Cuarto año de Raquel Weasley en Hogwarts. Volverá a reencontrarse con todos sus amigos y su actual novio y se encontraran con una gran sorpresa. Muchísimos nuevos sucesos les depararan, nuevos amigos, fiestas...
Todos los personajes salvo Raquel y L...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los dos días siguientes pasaron sin grandes incidentes, aunque el profesor Snape, durante el verano, parecía haber acumulado rencor en cantidades nunca antes conocidas.
—Vosotros sabéis por qué Snape está de tan mal humor, ¿verdad? —dijo Ron a Raquel y Harry, mientras observaban cómo Hermione enseñaba a Neville a llevar a cabo el encantamiento antigrasa.
—¿Porque todavía no ha aprendido una buena técnica para quitarse la grasa del pelo? —dijo Raquel irónicamente haciendo que Harry y Ron comenzaran a reírse con ganas.
—Oh... —respondió Harry riendo—. Por Moody.
—Bueno, mi opción era mejor pero... —continuó la chica riendo.
—Me parece que Snape le tiene algo de miedo, ¿no creeis? —dijo Harry, pensativo.
—¿Te imaginas que Moody convierte a Snape en un sapo cornudo —dijo, con lágrimas de risa en los ojos— y lo hace botar por toda la mazmorra...?
------ ✽ ------
El jueves por la mañana Raquel se levantó, peinó y vistió como habitualmente hacía para ir a sus clases, su habitación estaba vacía, parecía que Hermione ya se había ido. Bajo al gran comedor para desayunar pero en medio del pasillo una chica de pelo abultado castaño se acerco corriendo hacia ella.
—¡Raquel, ven, necesito tu ayuda! —Dijo la chica, era Hermione, su mejor amiga, que venía corriendo agotada con un montón de libros en las manos.
—Que pasa Her... —se quejó Raquel cansada —tengo hambre.
—¡Ven conmigo a la biblioteca, tengo una idea, te va a gustar ya veras! —continuó esta empujándola hacia la biblioteca.
—¡Hermione que tengo hambre, dejame comer algo!
—Ya te he guardado unas tostadas, sígueme.
Cuando las dos chicas llegaron a la biblioteca estaba vacía, solo se podía encontrar a la señora Prince.
Hermione guió a Raquel a una mesa algo apartada de ella y llena de libros. Le dio sus tostadas, para que la pelirroja la escuchara.
—Se me ha ocurrido una gran idea —comenzó la chica —Estuve pensando en crear una asociación, seria para que los elfos domésticos tengan unas condiciones laborales justas, un salario, un buen trato... ¡Qué es lo que se merecen! —dijo de forma nerviosa —Y pensé, que a lo mejor te gustaría formar parte de ella.
La pelirroja sorprendida terminó de morder y tragar la tostada y contestó con una gran sonrisa, que logró tranquilizar a su amiga.
—¡Claro que sí Her! La idea es genial, ¿Cómo se llamaría?
