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¡Esto no se quedará así!

Decir que Rindou estaba molestó era quedarse corto porque en realidad estaba celoso, había visto en los ojos azules de Souya el gran amor y cariño que le tenía a ese muchacho.

Intentaba relajarse y calmar su respiración para no hacer una idiotez, Kakucho lo tenía del brazo para que no hiciera nada que podría hacer enojar y dañar su amistad con la bola de algodón azul.

Izana: el chico si tiene bolas para invitarlo, no como el niño que debía hacerlo con unos mariachis y le debe pedir consejos a su hermano.

Rindou:¡No sé cómo tratar con él!.

Izana: tratalo como normalmente lo haces pero a la vez especial y debes hacerlo sentir bien -dijo rodando los ojos.

Ran: me sorprende que sepas tanto sobre ese tema jefe -dijo divertido.

Izana le dio una patada en la cara al más alto y se fue tomando de manera delicada a su novio, Rindou respiró profundamente para ayudar a su hermano.

Rindou: recuérdame no hacerte caso a ti y hacerle caso al jefe -dijo tranquilo.

Ran: a la próxima no te ayudo.

Ambos hermanos iban a paso lento ya que Ran era muy pesado para Rindou, Souya y Ray llegaron a una cafetería cerca del lugar.

Ray:¿Sigues tocando la guitarra Souya? -pregunto curioso.

Souya: no lo hago tanto como antes pero sigo practicando de vez en cuando -dijo con una sonrisa.

Ray: me alegra que aún te guste el regalo que te hice Sou -dijo con calma.

Una camarera llegó con el menú y ambos pidieron un desayuno simple, charlaban y hablaban de cualquier cosa para ponerse al día.

Ray:¿Estás en una pandilla? -pregunto serio.

Souya trago grueso sabía el desagrado que tenía el mayor por eso, pero nunca lo juzgaba por estar en ese mundo.

Ray: no soy quien como para decirte algo en contra, pero ten cuidado -dijo preocupado.

Souya: no te preocupes Ray soy fuerte -dijo con una sonrisa.

Ray: lo sé -dijo con una sonrisa leve.

La orden de los 2 llegó y así empezaron a desayunar, Ray miraba por la venta de manera curiosa.

Souya:¿Donde estudiaras Ray?.

Ray: mañana entraré, se me olvidó como se llamaba -dijo restándole importancia.

Souya: siempre tan olvidadizo -dijo divertido.

Ray: no es mi culpa -dijo con una sonrisa amable.

Cuando terminaron de comer pagaron y se fueron a caminar, en el camino se encontraron a Takemichi, Mikey y Draken.

Souya: hola Mikey, Draken, Takemichi -dijo un poco extrañado.

Takemichi estaba cargando a Mikey y Draken lo tenía en su espalda, el mayor de todos estaba demasiado confundido por lo que sus ojos veían.

Hermano SobreprotectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora