El color del alma [Caitlyn x Vi] **En edición**

Capítulo 11: Shadow Grey

Una cortina parece caer sobre el recuerdo, tiñendo el cálido naranjado de una familia feliz en un cadavérico grisáceo que lo envuelve, oscureciendo cada rincón mientras el aire parece volverse prácticamente asfixiante

Caitlyn no fue la única en sentir un terrible presentimiento por el cambio de aire, su estómago se encoge sobre sí mismo 

***

Violet - 16 años

Vi abre la puerta del sótano con un golpe, estrellándola con tanta fuerza que las bisagras amenazan con salirse de su lugar

— ¿Qué fue lo que paso? — grito — ¿Dónde está Vander? —.

Violet está visiblemente alterada, su cuerpo se estremece, sus puños tan apretados que sus nudillos se ven blancos, su respiración agitada, sus hombros saltando con pequeños impulsos; si es gracias al miedo o a la ira no puede saberse.

El grupo de cuatro hermanos se voltea a verla al mismo tiempo: Powder está abrazada a su peluche favorito, hundida en la esquina más alejada del sillón, Claggor y Mylo tienen los hombros hundidos, el más delgado tiene la mirada perdida, pero Claggor parece intentar ordenar sus pensamientos, justo cuando comienza a hablar su hermana mayor lo interrumpe

— ¡¿Donde está Ekko?! —.

Mylo tiene los ojos rojos gracias a las lágrimas que le recorren el rostro, Claggor mira a Vi con el rostro contraído en arrepentimiento y culpa

— Los persiguió... No pude detenerlo —.

Caitlyn mira la escena como si pudiera sacar respuestas que las memorias de Vi no le han dado,

¿Por qué ella no estaba en el bar esa noche?

Sea lo que sea el motivo, parece poco importante ahora, sobre todo tomando en cuenta el curso caótico que toma todo.

El miedo amenaza con detener el corazón de Violet cuando gritos y disparos se escuchan a la lejanía cortando su conversación con Claggor

— Carajo, joder — Vi se pasa las manos por el pelo, desesperada — Ustedes. A ninguno se le ocurre salir hasta que yo vuelva ¿Entendido? —.

Y aunque la presión amenaza con quebrar su espalda, su pulso se dispara y en el instante de un suspiro sus piernas comienzan una huida sin dejar espacio a ninguna queja

***

Una esquina más cerca del caos y un pequeño brazo se cuelga de su cintura. Vi se tambalea medio atropellando a Ekko mientras lucha para detenerse, reaccionando a tiempo suficiente para esconderse en un callejón

Ekko tiene la cara pálida y los ojos abiertos de par en par, parece que lleva llorando horas, pues sus lágrimas se han vuelto senderos secos y resquebradizos sobre su piel de canela, una de sus manitas se levanta para llevar un solo y tembloroso dedo a sus labios,

Vi lo abraza inmediatamente, esperando quitar cualquier horror que el niño haya visto, despilfarrando alivio mientras recupera el aliento, filtrando el miedo hasta dejarlo convertido en polvo

Quiere preguntar qué paso, o cómo sucedió, cuál ha sido la inexplicablemente trágica sucesión de eventos que trajo al pequeño Ekko hasta este momento en específico, pero todas sus respuestas vienen de la calle principal cuando una maldición a gritos de una voz conocida llama su atención.

Con un cuidado aprendido, Vi pega a Ekko a su pecho esperando protegerlo de los horrores de este mundo mientras se asoma imperceptiblemente para mirar directamente al ojo de huracán