Capítulo 3

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—No es gracioso Chan.

Su mejor amigo no había dejado de reírse desde que terminó con su relato, continuando al mismo tiempo con su ardua tarea de cortar las verduras desde el mueble de la cocina.

—Perdóname Jisung, es solo que es irónico. —Le explicó con diversión—. Eres la persona menos paternal que he conocido en mi vida, te la vives diciendo que no te llevas bien con los niños a pesar de que trabajas con ellos y ahora sales con este tipo que tiene una hija.

—¡No salgo con él! Ya te expliqué cuál es nuestra relación.

—Ah claro, solo diversión, lo he oído antes y ya me sé esa historia. —Chan decidió molestarlo con la situación—. No me vas a negar que en un momento lo pensaste.

Jisung apoyó su barbilla en su mano y suspiró frustrado ante el recuerdo.

—Es un caso totalmente distinto. —Argumentó— Ha pasado un tiempo desde que salí con alguien. El hombre es atractivo y bueno en otros aspectos, es obvio que lo consideré.

Christopher lo miró con una sonrisa burlona por haber tenido razón y aún decidido a molestarlo. No era usual que Jisung llegara con esta clase de noticias, era entretenido para el mayor.

—Entonces ¿Qué es lo que te molesta? ¿No tener oportunidad con él? Todavía puedes conocerlo y ver que tal.

Jisung optó mejor por quedarse callado y cerrar el tema de una vez con su amigo. Tenía cosas más importantes en las que invertir su tiempo como, por ejemplo, la razón por la que se encontraba ahí en esos momentos. Torturarse al pensar en la situación con Minho no era una opción, simplemente estaba sobre pensando de nuevo.

La puerta del hogar fue abierta justo en ese instante dejando ver a una mujer entrar de la mano con la pequeña Haneul, su sobrina de cariño al ser hija de sus dos mejores amigos, que apenas notó la presencia del de cabellos azules corrió hacia él gritando su nombre.

—¡Sung! —La menor rodeó el cuello del joven en un fuerte abrazo para después ser cargada por encima de sus hombros.

—Perdona la demora Sung, perdimos el primer bus. —Sana se disculpó, aprovechando en dirigirse hacia una de las sillas dentro de la cocina y descansar después de una larga mañana caminando—. Haneul estaba emocionada eligiendo sus nuevas zapatillas.

—¿En serio? ¿Qué modelo ha escogido ahora la pulga?

La castañita movió su brazo en señal de que la bajara y fue corriendo hacia las bolsas que su mamá había dejado encima de la mesa, dejando ver así un par de zapatillas blancas con dibujitos alrededor de varios colores.

—Mira, son dinosaurios de arcoíris.

Jisung le sonrió sincero al ver su brillante expresión cuando hablaba de lo que había comprado y acarició sus cabellos con cariño ante su emoción. Haneul era probablemente la única niña que se había ganado su cariño desde el momento que nació, una pequeña niña muy habladora con personas de confianza, lástima que la historia era distinta cuando de desconocidos se trataba.

—Haneul ve a cambiarte ¿Sí? Recuerda que tienes una conversación pendiente con el tío Jisung. —Le recordó Chan, indicándole el camino y avisándole que llamara a su madre o a él si es que necesitaba ayuda.

—¿Hablaremos sobre el cambio de escuela, Sung? —Vio al adulto confirmar su pregunta—. ¿Me ayudaras a hacer amigos?

—Te enseñaré que eres capaz de hacerlo por ti misma, pulga.

La menor se sintió con muchos más ánimos ante la idea y se retiró de la habitación dejando a los tres adultos sumirse en una conversación aparte, poniéndose al día de lo que había sucedido esas semanas y obviamente Christopher aprovechó en continuar con el tema que hace unos minutos trataba con Jisung y mencionárselo a su esposa.

Ese no era el plan | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora