Capítulo 45: "La Casa Nueva"

37 2 0
                                    

No sé en que estaba pensando cuando dije que quería llevar mis cosas hoy mismo, nos levantamos a las 6 am y desde ahí no habíamos parado de embalar las cajas, nose como llegué a tener tanta ropa y hoy como nunca hacía un calor horrible, estabamos las dos sudadas como puercas. Ya estaba el camion afuera con los chicos ayudando a subir las cajas.

–Joder Sam, necesito unas cervezas después de todo esto– la queja de Triz me hizo gracias.

–Joder Sam, necesito unas cervezas después de todo esto– la queja de Triz me hizo gracias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–Te lo compensaré, lo prometo– le dije antes de guiñarle el ojo.

–Gracias a Dios tu casa viene amueblada– dijo limpiandose el sudor de la frente.

–Esa es la mejor parte, solo me tengo que ocupar de ordenar todo esto y ya–

–¡Ey tu! ya te puedes llevar esa caja– Triz tan amable para hablarle a la gente, me reí en silencio y negué con la cabeza.

–Estoy pensando en buscar trabajo, hay clínicas a los alrededores de la casa–

–Pero si tienes una cuenta repleta de millones Sam ¿Para qué quieres trabajar?–

–Ya pero el dinero no es infinito Triz menos con un bebé– dije poniendo los ojos en blanco.

–¿Y como piensas trabajar emparazada?–

–¿EMPARAZADA?–

La voz de Connor hizo que nos giraramos las dos a ver hacia la entrada de la casa, mi estomago se estrujo y casi puedo sentir como me puse palida, Triz con la boca abierta de la impresion, no queriamos que se enterara de esta manera.

No sabíamos nada de él, desde la noche anterior, cuando volvimos no se encontraba en la casa de James y ni rastros de sus colegas, iuugh.

–¿ESTÁS EMBARAZADA?– repitió

No sabía cual de los 3 estabamos más sorprendidos, trataba de hablar pero no me salía la voz.

–Te ibamos a contar en un mejor momento hermanito– Triz salvando la situación.

–¿Es de James?– no sabría explicar el tono de voz que estaba usando, entre sorprendido y ¿enojado?.

–Si– por fin pude hablar.

–Joder– expulso el aire frustrado y tomo su entrecejo.

–Es por eso que necesitaba información de él– dije nerviosa.

–¿Por qué no me lo dijiste antes Sam?–

–Por favor hermanito, Samantha no necesita tus sermones ahora, mejor ayudanos a empacar lo ultimo que nos queda–

–¿Donde se van?– dijo aun más sorprendio mirando todas las cajas del salón.

Yo necesitaba que la tierra me tragara en ese momento.

–Sam se compro una casa, se muda hoy–

–¿¡QUE!?–

–Connor no pienso seguir viviendo en la casa de James junto a tí y menos ahora que estoy esperando un bebe– me molestaba mucho su actitud.

–¡Joder Samantha, por qué no me dijiste antes que estabas embarazada!–

–¡¿Para qué?! ¡¿A caso hubiera cambiado algo?!–

–Sam–

–¡¡Por supuesto que hubiera cambiado algo!!–

–Connor...–

–¡Claro que no! ¡Eres un maldito egoista que solo piensa en follarse a todas!–

–¡¡NO HUBIERA HECHO NADA DE ESO SI ME HUBIERAS DICHO ESTO ANTES!! ¡mierda!– froto su cabello molesto y tomó asiento cerca de la entrada –Pensé que me preguntabas por él porque aún lo extrañabas–

–¿Hola? ¿Ya terminó el matrimonio de pelear? Necesitamos irnos ya– dijo de brazos cruzados.

Ambos miramos molestos a Triz, pero tenía razon, los chicos de mudanza ya habían guardado todo, teníamos que irnos, tomé los documentos y las llaves del auto, Triz salio de la casa antes que yo.

–No puedo dejar que te vayas a vivir sola–

–No estaré sola, Triz me acompañará las primeras semanas– dije ignorando su mirada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–No estaré sola, Triz me acompañará las primeras semanas– dije ignorando su mirada.

–Tengo ordenes de arrba Sam, no sabemos que pasa en Iraak–

–Entonces dile a tu jefe que puede dejar de preocuparse por mí porque ya no quiero ser parte de nada de esto– dije pasando por su lado antes de salir de la casa.

Estaba a punto de poner un pie fuera de la casa antes que Connor me tomara por la cintura y me acercara a el, mi piel se erizó y mi vientre se estrujó, tenía las hormonas muy alocadas y ultimamente mi apetito sexual habia crecido.

Se lanzó a mi boca desesperadamente, mi cuerpo respondio a su beso sin mi permiso, no sabía cuanto lo estaba deseando hasta ese momento, me apretó más hacia el con sus manos en mi cintura, tome su cara con ambas manos para besarlo con más comodidad, su lengua bailaba sobre la mía dejando un agradable sabor a menta, mordio mi labio inferior logrando hacerme gemir, no sabía si de dolor o de placer al tenerlo tan cerca de mi y poder sentir la dureza de su entrepierna.

La bocina del camión hizo que me separara de golpe, lo miré fijamente a los ojos nerviosa sin saber que decir después de eso, en sus ojos oscuros podía ver el deseo que sentía.

–Vamos– dije sin más saliendo de la casa temblando por los nervios, el mordió su labio inferior y sonrió antes de levantarse de la silla y caminar detrás de mi.

El Mercenario. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora