¿Por qué no te enamoras? • Cr7 & Chicharito [FIFA]

05.- ¿Una Combi-que?

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Dicen que parecemos otra cosa...

Que nuestra amistad a veces por nuestras acciones dejan mucho que pensar... a mí todo eso no me importaba realmente. Era feliz viendo que tú eras feliz y eso bastaba para mí.

Además, yo no pensaba en un romance... la verdad en ese momento no tenía cabeza para esas cosas... estaba muy ocupado con mi carrera que no veía de otra forma a otras personas.

La única persona importante para mí, siempre serías tú.

Así iba a ser no solo hoy, sino mañana y siempre.

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05.- ¿Una combi-que?

— ¿Quieres que me suba a eso?

— Anda antes de que se llene.

— Pero...

— No seas mamón y sube.

Javier lo empujó por la espalda para subir a una Combi. Era el transporte que les facilitaría llegar aún más rápido a su destino.

Aunque Ronaldo puso peros acabo por acceder. Casi se pegaba en la cabeza con el filo de la puerta, de no ser por Javier quién puso la mano para evitarlo cuando su amigo subió.

El vehículo era pequeño y claro, era algo incómodo para una persona que no estaba acostumbrada a ello. Se sentaron hasta el fondo y Javier le tomo la mano.

— No se te ocurra sacar el celular.— El Omega murmuró.

— ¿Qué?.— No entendió.

Pero hizo caso. Ronaldo no sabía que en algunas ciudades de México, y de otros lados también, hay amantes de lo ajeno.

Poco a poco la unidad comenzó a llenarse, con gente que llevaba cajas de despensa, un bebé llorón y también señoras platicando. Era una cosa a la que Ronaldo no estaba y nunca iba a acostumbrarse.

Pero vio a Javier tranquilo de la pena. Aún más que ello vio el agarre de su mano. Eso le tranquilizó un poco. En especial cuando el chófer aceleró con tal de ganarle a una Micro para tener pasaje. Había acelerado de imprevisto y por ello al frenar en un semáforo la mayoría se fue para adelante.

— Oye si no traes vacas.— Alguien se quejó.

— ¿Estás bien?.— Javier vio a Ronaldo.

— Si...

Aunque en definitiva esperaba no regresar en eso.

Pasados unos minutos, Javier saco unas monedas y las pidió pasar al chófer.

— Se cobra dos de la plaza principal.

Se bajaron en la esquina y Ronaldo suspiró soltando finalmente a Javier.

— No quiero regresar en esa cosa.— Volvió a quejarse.

— Relájate, ya llegamos.— Sonrió levemente al verlo.

Caminaron todavía un par de calles y mientras avanzaban más, el aroma de la comida les llamo la atención. En la esquina había un local cuyo nombre era Tortas Don Polo.

— Llegamos.— Sonrió Javier.

Ronaldo lo siguió hasta que entraron al lugar.

— Buenas tardes.— Siguió el muchacho.

— Buenas tardes.— Aunque lo reconocieron enseguida.— Javier.

— Ey.— Enseguida alguien más se levantó de su asiento cerca a ellos.

— Wey, no te reconocí sin los rizos.— Se había reído El Chicharito.

Pero abrazo a Guillermo Ochoa, al parecer él estaba de visita con su familia y había sido una buena suerte encontrarlo allí. Estaba acompañado de una chica de cabellos rojos. El Portero del America en ese momento no llevaba sus característicos rizos, sino que llevaba el cabello corto y además portaba una gorra de tela.

— No pensé que caerías de visita en México.— Memo lo creía en Manchester.

— Cambiaron los planes y traje a alguien.

Hasta en ese momento Memo noto a Ronaldo pero sonrió.

— ¿Vienes de turista?.— Sonrió al saludarlo.

— Algo así.— Correspondió el abrazo al saludarlo.

— Me alegro.— Sonrió el Portero viéndolos.

— Hola Dulce.— Igual Javier saludo a la chica.

— Javier.— Sonrió ella devolviendo el beso en la mejilla.

Dulce María era la actual novia de Guillermo, llevaban saliendo un tiempo y ella era una Omega que desprendía un aroma dulce a fresas... Aunque era bastante segura de si misma. Y también, desde joven pese a ser Alfa. Memo era bastante tranquilo, no era como tantos otros de hecho, era amable y de no ser por la Casta, pasaría como Omega. Su aroma a Chocolate Amargo era dulce y eso era un poco raro en los Alfas, quienes normalmente poseían un aroma fuerte, seguro y dominante. El de Cristiano era un aroma fuerte pero mantenía un toque dulce, eso atraía bastante. Pero Memo parecía por ello más amable de lo que de por sí dejaba ver.

A veces se veía que, la que mandaba en la relación, era Dulce.

— Venimos a comprar la comida para hoy, mi mamá no quiso cocinar.— Había reído Javier.

— Entonces lleven las tortas Suizas, les van a gustar.— Sonrió Memo.

Se acercó al mostrador para pedir que prepararán la orden de Javier. Este pidió varias del mismo tipo que le sugirió su amigo y además otro par de milanesa. Con el chilito aparte, por si acaso.

— Cris.— Javier vio a Ronaldo.— ¿Quieres beber algo mientras?

— Si, gracias.

Memo se acercó al refrigerador para atenderlos seguido de Javier, saco dos botellas de Boing de Guayaba y los destapó.

— Parece que te gusta.

— ¿Eh?.— Eso sonrojo ligeramente a Javier.

Ronaldo se había sentado con Dulce y estaban hablando un poco, El Chicharito vio al Portugués y sonrió.

— Es que eso parece.

— No wey...— Negó por eso.

Al parecer no solo Giovanni pensaba cosas equivocadas de su relación. Tal vez eran buenos amigos y parecían algo más, pero en ese momento Javier no sentía nada más allá de una amistad sincera.

— Aún así, hacen linda pareja...— Memo sonrió.— Amigos o algo más, se ven bien juntos.

Se volvieron a sentar a la mesa y le dejo su Boing al Portugués.

— Aquí tienes Cris, y eres bienvenido aquí cada que vengas.

— Gracias Memo.— Sonrió el muchacho.

— Cualquier cosa, aquí tienes un amigo.

— Muchas gracias.

Eso era lindo, o así lo veía Javier, que sus amigos se llevarán bien entre si, en especial ellos. Guillermo era un gran amigo y muy importante para El Chicharito, lo mismo era Ronaldo.

Eran sus personas importantes y así quería mantener ello siempre.

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