Jisung no era consciente de cuánto tiempo exacto había pasado desde que cayó dormido, solo sabía que antes de cerrar sus ojos el cielo aún lucia medio anaranjado y había una persona descansando a su lado. Por eso mismo, cuando notó la oscuridad en su habitación y sintió el vacío en el lado izquierdo de la cama, se alertó.
—¿Min? —Preguntó aún desorientado y con los ojos adormilados.
Luego de unos segundos en los que trató de procesar su realidad y de darle un rápido vistazo a su celular para verificar que eran casi las ocho de la noche, escuchó un sonido proveniente de la cocina del departamento por lo que se apresuró en ponerse de pie e ir en dirección de donde provenía todo el movimiento. Sintiéndose un poco sorprendido cuando vio a Minho desplazarse con total seguridad por aquella habitación, deteniéndose cuando se ponía a freír lo que parecían ser unos huevos en la sartén.
Jisung estaba recostado en el marco de la puerta, observando cada una de las acciones de Minho, prestando atención en la facilidad que tenía para preparar su receta, como si fuera un experto en el área. Iba a continuar en esa acción al menos hasta que sintió la mirada contraria sobre si y como el mayor le dedicaba una suave sonrisa.
—Perdona por utilizar las cosas sin permiso, es solo que asumí que por haber estado ocupado no habías preparado la cena. —Le explicó algo divertido—. ¿Me equivoco?
Jisung soltó una risita baja antes de contestarle.
—No te equivocas, muchas gracias.
En el momento que Minho se volteó para continuar con la preparación de la tortilla, Jisung aprovechó para acercarse a él por detrás y rodear su cintura, de paso, dejó reposar su mejilla en la ancha espalda del mayor. Sintiéndose más confiado en ese acto cuando no recibió un rechazo de su parte, es más, le pareció escucharlo reír para después sentir una suave caricia ser depositada en sus manos que estaban entrelazadas sobre el abdomen del pelinegro.
Tal vez se debía a que ahora se encontraba relajado después de todas las horas de estrés acumulados, o tal vez era a causa del efecto de la conexión significativa que existía con una pareja tras un momento íntimo. Jisung no tenía una respuesta, solo aceptaba que, en ese momento, sentir la calidez que Minho emanaba lograba calmarlo. Por otra parte, Minho deseó atribuirle los mismos pensamientos a esa acción. "Debía tratarse de un simple momento de after care" se dijo internamente. Ambos tenían sus sentidos vulnerables y quizá ese era el hecho que provocaba que el contacto físico se sintiera tan agradable justo ahora. A Jisung le gustaba abrazar y a Minho le agradaba que Jisung lo abrazara.
—¿Tu compañero de piso no vendrá? —Su pregunta iba dirigía con un poco de temor en incomodar a la tercera persona en caso apareciera de pronto—. ¿Debo preparar una tortilla extra?
—Se queda en casa de su novio, no hay problema.
Cuando la cena estuvo casi lista Minho tuvo que avisarle al menor, quien decidió ayudar poniendo la mesa para ambos, rompiendo así el contacto que hasta el momento los mantenía unidos.
Se dirigió al pequeño comedor y colocó dos individuales con sus respectivos cubiertos, sentándose en una de las sillas cuando vio a Minho ingresar con dos platos de arroz y después con otro donde se encontraban las tortillas envueltas.
Jisung no pudo evitar tener una instantánea imagen mental donde ambos eran una bonita pareja que decidía cenar luego de haber pasado todo el día juntos, lo cual, era lo mismo que estaba ocurriendo, obviando el hecho de que claramente ellos no eran pareja, ni tenían sentimientos por el otro.
Con los platos colocados en orden, Minho tomó una de las tortillas y la colocó con cuidado sobre el plato de Jisung, permitiendo que el menor dé el primer bocado. Minho estaba esforzándose en disimular sus ansias por saber cuál sería la opinión del peliazul sobre lo que había preparado. Solo se mantuvo escuchando como le agradecía por la cena y luego veía de reojo como se llevaba una cucharada de este a la boca.
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Ese no era el plan | Minsung
FanficJisung ama la persona que es hoy en día y al mismo tiempo ama la idea de la persona en la que desea convertirse en un futuro próximo. Es por eso que a sus veinticuatro años seguía casi al pie de la letra un estructurado plan que había creado durante...