Este lugar es muy especial para mí, lo ha sido desde que lo descubrí cuando tenía dieciocho durante mi último año de escuela, cuando decidí que quería estudiar en la misma universidad en la que tú estás ahora.
Aquella información cayó como un balde de agua fría para Jisung. Pudo notar que Minju no se lo decía en son de reclamo, ni cuestionándole por algo que no era su culpa. Jisung sabía que vivir parte del plan a futuro que Minju deseaba para sí misma no era algo por lo que sentirse culpable, pero inevitablemente se sintió así al imaginar todo lo que ella también debió sacrificar en su momento. Jisung no sabía si él pudiera haberlo hecho si hubiese estado en su lugar.
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Ese no era el plan | Minsung
FanficJisung ama la persona que es hoy en día y al mismo tiempo ama la idea de la persona en la que desea convertirse en un futuro próximo. Es por eso que a sus veinticuatro años seguía casi al pie de la letra un estructurado plan que había creado durante...