𝕼𝖚𝖎𝖓𝖈𝖊

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—Maldito idiota.— escupió el pelinegro enojado.

Aquel rubio y su hermano, habían lastimado cada parte de su ya antes destrozado cuerpo

—¿Estás bien?— Pregunto la mujer rubia de colmillos con desprecio en su cara. Aunque muy en el fondo lo apresiaba.

—Si lo estuviera... ¿Me vería así?— contesto obviamente enojado.

—Tienes razón discúlpame— hizo un extraño ademan con las mano —¿Necesitas algo?— Se atrevio a preguntar —Sabes donde encontrarme—

—En realidad si necesito algo— poso su mirada en ella con malicia. Tenía planeado algo, y vaya que era algo grande.

[...]

—¿Entonces?— pregunto luego de haberle contado todo el plan que tenía en mente.

—Lo haré. Esa zorra nunca me cayó del todo bien— Espeto la menor.

—Cuida tus palabras mocosa—

—Tks— se quejó —¿Cuándo comenzamos?—

—Dentro de muy poco, ya falta menos—

[...]

[_______]

—¿Por qué me ves así?—  pregunté.

Llevaba rato mirándome tan fijamente, estábamos en el Living de nuestra casa con Katsu durmiendo, pero su mirada sobre mí aún lograba ponerme nerviosa.

—Estas más bonita, tus ojos tienen otro brilló— sonrió —Me gusta—

—Oh— me ruborize.

—¿No vas a decir nada?— pregunto extrañado.

¿Qué podría llegar a decirle?

—¿Que quieres que te diga?— el calor se sentía en mis mejillas, ardía.

—Te sonrojaste— se burlo.

—¿Qué quieres que diga?— volví a preguntar sin mirarlo a los ojos.

Odiaba eso, Katsuki sabía como me hacía sentir, sabía perfectamente que me sonrojaba rápidamente.

—No lo sé, algo— continuo.

—¿Gracias?— lo mire burlona.

—Bien ya no te diré más nada—

Al parecer se había enojado. Nada raro.

—Vamos cariño— reí —Es solo que aún logras causar eso en mí— tomé su mano —Aún me haces ruborizar, no puedo responderte a la ligera—

—¿Aún lo hago?—se estaba haciendo el idiota. Claramente sabía lo que me provocaba.

Lo mire fijo a los ojos y sonreí —Claro que lo haces—

—Me gusta aún causarte todo eso— mordió ligeramente su labio inferior.

Katsuki era un Arrogante y no me cansaría de decirlo.

—Arrogante—

—TKS, Yo no…—

—Mami— la vocesita de Katsu se hizo presente entre nosotros prohibiendo el quejido de su padre.

—Cariño— Lo tome en brazos, puesto a que anteriormente dormia frente a nosotros placidamente en su carriola —¿Estas bien?—

—Miedo— dijo pegándose a mi pecho.

Sabía que lo que había pasado lo estaba afectando mucho, Katsu era el más afectado por todo esto. Mi vida estaba en riesgo, pero no era solo eso, sino que sobre la mesa del juego de Tōya también estaban Kaachan y Katsuki.  El dúo Bakugou también estaba en su juego.

Y para hacerme mal, él sabía que ellos dos eran pilares fundamentales para mí.

—¿A qué le temes?— me atreví a preguntarle.

—Que ya no vuelvas— contesto con sus ojitos vidriosos.

No pude mirar a mi hijo a los ojos por mucho tiempo más,  ese también era mi mayor temor, yo también temía no volver a casa.

—Oh no cariño— lo abracé cuando comenzó a sollozar —Ya, ya no llores, siempre estaré aquí, jamás me iré— prometí.

Aunque sabía, muy en el fondo y muerta de miedo, que era una promesa que tal vez no podría cumplir.

—Vamos pequeño explosivo, nunca dejaremos que mamá se vaya, nosotros iremos siempre donde ella lo haga— Hablo Kats por primera vez desde que Kaachan había despertado. Sabía perfectamente que decirle a nuestro niño para calmarlo por el momento

—¿Lo prometes?— Le pregunto con su más pura inocencia.

—Lo prometo— contesto con una sonrisa.

Mis ojos se fijaron en Katsuki,  rogaba al cielo y le rogaba a él estar protegida para nunca separarme de mi pequeña llamita.

[...]



—¿Cuándo será el día que estemos tranquilos?— solté sobre su pecho.

¿Cuándo sería el día que ambos disfrutemos al completo nuestra familia?, ¿cuándo?.

—No lo sé,  ver así de asustado a nuestro mocoso me hace querer dejar todo esto y llevarlos lejos donde nadie pueda siquiera mirarlos con mala intención — Confesó

Y aunque él no quiera decirlo y quiera hacerse el fuerte, ambos sabíamos perfectamente que ver a Kaachan así de asustado por todo lo que lleva pasando en el último tiempo, nos hacia replantear toda nuestra vida, nos hacia replantear nuestro sueño de ser héroes.

Ahora no nos podíamos dar el lujo de luchar sin importar el qué y ganarnos más enemigos de los que ya tenemos.

—Mmh— asenti. Era una buena idea, irnos lejos.
—Sabes, en otros tiempos hubiera disfrutado de este caos contigo,  porque sólo seríamos dos héroes luchando con todo y contra todos los villanos juntos, pero ahora...— Lo mire a los ojos.
—Ahora tenemos hijos, ahora ya no puedo simplemente disfrutar nada de esto, no puedo luchar pensando en que podríamos morir en cualquier momento y dejar solo a nuestros hijo, no puedo. Simplemente no—  las lagrimas amenazaban con salir. Pero no podía simplemente dejarlas salir, no podía.

— Sí,  ahora somos padres, eso lo complica todo, pero aún está ese sentimiento de poder enfrentarlos y saber que si todo sale bien, no solo la ciudad está bien, sino también nuestro hijo, y tú —

—Si algo te pasara, yo moriría, no sabría como afrontar algo así. — el solo pensarlo me hacía mal, ni siquiera queria imaginar aquello.—Por favor Kats, mantente sano y salvo siempre—

—Sabés que siempre intento hacerlo, pero nosotros elegimos estar aquí, nosotros elegimos ser héroes—

Tenía razón, Katsuki tenía razón,  nosotros habíamos elegido todo esto.

Desde estudiar en la UA, hasta graduarnos y tener una familia propia tan precipitadamente.

Katsuki tenía razón, hasta la más mínima decisión había sido nuestra.

❝𝐁𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐌𝐚𝐧❞〔𝐾𝑎𝑡𝑠𝑢𝑘𝑖 𝐵𝑎𝑘𝑢𝑔𝑜𝑢 𝑦 𝑡𝑢〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora