Vuelvo con otro libro de este precioso Anime 😭❤️
Pequeñas historias con tus personajes favoritos, escenas y reacciones 😁
Lean las Advertencias, por favor, gracias 🙏❤️
¡Es obligatorio disfrutar! 😜
Publicado: 28/12/22
Finalizado: --/--/--
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Cuando bajé del bus y respiré por primera vez en 10 años el aire fresco del bosque, sentí que mis pulmones cogían más oxígeno que en la ciudad. Hacía bastantes años que no venía a visitar a mi abuelo, pero después de que me enviara una carta pidiéndome ayuda con la casa rural de la familia no pude negarme a venir.
Agarré mi maleta y comencé a subir por el camino que atravesaba el Bosque Sagrado. Recuerdo cuando tenía 8 años y corría por entre los árboles y los arbustos jugando con los animales que habitaban en él. Mi abuelo siempre me contaba historias de los Yokai que protegían este lugar con sus vidas y otros que vivían en él como su hogar. También me acordé de un día que jugaba al escondite, no recuerdo bien con quién era pero sí que éramos muy amigos. Jugábamos todo el día, y cuando eran los festivales íbamos juntos a ver los fuegos artificiales del pueblo.
Sonreí mientras me adentraba por la puerta Torii. Estaba hecha de piedra, y a pesar de sus años de antigüedad, seguía en buen estado. Acaricié suavemente su pilar derecho y seguí adentrándome. Sin embargo, ahora se alzaban ante mí las infernales escaleras que a pesar de amarlas cuando era niña, ahora me producían dolor de espalda de solo verlas.
- Tú puedes T/N, que se note que no eres de ciudad- me animé a mí misma y comencé a subir.
A veces tenía que mirar a mi alrededor. Sentía que algo o alguien me vigilaba entre los árboles, pero no podía ver quién o qué era. Cuando llegué a mitad de camino, me paré a descansar. Estaba muerta de caderas para abajo, no sentía mis pobres pies.
Entonces, oí una rama partirse, y me puse recta de nuevo.
-... ¿Hola?- murmuré, pensando que podría ser algún aldeano.
Pero al no recibir respuesta, suspiré. Parece que me estoy volviendo loca.
Con la intención de volver a mi camino, no me fijé que tenía el pie en el bordillo de la escalera y me resbalé, cayendo hacia atrás. Sin embargo, antes de ni si quiera poder gritar, unos fuertes brazos me atraparon en el aire y me alzaron contra un torso cálido. Al alzar mi mirada, mis mejillas se tiñeron de un color rojo.
Era un chico guapísimo el que me había salvado, con unas adorables orejitas de zorro.
- ¿Estás bien?- su linda voz teñida con un tono de preocupación me hicieron volver a la realidad.
- Eh... Sí, muchas gracias- murmuré, algo sorprendida de encontrarme con un hombre mitad zorro-. Tú...
- Ah... Sí, soy un Yokai- le vi sonrojarse y desviar la mirada-. No debería haberme involucrado contigo, pero no quería que te hicieras daño.
Su voz y su rostro me sonaban de algo, pero no me acordaba exactamente de qué.
- Un Yokai...- murmuré impresionada, e inconscientemente alcé mi mano para tocar sus orejitas.
