1. Reunión familiar.

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Helaena se quitó por un momento los guantes, cogiendo el paquete de cigarros para sacar uno y con el mechero, encenderlo.

Delante tenía a su hermano Aegon, con la mascarilla puesta partiendo las dosis con una navaja y guardandolas en pequeñas bolsas transparentes, siempre en una misma cantidad.

- ¿Es solo esto, verdad? Medio kilo en este mes.

Cuestionó Helaena, aspirando del cigarro para soltar el humo lentamente. A su alrededor, una cocina sucia con montones de platos sin lavar, pequeña y oscura de no ser por la lámpara que iluminaba específicamente la mesa.

Sobre la mesa, este medio kilo de una variante de la cocaína que habían llamado polvo Valyrio, color verde radioactivo.

El negocio se pasaba de generación en generación, desde que su tatarabuelo Aegon el Químico inventó la fórmula de esta droga que revolucionó las calles del Bronx.

Ahí estaban pues ambos hermanos, preparados para empaquetar el medio kilo de la droga en sobregiros de dos, tres y cinco gramos.

Helena poseía el cabello blanco y largo, su lado derecho rapado. Tenía los ojos pintados con delineador negro, así como lápiz del mismo color en el interior de su línea de agua.

Aegon poseía una mohicana, aunque el cabello ondulado y sucio. Sus dedos largos, era ágil en lo que estaba haciendo, aunque ahora mismo no estaba lúcido, su mente se hallaba en otro lado y su cuerpo era el que actuaba por costumbre.

La familia Targaryen eran llamados Ratas de Alcantarillado por ser albinos y de ojos color lila, un gen que se había pasado al igual que su trabajo, de generación en generación.

Su padre, Viserys Targaryen jamás quiso estar metido en esto, siendo su trabajo principal el de médico de cabecera del hospital al lado de casa. Muchos años padeció de alcoholismo, algo que hizo que su mujer anterior lo dejase y se fuera con su hija. Por otro lado, su padre consiguió una nueva mujer, Alicent.

Ambos sabían que ella se casó con él por el dinero, pero el hombre prefería no verlo. Era guapa, tenía un cuerpo espectacular y tenía potencial como futura diseñadora de moda.

Todos sus sueños sin embargo quedaron a medio camino cuando a sus 19 años ella embarazó sin quererlo, interrumpiendo su carrera para dedicarse a la vida del hogar.

Quién diría que tras su espalda Vyseris sería narcotraficante, ni siquiera se le habría ocurrido pero inclusive ella acabó hasta arriba, metida en su mierda.

Primero Aegon, luego Helaena, después Aemond. Habían venido uno detrás de otro hasta que la mujer decidió ponerle fin al sufrimiento. Se suicidó nada más su hijo menor cumplió los tres años, cayendo de lo alto de una torre.

Tras aquello, Viserys tuvo que volver a la vieja usanza. Aegon ni siquiera recuerda cuando empezó a preparar gramos de drogas, era una actividad que solía realizar con su padre de forma diaria, una especie de juego que cuando creció cobró otro sentido.

Helaena había aprendido antes a preparar los sobres que a escribir.

Quién siempre estuvo al margen de esto fue Aemond, el cual procuraban entre los tres que tuviera una infancia más o menos normal. Infancia que terminó a los trece años, cuando su padre murió de cáncer de piel.

- ¿Y ahora qué? -se habían parado los tres, mirándose sin saber que decir hasta que el que tomó la iniciativa fue Aemond.

- Ahora seguimos con lo mismo de siempre.

POLVO VALYRIO (LUCEMOND + JAEGON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora