No tenía ganas de hablar con nadie. Ni ahora y creo que ni por el resto de su vida, pero necesitaba hacerlo.
En este instante se encontraba apoyado en la entrada de la habitación que compartían De Paul y papu. Aunque cree que otamendi también se la pasa mucho rato haya cuando Ale se va, pero eso era un tema para otro día.
Esperaba a que llegasen de entrenar. No, no quería ni ver a Messi, ni a Scaloni, ni a Pezzella y menos a Paredes. Él solo quería que el que se apellidaba Gómez esté frente a el para echarle todo la culpa de lo que había pasado.
Los segundos se sentían una eternidad, ya se estaba cansando de estar ahí parado. Ya decidido a irse, empezó a caminar a dónde se encontraba su pieza, pero justo unas voces que venían cantando y gritando captaron su atención. En ese instante supo de quienes se trataba. Dió media vuelta para quedar frente a frente con los que venían bailando. Me pregunto de dónde sacaban tanta energía, venían de entrenar y ya era medio tardecito, como le hacían?
Los observó detenidamente, no quería llamarles para que lo miren, quería que ellos se den cuenta de su existencia por si mismos.
Los seis que venían alegres, al notar al edificio de carne que se encontraba malhumorado a juzgar por su cara, se quedaron callados y parados a mitad del pasillo.„Che, ese no es dibu, que hace acá? No era que se sentía mal?" susurraba lo más bajo que podía Dybala. Le habían dicho que el arquero estaba re descompuesto y no se podía ni levantar de la cama, o exageraron o le estaban mintiendo como siempre.
„Mal, que pasó ahí? Por qué se saltó el entrenamiento entonces? Este fantasma, se viene a hacer el enfermito, ya lo voy a agarra-"
„Callate, Enzo. Ya sabemos muy bien que ni en pedo lo cagas a palo a este mastodonte, si vos lo querés más que el Kun a Messi." lo calló papu, nadie se metía con su tóxica. „Seguro y se tomó algo para sentirse mejor, andá a saber" sabía que no se sentía mal por algo físico, pero como los demás no, simplemente seguía con la mentira.
„Seh seh, seguro" bufó Enzo, cruzándose de brazos. Él no quería ir a entrenar hoy simplemente porque tenía sueño y su cama era muy cómoda. Se había desvelado toda la noche por estar con Julián, no era justo que a él lo obliguen a ir. Apostaba que solo le tenían envidia por ser bonito.
„Bueno, ustedes saben que yo los amo, hermanos, pero ni en pedo me cruzo para ese lado. Yo ya medio que me pelié con él en la mañana, así que. Es mejor prevenir que lamentar." De Paul ahora era el que susurraba
„Yo también estuve ahí. No fue tan lindo que digamos. Mejor nos vamos separando. Vos andá papu, seguro te quiere hablar, yo sé que nos amamos pero a vos te tiene más confianza" fue lo último que le dijo otamendi antes de agarrar a Rodri por los hombros para llevárselo a paso apurado. Le aconsejó a los otros dos wachines que hagan lo mismo, cosa que hicieron.
„Chicos, chicos, dónde se van? No me dejen" era lo único que se podía escuchar por parte de Ale. Cómo estaban tan seguros que el dibu estaba ahí para hablar con él? Capaz que quería contarle algo a Germán o yo que sé.
Mientras seguía a paso lento hacia adelante, se percató que emi se encontraba apoyado sobre su puerta, „Ahhh, por eso decían que quería verme a mí." Pensaba, olvidandose que compartía habitación con De Paul, quien también estaba ahí haciendo bullicio con él hace unos segundos.
Se acercaba lentamente a una posible muerte. Su preciosa no era capaz de hacerle nada, no? Se puso tranquilo por un momento, hasta que se acordó lo que le había dicho en la mañana. Dios mío, su bebota si le iba a hacer algo. Cuando al fin estuvo al frente, espero a que dibu diga algo, no quería ser el que empieze a hablar. Parecía que emi le había leído la mente porque ya se encontraba diciendo algo.„No revisaste tu celular, verdad?" con los brazos cruzados y el ceño fruncido, como si fuera su mamá y hubiera descubierto que él había roto un vaso. Estos eran segundos antes del desastre.