Despertar al lado ajeno había sido de lo más agradable que jamás había sentido. Tenerlo a su lado durmiendo así… Parecía casi inocente. Su expresión apaciguada, su respiración lenta.
Lucerys había tenido una buena noche, podría ser de las mejores en su vida y estaba dispuesto a repetir pero su madre pensaba lo opuesto.
— ¡Niños! ¡A desayunar!
Gritando aquesto, fue dando golpes a las puertas para que todos despertase, entre otros Aemond que puso inmediatamente mala cara. No acostumbraba a ser despertado así, a diferencia de los que en esta casa vivian.
— Si tu madre muriera ahora no lloraría.
Las palabras bordes de un Aemond dormido le sacaron a Lucerys una risa, quién le abrazó disfrutando de la suavidad de su piel. Maldita sea, como lo deseaba..
— Vamos anda, se pondrá pesada si no.
Aemond sin embargo lo cogió del brazo y atrajo. Su boca contra la de Lucerys, empezó un beso húmedo con saliva de por medio, con dos lenguas luchando deseosas mientras palpaban sus cuerpos. Sus jadeos se ahogaban contra sus belfos, el calor iba en aumento.
— ¡Niñoooos!
— Joder—Aemond bufó alzándose de golpe. Buscó su ropa de mala gana, maldiciendo mientras hacía esto. Joder, joder y joder. La odiaba.
Lucerys estaba igual pero ver a su mayor actuar así simplemente le parecía cómico.
Se vistió viéndolo de reojo, hasta que ambos hubieron terminado y salieron por la puerta para bajar abajo.
****
Aegon estaba en bolas caminando por el piso del subterráneo, el cuarto de Jace. Iba él tan tranquilo, a su ritmo mientras Jace se vestía.
— Debes practicar más —tenía la guitarra de Jacaerys en sus brazos, estaba tocando.
— Deberías ponerte ropa. Quizás mi mamá baje.
— Dudooo… que le apetezca bajar estas escaleras del demonioo~—Estaba cantando mientras tocaba al ritmo de sus propias palabras.
Jace sonrió y se aproximó a él, le cogió con cuidado la guitarra y le besó antes de quitársela.
— En serio. Me encanta tenerte así conmigo pero si hay que subir, hay que subir.
Aegon mostró un puchero y suspiró vencido. Dejó que cogiese la guitarra y dio una patada a un peluche de Jace que mandó contra la pared. Luego se encaminó a la cama para ponerse la camiseta y los pantalones del mejor; dudaba que nadie dijese nada.
Antes de que salieran, Aegon dio un golpecito al culo de Jacaerys, quién se quejó divertido y le empujó para que subiera antes las escaleras. Aprovechó y le pellizcó la nalga derecha sacándole una risa al otro quién dio un brinco.
*****
Joffrey estaba durmiendo en su cama Nido, mientras Helaena en la cama de abajo. Tenía a Syrax a su lado, la perrita no se había separado de ella durante toda la noche, una noche que por cierto fue bastante agitada.
Habían estado jugando al Mario Cart durante horas, picados los dos por igual, como si Helaena tuviera los trece años de Joff.
Se lo había. Pasado bien sin embargo. Comieron de los suministros de mierda del menor, un cajón lleno de comida chatarra de distintos tipos, inclusive la tarrina de helado que robaron de la nevera de la cocina.
Así pues cada hijo de Rhaenyra había pasado la noche con su respectivo tío, aunque para ellos dos había terminado todo distinto a diferencia de las dos parejas que follaron como depravados.
Todos estuvieron finalmente abajo, donde Daemon estaba haciendo tortitas, aunque ya había un buen montón hecho. Ryaenyra saludó alegre y comenzó a servirles a todos de la comida.
Se sentía como una madre de muchos hijos, pues apenas había diferencia entre sus edades, hermanos e hijos.
— Tortitas para todos—dijo la mujer alegre, sonriendo más al notar a Helaena aplaudir y el sonido de victoria de Aegon.
Aemond negó a tomar nada, él desayunaba un café y un cigarro. De verdad que nada le entraba por las mañanas. Tras ser juzgado por Rhae, le perdonó y le dejo ir hacia la ventana para encenderse un cigarro, a su vez ella fue a hacerle el café solo.
— ¿Qué tal habéis dormido? —cuestionó ahora Daemon, curioso.
— ¡Estuvimos jugando un montón! —Joff emocionado habló, Helaena a su vez asistió con un sonido alto y la boca llena de tortitas.
— Bueno, espero que hayáis descansado. ¿Y vosotros? —preguntó otra vez el hombre.
— Convencí a Aemond de que me diera un masaje y en medio del masaje caí frito —Lucerys soltó una risa, viendo de reojo a Aemond quién lo asesinó con la mirada.
— Tengo un pariente que es fisioterapeuta si necesitas te lo recomiendo.
Lucerys se tomó aquello bien, realmente le dolía bastante la espalda.
— Oye pues… genial. En verdad sí —sonrió contento.
— Pues a mi Jace me estuvo abrazando como un koala. Al final dormimos en su cuarto abrazados y me llenó de babas todo—literalmente todo.
Jacaerys quería matar a su novio, le quería estrangular por quererle hacer pasar un mal rato. Gruñó de mala gana, cogiendo aire y soltandolo.
— Anda que tú no te tiras pedos, majo —Jace respondió a la defensiva.
Joffrey se comenzó a reír, Daemon también rió divertido.
— Siempre los gases, eh—Rhae se sentó junto al resto para desayunar, junto con Daemon quién era el que más hambre tenía después de la intensa sesión con su novia por la noche.
— ¿Y qué le hago si tengo gases? ¡Soy humano! Incluso ahora…—hizo un sonido fingiendo uno.
Joffrey estaba que se meaba de la risa, eso a Aeron le gustó. El peque era adorable riendo. Siguió haciendo el payaso durante todo el desayuno, como siempre el TDAH le tenía inquieto.
Se notaba quienes eran los introvertidos, pues tanto Aemond, como Helaena y Jacaerys estaban al margen, la segunda no porque no tuviera que aportar sino porque le gustaba escuchar. Aemond estaba algo incómodo, se sentía que no encajaba. Jace… solo era sensible a la vergüenza ajena y Aegon aunque le quería mucho le transmitía mucha vergüenza ajena.
— Esto me recuerda a cuando Luke aún se meaba en la cama hasta los doce—Rhaenyra habló divertida entre risas.
Lucerys se tiñó de rojo, cara y orejas. Por como le miró Aemond expectativo supo que había escuchado esa tontura.
— Mierda…—y bebió rápidamente del zumo— Mamá no te deseo nada malo pero ojalá se te caiga champú en los ojos.
La mujer fingió ofensa absoluta, mirando hacia Daemon indignada.
— ¿Y a este le pago todo? ¿Le doy todo? Ahora quiere dejarme sin vista…
Aegon y Joff se volvieron a reír. El primero llamó a Aemond para que se sentase con ellos, viéndolo tan apartado en un rincón fumando.
Aemond suspiró y se fue a sentar, cogiendo el vaso de zumo de melocotón y dándole un buen trago.
Jace no reía ni nada. No sabía cómo cojones tomarse la presencia de Daemon, le molestaba un poco.
Fue un desayuno tranquilo, con muchas bromas y boberías de por medio. Al final entre todos recogieron y se despidieron, los dos hermanos mayores prometiendo a los otros que pasarían la tarde con ellos.
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POLVO VALYRIO (LUCEMOND + JAEGON)
FanfictionDesde generaciones se dedicaron a la creación y distribución del bien conocido Polvo Valyrio, una sustancia química capaz de crear alucinaciones duraderas en menos de un minuto de tiempo de espera. Muy barata y bastante más peligrosa que las drogas...