14. La selección

205 19 0
                                    

˗ˏˋ CHAPTER FOURTEEN ˎˊ˗
(THE SELECTION)

------ ✽ ------

—¡Caray! —exclamó Ron, sacudiendo la cabeza y poniéndolo todo perdido de agua—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Caray! —exclamó Ron, sacudiendo la cabeza y poniéndolo todo perdido de agua—. Si esto sigue así, va a terminar desbordándose el lago. Estoy empapado... ¡Ay!

Un globo grande y rojo lleno de agua acababa de estallarle en la cabeza. Empapado y farfullando de indignación, Ron se tambaleó y cayó contra Harry, al mismo tiempo que un segundo globo lleno de agua caía... rozando a Hermione y consiguiendo mojar a Raquel.

—¡Ay! —la pelirroja miró hacia arriba donde pudo encontrarse a... —¡Peeves!

—¡PEEVES! —gritó una voz irritada—. ¡Peeves, baja aquí AHORA MISMO!

Acababa de entrar apresuradamente desde el Gran Comedor la profesora McGonagall que resbaló en el suelo mojado y para no caerse tuvo que agarrarse al cuello de Hermione.

—¡Ay! Perdón, señorita Granger.

—¡No se preocupe, profesora! —dijo Hermione jadeando y frotándose la garganta.

—¡Peeves, baja aquí AHORA! —bramó la profesora McGonagall, enderezando su sombrero puntiagudo y mirando hacia arriba a través de sus gafas de montura cuadrada.

—¡No estoy haciendo nada! —contestó Peeves entre risas, arrojando un nuevo globo lleno de agua a varias chicas de quinto, que gritaron y corrieron hacia el Gran Comedor—. ¿No estaban ya mojadas? ¡Esto son unos chorritos! ¡Ja, ja, ja! —Y dirigió otro globo hacia un grupo de segundo curso que acababa de llegar.

—¡Llamaré al director! —gritó la profesora McGonagall—. Te lo advierto, Peeves... Peeves le sacó la lengua, tiró al aire los últimos globos y salió zumbando escaleras arriba, riéndose como loco.

—¡Bueno, vamos! —ordenó bruscamente la profesora McGonagall a la empapada multitud—. ¡Vamos, al Gran Comedor!

Los cuatro se encaminaron junto a la multitud hacia el gran comedor y se sentaron en la mesa de Gryffindor, junto a Nick casi decapitado.

—Buenas noches —dijo sonriéndoles.

—¡Pues cómo serán las malas! —contestó Harry, quitándose las zapatillas y vaciándolas de agua—. Espero que se den prisa con la Ceremonia de Selección, porque me muero de hambre

Raquel se escurrió el pelo y la túnica empapadas. Tenía la nariz y las mejillas rojas del frío.

Justo en aquel momento, una voz entrecortada y muy excitada los llamó:

—¡Eh, Harry, Raquel!

Era Colin Creevey, un alumno de tercero que amaba la fotografía y a Raquel siempre le había caído bien.

—Hola, Colin —respondió con poco entusiasmo.

—¡Colin! —exclamó la pelirroja, este se acercó a abrazarla. —¿Que tal las vacaciones?

Raquel y el cáliz de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora