Epílogo

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La relación de Rindou y Souya fue la mejor de todas en su juventud, apesar de que al comienzo la Touman, Nahoya y la madre de los Kawata amenazaban de una u otra manera al bicolor pero nada que no pudieran hablar hablando como personas normales.

Nahoya apesar de aceptar a Rindou como su cuñado no dejaba de ser el hermano mayor sorbrepotector de Souya y nadie lo podía cambiar.

Souya se miraba al espejo nervioso nunca paso por su mente estar en esta situación.

Hoy era su matrimonio con Rindou y obviamente todos sus amigos estaban, incluso reporteros.

El peliazul estaba muriendo de nervios y temía que algo malo pasaría en su gran.

Ray:¿Por qué tan nervioso? -pregunto curioso.

El más alto lo abrazo por los hombros y le cuadro algunos mechones de cabello sueltos.

Souya:¿Que tal si se arrepiente y me deja plantado? -murmurró nervioso.

Ray: si lo hubiera hecho se hubiera escapado hace tiempo cuando tú madre le lanzó el televisor cuando te quería dar una serenata -dijo divertido.

Souya río por lo bajo al recordar ese momento, como siempre era Ray quien lo animaba y le quitaba el miedo.

Ray: o cuando tus queridos amigos casi le dan la peor paliza del mundo..

Souya: ya entendí.

Ray: también puede ser cuando tu hermano se puso en moco Chucky y casi le clava un cuchillo sin dejar que él hiciera algo...

Souya: entendí Ray... Gracias -dijo con una sonrisa.

Ray beso la frente de Souya y me dio una sonrisa única, una que solo el más bajo podía ver

Ray: eres mi mejor amigo y siempre estaré contigo -dijo tranquilo.

Souya abrazo al mayor con un gran cariño, antes de que pudieran decir algo más la puerta se abrió dejando ver a Nahoya.

Nahoya: lárgate y déjame a solas con mi hermanito.

Ray:¿Por qué tu novio y hermano me odian?.

Souya: no lo sé pero aún sigues siendo mi favorito.

Ray: lo sé -dijo guiñandole un ojo.

El mayor se fue dejando a los gemelos solos, Nahoya abrazo a su hermano con una gran sonrisa verdadera en su rostro.

Nahoya: Souya hoy será el mejor día de tu vida y si alguien la arruina no dudes en decírmelo y yo lo mato -dijo seguro.

Souya río por las palabras de su hermano mayor.

Nahoya: así que salgamos de aquí antes de que te deje sin casarte -dijo con una sonrisa.

El peliazul le sonrió a su hermano y lo tomo del brazo para irse al altar.

Nahoya seguía y seguiría siendo el mismo de siempre con su hermanl pequeño y nadie podía evitarlo.

Porque así era Nahoya... Un hermano sobreprotor que siempre velaria por el bienestar y felicidad de su hermano Souya.

Fin

Gracias a todos los que leyeron y apoyaron está historia~.

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