El color del alma [Caitlyn x Vi] **En edición**

Capítulo 9: Magenta

Violet - 14 años

— ¿Una vigilante? ¿Vas en serio? —.

Violet le da un golpe a la pared con la palma abierta

El sonido hueco y el grito que rompe el ambiente tranquilo de un recuerdo a otro hace que Caitlyn (como muchos otros) salte en su asiento

Vander solo mira a Vi una única vez, antes de suspirar y seguir con su trabajo de limpiar la barra. Parece el final del día pesado en el bar The Last Drop

— Greyson es una buena persona Vi — dice el hombre, con calma — Si tan solo la dejaras....

— ¿Qué? ¿Ser mi nueva mamá? ¿Por qué no eres capaz de sacar la cabeza de tus pantalones? —.

Violet realmente está enfadada, casi ve en rojo entre gritos. Vander ladea su cabeza hacia su hija, alzando una ceja

— Violet por favor no seas absurda. No salgo con la Sheriff Greyson, es una amiga —.

— ¡No tengo 10 años Vander! No puedes engañarme como a Powder y los demás —.

Vi se cruzó de brazos, enfadada. El hombre, termino con paciencia su trabajo y con la misma fría calma le dio la vuelta a la barra para sentarse en un banco alto y mirar a su hija con expresión neutra

— Bien. Si eres un adulto, hablemos como adultos. ¿Qué te enoja de Greyson? ¿Que me acueste con ella o que es una vigilante? —.

Caitlyn se ahoga con su saliva

Hay una pequeña conmoción en la multitud, tanto por las crudas palabras de Vander como por el solo hecho de que la tan adorada Sheriff Greyson haya mantenido una relación secreta con un hombre en la infraciudad

— ¡Exacto! ¡Es una vigilante! ¡La Sheriff lo peor de todo! —.

— Así que es eso... — dijo Vander con cautela — ¿Le sigues temiendo a la oscuridad Vi? —.

— ¡No es un miedo infantil Vander! ¡Estabas ahí! ¡Viste lo que nos hicieron! A mis padres, casi me disparan ¡¿Y tú la dejas entrar a nuestra casa?! —.

Vi mira a su padre otro momento, con el entrecejo fruncido y los puños apretados, mientras sus ojos lentamente se llenan de lágrimas.

Vander suspira y niega con la cabeza, dejando el trapo junto a la barra y avanzando hasta agacharse delante de Vi y rodearla en un fuerte abrazo

— Yo se que aún tienes miedo... Es la Sheriff, un vigilante, una Piltie incluso.... Pero mi niña, si te dieras la oportunidad de conocerla, sabrías que es una mujer, como cualquier otra, es una humana Violet —.

Vander mira a su hija, con ojos cariñosos, pero sus palabras son severas.

— Lo se pero...

Vi baja la mirada sus manos, pero no se aparta del abrazo de su padre, todo lo contrario, persigue el tacto buscando refugio mientras pequeñas lágrimas resbalan por sus mejillas

— Dime pequeña. ¿No odias cuando los Piltillos te juzgan sin conocerte? ¿Sin saber nada de ti? ¿Y asumen que todos en Zaun son iguales? ¿Que somos monstruos? —.

Vi aprieta la mandíbula en respuesta y solo asiente apenas, sabe a qué se refiere su padre y aunque lo odie, como siempre, Vander tiene razón.

— Nunca dije que fuera un monstruo — dice Vi con voz quedita.

— Eres una chica lista Violet. Se que puedes reconocer tus errores, y aunque comprendo tu temor a los vigilantes, debes entender que los humanos son humanos, sin importar de qué lado del río estén. Hay personas buenas y hay personas malas claro. Pero creo, que sin importar cuantas personas malas haya, nunca debes cerrar la puerta a las personas buenas. No te cierres en torno al mundo mi niña, date una oportunidad para conocer antes de juzgar —.