Si ahora seguía vivo, era solo de casualidad. Recién terminó el partido contra Australia, octavos de final. Lo que se sufrió, mamita querida, agradecé que no fue tanto y que lograron su clasificación a cuartos, pero si no fuera por el dibu y esa atajada a último momento, atajada que le paró el corazón a toda la Argentina, ahora mismo el sueño del mundial se habria acabado.
Por más de no haber jugado como le hubiese gustado, igualmente estaba feliz de haber sumado minutos en la cancha. Una estúpida lesión tuvo que entrometerse y arrebatarle el poder de seguir jugando. Agradecía que no era tan grave como para distanciarse del fútbol para siempre, pero también se insultaba por lo bajo, esa lesión le costó su titularidad en la selección y ahora se vería siendo uno más de los de la banca. Por lo menos no era dybala, el pobre de paulito lo tienen ahí sentado, sabiendo que él es una „joyita” tal y como le dice todo el mundo. Habría puesto como ejemplo a gero o a franco, pero una cosa es jugar en cancha, otra en el arco. Era más o menos entendible el que no hayan entrado nunca, Scaloni tenía una confianza mal con emi y a los otros dos los puso en algún que otro partido para poder testearlos, pero dibu lo tenía ya fascinado. Aunque no vamos a hablar más sobre eso, porque nos desviamos del tema.
Ya pitado el silbato, informando la finalización del partido, hizo que saltara de la banca para ir a buscar a cada uno de los pibes. Fue directamente hacia emi, cosa muy obvia. Se había hechado una atajada importante, era la atajada del mundial hasta el momento.
Se encontraba tirado, recién se habían levantado los wachines que tenía arriba, siendo exactos, Enzo y ota se habían bajado de arriba de él, dejandole el camino libre para poder ahora tirarse a abrazarlo.
„Hola, mi amor, cómo te sentís después de ese cierre?” le preguntó con toda la delicadeza que encontraba en sí, acariciándole el pelo y plantadole un rápido beso en la cabeza, casi en la nuca.
Dibu no dijo nada, solo se encontraba ahí, aferrándose a la pelota como si en el momento en el que la soltara, está iba a ir a su portería y causaría un empate en el partido ya terminado.
„Voy a tomar eso como un 'te amo mucho papu, quiero casarme con vos, darte muchos hijos y también ganar el mundial solo para vos'” se reía, todo para provocar una reacción por parte del otro. Lo único que se escuchó fue un suspiro, nada más. „Buee, dejá que me voy y te dejó asimilar que pasamos a cuartos de final gracias a vos, cuando quieras poner en marcha lo de darme muchos hijos, vení a buscarme, siempre me podés encontrar en mi habitación” dijo para levantarse e ir a abrazar a los demás y felicitarlos por el partidazo de hoy.
Cuando papu por fin se había ido, emi quedó plasmado ahí un rato, hasta que sintió que alguien lo pateó. Ya por eso sabía quién era así que, ni tomo el tiempo para poder verlo.
„No dejé' a tu novio colgando, culiao” mandó el cuti y siguió caminando tranquilo en dirección a los demás.
Lo único que optó por hacer fue reírse porque llamó su „novio”al papu. Cuando su mini carcajada calló, lentamente se paró. De verdad no quería salir de ahí, era cómodo, pero lo tenía que hacer. Fue en busca de los demás cuando ya se encontraba con ambos pies en la tierra.
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„Che, hermano, de enserio estás bien? Porque eso no se ve tan bien que digamos” comentaba Rodri sobre su lesión en el tobillo izquierdo.
„Si, que estoy bien, estoy, pero para jugar, obviamente no” se tocaba ahí donde le dolía, masajeandolo suavemente.
„Que onda con la banda? Acá te traje el gel que me pediste, enano” entró saludando Nico otamendi, fue en dirección hacia ellos, saludo a de Paul con un abrazo y un lindo beso en el cachete, raro.
„Holaaa, ota, todo bien” estaba algo sonrojado por lo del inesperado beso que le había dado „Bueno, todo menos el tobillo de este gil” señaló a dónde se encontraba Ale sentado.
