12. Revelaciones. 🔞

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Recibir regalos era algo que no tenía costumbre de hacer. Le había encantado esa guitarra eléctrica, le hizo sentir sumamente bien. Miró a su hermana con una sonrisa, recibiendo su calidez. Él entonces le dijo que abriese su regalo, y es que era un sujetador con push up bastante bueno.  Sintió que se tenía que justificar, por eso habló.

— Todos sabemos que después de haber parido a tres hijos una necesita un poco de ayuda para alzarse. Además eres joven y puedes seguir buscando el amor.

Aegon quería echarle una mano. Suponía que Rhaenyra y sus hijos no pensaban de la misma forma respecto a que continuase con su vida y encontrase a alguien.

La contraria soltó una risa divertida, negando varias veces. Sí, era verdad, no por el tema del sujetador sino por la ayuda… ahí donde no hay nada no se puede levantar.

Luego se fueron todos a sus respectivas casas, menos Aemond que había tenido que marchar por urgencias.

En la cama es que estaba Aegon, practicando con la guitarra mientras cantaba una canción que le hacía a Helaena sentirse pensativa, melancólica inclusive.

— Deberías encontrar otra banda. Eras un buen guitarrista y lead vocal. No por lo que ocurrió te tienes que privar de ello. Hay que seguir hacia delante.

Su hermano la miró con una ceja alzada. No dijo nada pero asintió; pareciera ser que Helaena al fin había pasado página con su ex novio.

— ¿Ya pero y cómo? —cuestionó al fin el hombre, tras haber terminado la canción.— Soy un marginado social, mi mejor amigo es Renly y su intelecto no va más allá de cruising gay.

Oh no, Helaena casi escupe los cereales de la risa que le dio. Estuvo un rato así, hasta que se calmó y cogió el móvil de su hermano.

— Esto, amigo mío, es tu salvación. Simplemente pon un anuncio en Twitter.

— ¿Twitter? —Aegon se alzaba para ir a por tabaco.

— Si quieres te lo pongo yo. Te daré retweet para que lo vean mis seguidores—y es que tenía unos dos mil, algo era algo.

— Si claro, me parece bien —se aproximó a su hermana y le dio un beso en la cabeza— Así da gusto. Has cambiado para bien.

— Y tú te follas a tu sobrino.

La cara de Póker de su hermano fue un poema. Solo pestañeó y se sentó en la silla, viéndola con fijeza sin saber que decir.

— No es como si me importara, Aegon. Al final de cuentas no podéis tener hijos que os salgan deformes. Pero ten más cuidado a la próxima, porque si te pilla Rhaenyra probablemente todo termine mal.

El contrario asintió y suspiró, luego ahogando su pena con el cigarro que en cuestión de minuto ya estaba consumido.

— Simplemente ocurrió. Intenté frenarlo pero estas cosas supongo que no se pueden parar artificialmente. Quizás no quería del todo parar tampoco. Solo sé que me produce un bienestar curioso, me hace sentir aceptado, importante. No sé, me siento especial a su lado. Y le quiero cuidar y ayudar. Sí le siento como mi familia, pero no como si fuese mi familiar sino más bien…

— Como a un novio—le adelantó Helaena.

El mayor carraspeó y asintió. Era la primera vez que hablaba con ella de amores, normalmente solía ser Helaena la que se quejaba siempre de Mark.

— Id con cuidado, pero no os dejéis acobardar. El amor lo puede todo.

— Eh ey… No es amor. Simplemente me atrae y eso. Solo nos estamos conociendo.

POLVO VALYRIO (LUCEMOND + JAEGON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora