Capítulo 6: Quietude

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Violet - 6 años

Vi despertó de golpe con un grito ahogado cargando de angustia. Las pesadillas seguían volviendo para atormentarla incluso semanas después de que la fiebre se hubiera ido, podía sentir los picos golpeándola mientras caían, los pájaros y los conejos muertos cayendo del cielo, esta vez, era ella quien les estaba disparando

Se dobló sobre su estómago, sollozando, cubriéndose los oídos para que el eco de los disparos se alejara, para que la sangre dejara de ahogarla.

Vander apareció en el instante de un parpadeo, rodeando su pequeño cuerpo con un abrazo firme

—¡No puedo respirar! ¡No puedo respirar! ¡Estaban aquí! ¡Estaban aquí de nuevo! —.

Las palabras de Vi salían cortadas en el furioso intento de sus pulmones por alcanzar aire.

— Está bien pequeña, todo está bien. Mírame, estoy aquí, contigo. Estás a salvo — le dice Vander, en tono de cuidado — Estás a salvo —.

Vi solloza de nuevo, desenrollando su cuerpo de una posición fetal para abrir sus brazos, Vander ya entrenado en el delicado arte de lidiar con su hija aterrada, carga a Violet, quien se aferra a sus fuertes hombros sintiendo al instante la cálida seguridad de su padre

Vi solloza de nuevo, desenrollando su cuerpo de una posición fetal para abrir sus brazos, Vander ya entrenado en el delicado arte de lidiar con su hija aterrada, carga a Violet, quien se aferra a sus fuertes hombros sintiendo al instante la cálida...

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Vander no deja de susurrarle que está a salvo mientras sube las escaleras para salir del sótano y sigue su camino hasta la puerta trasera del bar. Se sienta en un bote cerca del pasillo exterior y sienta a Vi en su regazo, cepillando los mechones fucsias con los dedos

— Respira conmigo cariño Violet, por favor. Dentro —.

Vander inhalo, alzando lentamente uno de sus dedos hasta que los cinco de su mano derecha estuvieron extendidos. Vi tomo una respiración temblorosa con él

— Fuera —.

Vander repitió el proceso a la inversa, bajando los dedos uno a uno mientras dejaba escapar lentamente el aire de sus pulmones, mientras Vi seguía sus instrucciones al pie de la letra

Dentro

El mundo no parecía tan aterrador ahora

Fuera

Su pecho por fin dejó de doler

Dentro

La consciencia inundaba sus sentidos uno por uno

Fuera

Su garganta dejó de arder

Dentro

Sus lágrimas se detuvieron

El color del alma [Caitlyn x Vi] **En edición**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora